Salvado [3/2]

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Seokjin sacó sus dedos con lentitud y escupió sobre el pequeño hoyo de su pareja, dándose una rápida jalada.

—¿Por qué demoras tanto? —Yoongi siseo cuando sintió algo meterse con suavidad en su trasero.—Maldición. No... ¿No podías ser más suave? —el mayor miró la deliciosa pocision en que estaba su pareja y se deleito con la vista.

Su pequeño cuerpo estaba sobre la cama y su espalda y caderas si que se amoldaban bien en sus manos. Paso sus dedos por su delineada cintura y la apretó mientras comenzaba a embestirle. Yoongi arrugó el edredón con fuerza. 

Su trasero sintió la punta de un pene y su boca se abrió en un gemido de dolor. Seokjin vio la reacción de su pareja, y aunque estaba sudando y esperando por moverse, no pensó que a Yoongi le dolería tanto.

—Dijiste... Dijiste que te lo hiciera duro —metió la mano dentro de su bonito cabello y apretó sus caderas, hasta hacerle quedar sentado sobre su regazo.—Eso es lo que pienso darte —y después de susurrarle estás palabras, lo apretó contra su cuerpo y Yoongi no supo si estaba de verdad respirando.

Todo se podía resumir en penetraciones, sudor y violencia. Pero no estaba cerca de importarle, cuando su garganta estaba destrozándose en siseos de placer, mientras su esposo le acariciaba el pene y le daba por detrás como si no hubiera tiempo.

Afuera del hotel, la tempestad estaba acompañada de truenos y gracias a esto, lo único que podía escuchar era su rápida respiración con la errática de Seokjin.

Sus labios se encontraron de nuevo y no dudó en meter su lengua dentro de la boca del más viejo. Estás se enredaron y saliva fue lo que pudo acumularse alrededor de sus labios. Rasguño uno de los brazos de su pareja, cuando este bajo por su nuca e hinco sus dientes en su cuello. Siseó cerrando sus ojos y dejó que su boca fuera ocupada de nuevo.

—Ahora eres más que mio. No podrás irte de mi lado —Yoongi negó moviéndose en círculos cuando su trasero empezó a rebotar con violencia en la pelvis de su esposo. Su culo estaba mojado y el pene y bolas de Seokjin, se sentían extrañamente más grandes.

—De qué mierda-, o dios. Hazlo de nuevo —Seokjin enterró sus garras en su pequeña cadera y alzó ese trasero para darle más comodidad a su pene. Lamió su espalda y la llenó de besos mojados, donde su lengua no se perdió ni un poco de el sudor causado por el sexo, proveniente de la piel del menor.

—Me vuelves loco. Desde el primer día —Yoongi gimió descontrolado y no pudo negar, cuanto le gustó sentir algo caliente deslizarse dentro de su ano.

Y así continuó su coito por largos minutos. Mordeduras en la espalda del más joven, semen sobre las sabanas e incluso duros golpes de palmas contra los glúteos del productor. Yoongi quien a duras penas sentía su cuerpo, lamió sus resecos labios.

—Detente —Seokjin frenó sus labios que succionaban parte de su nuca y suspiró alejándose. Miró la espalda de su esposo morada por los rasguños y golpes y se deslizó con lentitud fuera de su cuerpo. Le ayudó acostarse y se paró de la cama, tambaleándose cuando sus pies tocaron la alfombra.

El menor le sonrió muy somnoliento.

—¿Quieres seguir follándome? —Seokjin asintió receptivo. Su piel estaba sudada, su mundo estaba boca arriba, pero lo único que quería seguir haciendo era continuar fornicando con su esposo. Era la primera vez que sentía que de verdad podía hacer lo que quisiera, sin necesidad de pensar en su actuar. Podía tocarlo a su parecer y a Yoongi parecía no molestarle en lo absoluto. —Todavía estás tan erecto. ¿Tanto me deseas?

—Muchos de mis celos los he tenido que pasar solo —se acercó de nuevo a la cama y gateó sobre su esposo. ―La primera vez que nos conocimos me flechaste de manera automática―el menor lamió su labio inferior cuando fue acorralado de nuevo por su pareja.―Fuiste tan duro en ese entonces, ni siquiera aceptabas que te invitara a salir

Sea. ○Jinsu○Donde viven las historias. Descúbrelo ahora