Tsukishima es el tipo de pareja que...
En caso de que estés en peligro en la calle, reaccionaría más rápido que tú para protegerte.
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Estaba en su máxima concentración leyendo un libro mientras caminaba de lado con su novio. El candente sol de la tarde estaba en su máximo esplendor para quemar, desde la cabeza hasta la punta de los pies, a quien quiera que no tuviera una sombra como protección.
Pero para (t/n), el escozor de la quemadura era secundario con respecto a la interesante historia en la que estaba. Sin saber mucho de lo que sucedía a su alrededor, no supo tampoco la cara de recelo que el rubio ponía a su lado mientras observaba de reojo el libro.
Estaban de regreso a casa luego de un agotador día escolar y la atención de (t/n) se centraba tanto en aquellos conjuntos de papeles que no se fijó tampoco por donde caminaba. Aunque ciertamente, conocía al revés y al derecho la calle por donde iban inclusive desde que estaba en preescolar, por lo que no era necesario mirar a ambos lados mientras cruzaba la calle, o eso pensaba.
Iba por el clímax del dichoso libro que leía. Se había descubierto quién era la mente maestra detrás de un asesinato dentro de un avión. Sin embargo, antes de que pudiera seguir leyendo las deducciones del detective, un pitido le sacó de trance.
Los sentidos de (t/n) se bloquearon al escuchar el claxon de un carro. Pero apenas logró reaccionar para levantar la vista y ver de dónde provenía, alguien le jaló de la muñeca y le tiró hacia atrás, chocando con el pecho del autor de ese acto por consecuencia. (t/n) se sorprendió ante ello y sintió por un momento que su vida le hizo una película frente su córnea. Con los pies temblando y pegados en la acera, fijó su mirada en la calle donde casi iba a ser testigo de su muerte y observó cómo un deportivo arrasó la avenida a una velocidad indebida para un lugar público que estaba cerca de un colegio. La velocidad era tan alta que inclusive partículas de polvo se levantaron.
El corazón de (t/n) latía a medidas que sintió que se le iba a salir del pecho. Aunque no le tenía miedo a la muerte, le tenía miedo a estar encerrada en un cuarto de cuidados intensivos que le dejaba con la posibilidad de no poder salir a tocar la luz solar por meses.
(t/n) se apartó de la persona y se giró para ver, y también agradecer, a quien sea que haya sido su salvador y se encontró, para nada una sorpresa, que había sido su novio.
Aquel rubio dueño de sus sueños y alientos.
—Oh, Kei... —la pena y la vergüenza no le cabía en el cuerpo—. G-gracias, no me fijé por dónde iba... —agradeció y se alisó el uniforme en busca de alguna arruga para evitar la mirada de su novio.
Las palabras no le salían bien a (t/n), normalmente no era una persona despistada. De hecho, su posición con líbero del equipo de vóley le hacía ser muy atenta a todo. Pero de la misma forma, ciertamente llevaba buen de tiempo enganchada al libro e intentando terminar de leer aquella curiosa lectura, tanto que había bajado su guardia por completo, de lo cual no se sentía muy orgullosa tampoco.
El rubio miró a su pareja con su renombrada cara de póker, cual debajo se ocultaba una mirada dulce. No había muchas oportunidades de la cual el chico podría aprovechar para mostrar su lado de novio protector. La independencia y autosuficiencia de (t/n) era algo digno de admirar, pero tal parecía que hoy fue diferente.
—No hay de qué —el bloqueador pausó un segundo y agregó—; ten cuidado y para la próxima, no leas mientras camines, hay muchos otros paisajes para embobarte en la calle —dijo tan rápido que a su pareja le costó seguirle el ritmo. El rubio siguió adelante en su camino, dejando a su pareja detrás.
(t/n) se quedó atónita y pensativa ante lo que dijo. El rubio era comúnmente señalado por las segundas intenciones que traía en cada una de las palabras que salían de sus labios, y este era el caso. Había algo en sus palabras... la chica lo sabía, pero ¿qué es? ¿Qué se escondía detrás de aquella oración?
Pensó durante unos largos segundos hasta que lo vio, (t/n) sonrío divertida mientras negaba la cabeza. Aun cuando era gran fanática de novelas detectivescas y policíacas, le resultaba mucho más difícil deducir qué ocurría por la cabeza de su novio que el cómo una mujer pudo matar a alguien con un sostén.
Guardó el libro dentro de su mochila, corrió rápidamente detrás del rubio y le tomó de la mano, el chico la miró de reojo y echó una sonrisa ladeada que la chica no pasó por desapercibido, definitivamente era todo un caso. El saber qué harán con la criminal podría dejarse para después, la prioridad ahora era mimar a su novio.
Pasar semanas leyendo un libro e ignorando a su novio había causado una curiosa situación que se enmarcaba.
Él no quería la atención de la muchacha en unas hojas de papel, él quiere su atención para él...
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Tsukishima Kei is the Type |Haikyuu| [COMPLETO]
Fiksi PenggemarTsukishima como el tipo de novio, esposo, amigo, hermano que... El personaje no es mío, sólo lo tomo prestado para fines de recreación del mangaka Haruichi Furudate.