Mira cómo brilla la Luna.
Veís como cae el Sol.
Las aves se van a dormir a sus cunas,
y se está cerrando aquella flor.
A esta hora llega, la hora del poeta, la hora del dolor,
la de la desesperación.
Y, si lo escuchaís, el amanecer cuenta,
que en ese momento
la melancolía toca nuestro corazón.