Capítulo 2. ¿No es encantador? Estar completamente sola.

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Así que a esto se refería Shelley con los refuerzos. A un grupo de jóvenes ruidosos y salidos deportistas.Thalía y yo nos miramos al mismo tiempo, suspirando.
Tras media hora esperando, finalmente llega no solo uno, sino dos coches. Uno de ellos, es una camioneta negra, completamente llena por los mismos tíos que se acercaron a hablar esa misma mañana a mis amigas en clase, no conozco a ninguno pero sé que les he visto más de una vez por clases o por la facultad. Tocan el claxon y hacen ruido entre ellos, sin prestarnos una gran atención, lo cual agradezco. Por dios que espectáculo tan estúpido, ¿En qué me he metido?
En el otro coche, uno descapotable (oh por favor es de noche, se tienen que estar congelando sólo para poder fardar de coche) están el chico que primero se acercó a hablar con mis amigas esta mañana y otro tío conduciendo que... ¿no es ese el tipo con el que crucé la mirada mientras nuestros amigos hablaban en clase? No nos presta mucha atención, salvo por un saludo amigable, está mirando a la carretera y apenas gira el rostro, la luz de una farola ilumina parcialmente su cara y simplemente está sonriendo, probablemente pensando en sus cosas. Sí, definitivamente es el chico de esta mañana.
El tipo rubio, cómo se llamaba... ¿Axel? Es imposible no saberlo cuando está en todas partes y Shelley no para de mencionarlo... Nos invita a entrar desde el asiento del copiloto. Lo primero que pienso es, ¿cómo narices vamos a entrar cuatro tías ahí atrás en un asiento para tres? Hay muchas razones por las que esto está mal pero decido ignorarlo al menos por ahora. La noche sólo puede ir a peor.
Después de saludar a mis amigas una a una, finalmente dirige su mirada hacia mí, la última. Creo que es la primera vez que Axel y yo tenemos un "contacto" en primera persona ya que siempre ha estado ahí, hablando con mis amigas, nunca me he pronunciado estando él. No descarto que ni siquiera sepa quien soy a pesar de estar en la misma facultad y coincidir en alguna clase.
-Hola Brooks. -Dice con esa gran e incansable sonrisa. Enseguida arqueo las cejas y respondo.
-¿Sabes cómo me llamo? -Replico. Quizá he sonado demasiado rara o agresiva, pero realmente no necesito una gota de alcohol para soltar lo primero que se me viene a la mente y de verdad estoy curiosa por saber cómo sabe mi apellido si nunca hemos hablado.
-Claro Brooks, es imposible no saberlo cuando Tanner te echa la bronca todos los días.
Touché. Esa soy yo. Solamente Brooks. Condenada a ser llamada por mi apellido gracias al increíble Señor Tanner, o debería decir Doctor Tanner. Es un cirujano,
profesor de medicina en mi universidad, un señor calvo en sus 60 con muy mal humor. Nadie jamás ha sabido cuál es su nombre y en un mal día puede enfadarse si no le llamas Doctor Tanner, según él "los modales adecuados son la fina línea entre seres racionales y bestias animales". Pero me niego a ser llamada por mi apellido como si no tuviera nombre.
-Me llamo Joana, imbécil. -Respondo de mala gana. ¿De verdad ha hecho el esfuerzo de recordar mi apellido y no sabe cómo me llamo? De todas formas no me ofende tanto el hecho de que yo sea tan irrelevante para alguien que a penas hace el esfuerzo de recordar mi nombre, pero es el aura de este tío lo que me pone nerviosa, es como si él controlara cada momento, como si pudiera hacer contigo lo que quisiera. Él responde con un silbido sin dejar ese tono risueño y Shelley a mi lado me da un pequeño golpecito para que me tranquilice.
-Está bien, princesa. -Dice Axel con esa estúpida sonrisa que puedo ver a través del espejo en la puerta del copiloto.
-¿Princesa? No tienes que ligar conmigo Axel, no soy yo a quien intentas tirarte. -Todos comienzan a reírse pero no lo he hecho a posta, simplemente no puedo controlar lo que sale de mi boca. Shelley sonríe tímidamente al igual que Axel.
-Vale fiera... -Dice Axel con una sonrisa ahora tímida. Joana 1, Axel 0.
-Calla tío. -Dice ese chico desde el asiento del conductor, intentando ocultar la risa al igual que Thalía y Noah, que están pasando un mal rato para conseguirlo. Es la primera vez que le escucho hablar. Su voz es fuerte, profunda, pero a la vez es dulce y cálida, podría decir que incluso... ¿sexy?
-Ese es el que te miraba antes en clase. -Me dice Shelley susurrando. -¿Pensabas que no me había dado cuenta verdad? Se llama Leroy. Está soltero. -Susurra y me guiña un ojo. Por unos segundos me quedo paralizada. Realmente pensaba que por lo menos nadie me había visto cuando le miré sin querer, pero ahora ya son dos personas las que deben de pensar que soy una especie de admiradora, y yo ni siquiera le había visto antes.
-Bien por él, Shel. -Respondo con una sonrisa irónica intentando dejar claro lo poco que este chico me interesa.
-Señoritas, abróchense los cinturones. -Dice Leroy.
-Ya me dirás cómo si somos cuatro chicas en un asiento para tres. -Porque apuesto a que ninguno contaba con que yo fuera, sino solamente con mis tres amigas/reinas de la belleza. De nuevo todos se ríen.
-Eres toda una caja de sorpresas, Brooks. -Dice Axel.
-Joana, imbécil. -Sin duda, la noche que me esperaba iba a ser larga.
Llegamos a la casa de quien quiera que sea que de esta estúpida fiesta y en mi cabeza sigo repasando porqué accedí a venir a este lugar. Oh claro... no lo hice. No voy a mentir, el viaje en coche fue horrible, estuve todo el camino aguantando el mareo y ni siquiera el trayecto había sido tan largo al final.

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