Sencillo [2/2]

1.5K 182 47
                                    

Seokjin suspiró después de haber salido del baño y terminó de secar su cabello.

―¿Entonces, no me hablarás ahora? ―el menor giró su rostro después de haber mirado por la ventana por varias horas y apretó sus dientes.

―Quiero volver a Corea ―Seokjin suspiró más que inquieto.

―Estamos en nuestra luna de miel mi amor

―Y también quiero el divorcio

―Pero, pero apenas nos hemos casado el viernes ―Yoongi lo miró sobre sus pestañas negando y el más alto no sabia si llorar o reírse, porque todo parecía estar desmoronándose de la noche a la mañana.―Esta bien, maldición. Como quieras ―seokjin negó mirándole y cerrando sus ojos para hacer una rápida transformación que dejo al menor cogiéndose de los bordes de la ventana.―Pensé que eras el maldito amor de mi vida, pero no pensé que solo duraría cinco días. Vístete. Llamaré a un taxi para que te lleve al aeropuerto ―rio cínico y empujó con fuerza uno de los pequeños sillones que decoraba la habitación, haciendo al menor encogerse en si mismo. ―Maldición. Salte ahora mismo porque no puedo pensar de manera clara y no quiero hacerte daño, Yoongi ―Seokjin caminó con rapidez hacía la mesa de noche y cogió su celular para poder pedir un taxi en linea. Cuando terminó, llamo a su manager.―Has una reserva para dos en avión para Corea. Yoongi y yo viajaremos de nuevo

¿Puedo preguntarle por qué, señor?

―Vamos a separarnos Jinyoung. Acaba de enterarse de que soy un lobo, y bueno, estoy siendo tirado de nuevo. Manda a preparar los papeles de divorcio. Estoy cansado de que la maldita gente me vea como un fenómeno ―Seokjin colgó cerrando sus ojos y conteniendo las ganas que tenia de despedazar a Yoongi.

―O... oye. No tienes porque ser tan drástico. Yo, no te he dicho que seas un fenómeno ―el mayor se giró hacia el que todavía era su esposo y asintió.

―Como digas, vístete y sal porque en minutos viene el taxi por ti. Puedes reclamar el boleto en el aeropuerto

―¿Por qué estas echándome? ―Yoongi lamió su labio inferior.―No hay necesidad de que me trates de esa manera. No he sido grosero contigo, ademas, tengo el mismo derecho que tu de estar aquí

―Como desees Yoongi. No olvides que el taxi vendrá por ti en media hora ―y dicho esto, caminó hacia la puerta y salió de la habitación, dejando al menor con las palabras en la boca.

Para el día miércoles de la misma semana, Seokjin caminaba por el aeropuerto de su país natal, arrastrando su maleta y suspirando cuando demasiadas cámaras se aglomeraron a su alrededor.

Llegó a su casa horas después y negó tocando su frente.

―Cómo es que te separas de apenas cómo cuánto ¿cinco días de estar casado?

―Tengo dolor de cabeza Jinyoung. No grites por favor. Tráeme a alguien que tengo hambre

―Pero... Pero no haces eso desde, desde que conociste a Yoongi

―Voy a separarme de él maldición. Quiero que traigas a una escoria humana y que tenga el más delicioso cuerpo

―Seokjin

―Te pido por favor que hagas lo que te digo. ―Seokjin se levantó y empezó a quitarse la ropa.―Déjalo aquí en la sala amarrado. Sabre darle provecho. 

Varios minutos después, el actor miraba como era la burla de Internet, por haber tenido uno de los matrimonios más cortos de la generación. Entró a sus contactos con rapidez y casi que lloriqueo.

¿Qué es lo que quieres? ¿darme otra demostración de tu circo? ―Seokjin miró el número de contacto de Yoongi y negó para así colgarle. 

Su matrimonio si que había sido toda una decepción.

Despertando varias horas después y escuchando estruendos en la sala, Seokjin se levantó con rapidez. Caminó sobre sus puntas para no crear sonido, bajando así hasta la segunda planta. 

―Señor ―el actor hizo una venia, suspirando ante uno de sus guardaespaldas. Alzó sus cejas.

―¿Por qué has venido?

―Traje lo que pidió señor. Es un narcotraficante de niños y niñas, ademas, mató a su madre cuando era joven ―el azabache suspiró negando y señaló el suelo con su barbilla.

―Tíralo  ―el guarda de seguridad tiró el bulto que estaba metido en una bolsa y salió en una rápida venia del departamento.―Cómo maldita mierda este hombre no esta en la cárcel ―el cuerpo comenzó a retorcerse y Seokjin rodó sus ojos, caminando hacia el criminal.―No hay necesidad de que te aceleres. Te comeré de todas formas ―le quitó con lentitud la bolsa de la cabeza y sonrió viendo su pálido rostro sonrojado.

―Hijo de puta. Te mataré

―Es mejor que no comiences con tu discurso ¿bien?. Te comeré y no va a ser nada agradable. Si quieres que te regale algunos minutos de mi tiempo, podrías hacerlo mientras te arrodillas y te la meto a la boca

―Tengo demasiada gente trabajando para mi. Mataré a toda tu familia. Descuartizare tu garganta, mientras me cojo a un pequeño niño ―Seokjin negó, caminando hacia la cocina. Sacó dos cuchillos de uno de los estantes y caminó hacia la sala de nuevo.―¿Que te parece si hacemos un trato? ―se agachó ante el hombre y lo volteó, haciéndole quedar sobre su espalda. Cogió uno de los cuchillos que había dejado sobre el suelo y lo pasó con lentitud sobre su rostro.

―Mi padre es jefe de la policía de varios establecimientos de esta ciudad. El al igual que yo estamos cortados por la misma tijera. Así que... Esto no sera mas que un bocado ―apuntó a uno de los ojos del hombre quien miró asustado la punta y solo fue cuestión de tiempo, para que el cuchillo traspasara su cabeza.

Yoongi negó escondiéndose, mientras temblaba cerrando sus ojos con miedo, tratando de hacerse uno con la pared, al escuchar los gritos de ayuda de lo que ahora parecía un cuerpo muerto a las manos de su esposo.

Seokjin bostezó y su boca se hizo más grande cada vez mas, hasta que su forma animal fue tomando forma. Gruñó repetidas veces y llevó su hocico a el abdomen del criminal, mordiéndole con todas las ganas que tenia su estomago. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.







Nuestro Yoongi vio cosas que no debió ver 😮

Sea. ○Jinsu○Donde viven las historias. Descúbrelo ahora