El amuleto Ecarg

Capítulo 4

Y de nuevo estaba en el centro de Scailars. Azul había dicho que podía volver con el bastón, pero nunca me dijo como regresar. No había una puerta o un anuncio que dijera ‘’Salida’’, y eso comenzaba a asustarme. Sentí que alguien me toco el hombro y me voltee.

-¿Grace?-era Candice que me miraba confundida-¿Qué estás haciendo aquí?

-Hola Candice, ¿Cómo has estado?

-Yo bien… pero no me interesa saber cómo estas tu- esas palabras me golpearon un poco- puedes decirme, ¿Qué demonios haces aquí?, se supone que ya no vendrías.

-Ám…si, pero… hay tu vendrías si tuvieras otro mundo aparte.

-Tal vez si, Grace, pero se suponía que teníamos un acuerdo- dijo molesta.

-Yo no tenía un acuerdo contigo, jamás haría un acuerdo con nadie de aquí- suspire enfadada- sabes que Candice no tengo porque darte explicaciones, no eres ni mi amiga, ni mi hermana ni mucho menos mi madre, así que adiós- camine lo más rápido posible de ella, pero fue inútil, ya que con sus súper poderes me alcanzo.

-Estas perdida- me dijo.

-Si estoy perdida no es tu problema, déjame en paz- conteste enfadada.

-En ese caso, estarías más que perdida- me detuve, volteándola a verla.

-Como que tu oficio es molestar a los demás, ¿verdad?

-Wao, ¿Cómo adivinaste?- lentamente me acerque a ella.

-Adiós- seguí mi camino.

-El bastón- me detuve, pero sin girarme- se encuentra afuera del pueblo- su voz era dulce- haz el mismo movimiento con las manos, así regresaras a casa- después de eso continúe mi camino.

                                                                           *****

Me encontraba en el jardín trasero de mi casa. Mi reloj marcaba las 10:30 am, me dirigí hacia la calle, tomando precaución de ser vista por mis padres. Me detuve en una parada de autobuses, y me subí a uno. Cuando llegue, toque el timbre desesperadamente.

-¡Vaya! Parece que ya has despertado de tu coma profundo- dijo sorprendida- anda pasa- entre- Bueno, al ver que llegaste muy temprano, no sé qué te gustaría hacer ahorita, ám… podríamos ver…

-Quiero hablar contigo Amanda- la interrumpí.

-De acuerdo, sentémonos en el sofá. Y bien, ¿Qué es lo importante que debes de decirme?

-Primero que nada, todo lo que te diré es completamente hipotético, no es verdad, no pasara, imposible de que haya…

-¡Grace!, sé perfectamente que es algo hipotético, ¿ok?

-Ok. Bueno, ¿alguna vez te ha sucedido algo… extraño?- mi cuerpo comenzó a sudar.

-¿Extraño?, ¿a qué cosa extraña nos estamos refiriendo?

-He… tu sabes, magia… mundos mágicos.

-¿Mundos mágicos?

-Aja.

Rio.

-Mundos mágicos- dijo entre risas- hay Grace tienes mucha imaginación, ¿de dónde sacas tantas tonterías?- siguió riéndose.

-Te dije que era hipotético.

-Lo sé- termino de reírse- la magia no existe, todo es producto de nuestra imaginación tan elevada. Es una burla para la palabra ‘’hipotético’’.