Íbamos de camino a casa, como todas las tardes a la salida del colegio, el profesor se había enrollado hablando y nos había hecho salir unos minutos más tarde...– jope es que no entiendo porque habla tanto...– se quejaba Julia
Yo no la estaba escuchando, solamente iba a su lado escuchando música, ignorándola.
– ¿¡Ey que escuchas!? – dijo gritando más para llamar mi atención – se oye hasta aquí
Le miré
– ¿Quieres oírlo? – pregunté yo, la verdad es que no sé porque la música en mi móvil cuando pongo casquitos se oye súper alta, esa vez no la tenía a tope aún...
– ¡Sí claro!
– Toma – le ofrecí los dos auriculares
– No se oye nada – dijo una vez ya se los había puesto
Yo había bajado el volumen a tope
– ¡Ay! Sin querer he quitado el volumen...– dije mientras buscaba alguna música de rock – Ya está, ya he puesto el volumen
Mentira
– Pues sigo sin oi– fue interrumpida, ya que en ese momento puse el volumen a tope, se podía escuchar a varios metros de distancia, lo que ella tenía colocado en la oreja – ¡ah! – se quejó quitándose los auriculares de golpe
– ¡Ostras!
Empezó a salirle sangre de las orejas
– ¡No oigo nada! – gritaba
– ¿Y que quieres que haga?