Capitulo 2

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Que mágico era aquello. El firmamento tan estrellado, jamás había visto algo así, era como si fuera sacado de un cuento de hadas. Dejo de darme vueltas la cabeza, ahora caminaba bien baje la colina. Me fui directo hacia el pueblo, no había ningún guardián cuidando las puerta así que no hubo ninguna intervención al entrar.

Y ahí estaba, rodeada de gente misteriosa, su vestimenta parecía a la del siglo XVI, aunque no se veían tan atrasados de conocimiento, solo se vestían así. Pero dejando a un lado su vestimenta, lo mas increíble de todo era su... su magia , utilizaban magia! Todos lo hacían, la sacaban de sus manos sin ningún esfuerzo. Corrí muy lejos de ahí, todo me asustaba, pero derrepente choque con una joven.

-¡Ah! Perdón- le dije asustada.

-¿Grace? - la joven sabía mi nombre, ¿cómo lo supo?- Sí, eres Grace,¿ qué estas haciendo aquí? ,se supone que tenias que aparecer en la comandancia.

-¿En la comandancia?- respondí incrédula.

-Hay perdón, en verdad, hay Lina me matará. Ha... soy Candice mucho gusto- me estiro la mano esperando a que se la estrechara, pero no lo hice- em... bien entiendo.

-¿ Me podrías decir donde me encuentro?

- No, no te podría decir, pero Lina si. Ven, vayamos adentro, allí sabrás todo.

La seguí subiendo unas cuantas escaleras. No quería hacerlo, desconfiaba de ella, pero iba a saber donde estaba y como podría volver a casa. La comandancia esta tan grande, muchas personas estaban de aquí para allá, sus paredes estaban pintadas de gris metálico, no era muy colorido, era como hago empresarial. Candice me condujo por un pasillo muy estrecho. Nos detuvimos en una puerta de metal, donde la abrió y la cerro cuando entre. En esa habitación se encontraba un hombre y una mujer. Ella era alta y delgada, con el pelo negro hasta la cintura, su mirada era muy fuerte, en cambio él era alto y fornido, con pelo corto color negro, pero su mirada era suave y transmitía confianza.

Había en medio de la habitación una mesa que sobre de ella tenia un bastón metálico, parecía a una barilla que utilizan para construir las casa de cemento. Eso me intrigó.

- Hola, Grace Mountrachet- dijo ella- Me presento, soy Lina- a comparación de Candice, ella no me estiro la mano.

Lina que- hice una seña para que dijera su apellido.

Rió.

-Soy Lina y con eso te basta- contesto muy groceramente- él es Gerald- señalo al chico.

- Gracias Lina, no te hubieras molestado- ella rió- Tal vez te estés preguntando que es este lugar, bueno pues esto es...

- Esto es Scailars- intervino Candice, que ahora formaba parte de aquellas personas misteriosas- y estas aquí, porque perteneces a este lugar.

-¿Qué, a esto?- señale con mis manos, moviéndolas en forma de expansión- ha...yo no pertenezco aquí, mi vida esta en Dallas, así que se equivocaron de chica- di una media vuelta, tocando mi frente por mi confusión- hay como se les ocurre pensar eso, yo...yo no...yo no tengo magia, no tengo nada.

- Eso es lo de menos Grace- habló Lina con voz dura- éstas aquí, porque nosotros te llamamos, así que aceptalo y no balbuces más.

-Esto no es verdad, es otra pesadilla, me volví a quedar dormida, ¡Oh Dios quiero despertar ya!- grite en forma de suplica.

Mientras intenta averiguar como un sueño puede ser tan real, vi que ellos hablaban, y se ponían de acuerdo para hacer algo.

- Esta bien Grace- habló Gerald- esto es un mal sueño, pero ¿podrías darle una oportunidad a tu pesadilla para explicarte porque estas aquí?

El amuleto EcargDonde viven las historias. Descúbrelo ahora