Un Vaso De Lágrimas [YoonMin] (m-preg)

4.- Amar

¿Acaso tengo que fingir...

Abrió los ojos sorprendido de sentir una mano acariciando su mejilla. Al poco tiempo recordó en donde y con quien estaba.

—Buenos días, SeokJin.— el menor frunció su ceño.

—Ayer me dijiste "novio" ¿Hoy despertaste menos cariñoso?— se burló ayudando al pelinegro a ponerse de pie.— ve a tu casa, yo me estaré alistando...

—Bien, nos vemos en veinte minutos.— coordinaron, por que a pesar de ser novios ahora, aún tenía que respetarse la rutina de YoonGi.

El pelinegro bostezó, y tendió la cama del menor.

Salió de ahí exactamente un minuto después.

SeokJin se había metido a bañar muy rápido.

YoonGi abrió la puerta de su casa.

Su calzado se resbaló y supuso que JungKook había derramado agua.

Su cojera le impedía sostener un vaso sin derramar una gota.

Su mirada intuitivamente fue hacia el suelo.

Aquel piso de madera contenía grandes charcos de sangre seca.

—¿Pero que mierda?— se acercó al líquido, y por el olor descubrió que se trataba de sangre.

Asustado y muy alterado fue a la habitación de su hermano menor.

Su rostro se puso rojo al notar que la cama estaba tendida.

Su respiración también se alteró.

Regresó donde las escaleras, y subió a la habitación de JiMin.

Tampoco estaba el menor.

—¡SEOKJIN!— gritó desesperado.

Corrió por las escaleras, y abrió la puerta de su casa.

Golpeó varias veces la puerta de su, ahora, pareja.

—¿Ya estas listo?— preguntó con el cabello mojado, pero YoonGi le jaló el brazo haciendo entrar a su casa.

SeokJin saltó del susto al ver la sangre en el suelo.

—¿De quien es?

—No lo se, y eso me preocupa.— sus ojos miraban todo, pero a la vez no observaba nada.

SeokJin cogió el teléfono fijo y llamó a la policía.

—Aló, soy Kim SeokJin en la dirección avenida Siempre Viva, número 123... en la sala de mi vecino y pareja hay un charco de sangre...— la señorita del otro lado atendía a lo que decía.— me gustaría que buscarán en los hospitales o clínicas a Park JiMin y Jeon JungKook. Alguno de los dos debe estar herido. Es mucha pérdida de sangre.

YoonGi le retiró el teléfono de la mano, y colgó.

—¿Qué?

—JiMin...— dijo como si eso respondiera todo.

Cerró la puerta de su casa, y Kim hizo lo mismo con su casa.