Cap. 1

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Narradora

Son las 7:00 de la mañana y un joven adolescente de ojos grises apagados y pelo negro fue despertado por la alarma de su móvil, el cual no dejaba de sonar hasta que su fino dedo se posó sobre la tecla de apagar y se deslizó acabando con ese horrible sonidos que le devolvía al mundo de los vivos.

Se levantó de su cama y sin darse cuenta se golpeó la pierna con un mueble que tenía al lado, justo en el dedo pequeño del pie, el más sensible de todos.

- ¡ Au ! - dijo en tono alto al quejarse.

- ¿ Estás bien hijo ? - preguntó su madre preocupada desde la cocina, quién ha escuchado el pequeño grito.

- ¡ Si, si, tranquila ! - gritó para después susurrar - total, por un moratón más... - dijo al mirar como la zona afectada se hincha un poco y toma un color rojizo.

Comenzó a caminar hacia el baño, se quitó la ropa y antes de meterse a la ducha se miró al espejo para contemplar los varios golpes, mordidas y marcas de los consecutivos abusos y violaciones que sufre. Sus manos recorrieron su piel blanca y maltratada con cuidado, como si tuviera miedo de hacer daño, aunque para eso ya tiene alguien que se encarga.

Se metió a la bañera, abrió el agua y comenzó a lavarse con la esponja dejando que el agua y la espuma se lleven los rastros de sangre que a veces sale de sus heridas cuando se abrían, al salir de la ducha dirige la mirada a la ventana.

- ¡ Aah ! - gritó al ver tras la ventana unos ojos amarillos que lo miraban fijamente, pero al parpadear y mirar otra vez esos ojos desaparecieron y ya no los veía.

Tenía miedo, esos ojos le perseguían desde hace tiempo y son los que protagonizan sus pesadillas, encontrarse con ellos solo le produce asco y miedo... mucho miedo.

Se terminó de preparar y caminó hasta la cocina donde su madre lo esperaba para desayunar, pero por desgracia no se había dado cuenta y una marca amoratonada fue notada por su madre a quién se le cayó un plato de las manos y corrió a donde su hijo.

- ¿ Que te pasó aquí ? - dijo apartando la ropa sin darse cuenta de más heridas o marcas.

- Nada mamá - dijo desviando la mirada y volviendo a tapar la marca.

- Ah, nada. ¿ En serio crees que me lo voy a creer ? - entonces la cara se le tornó a una de más preocupación por el menor - ¿ te hacen bulling en el cole ? -

- No... -

- ¡ Pienso llamar al director ! -

- Mamá no lo hagas por favor -

- Hijo, esa gente se merece un castigo -

- Por favor te lo ruego, ¡ me irá peor si lo haces ! - dijo explotando en un mar de lágrimas - me irá a peor... Por... Favor... - dijo abrazándose a su madre.

La madre le abrazó y comenzó a acariciarle el pelo, mientras, unos ojos amarillos acompañados de una sonrisa observaban toda la situación con sigilo.

- Venga, que vas a llegar tarde -

- S... Si - dijo entre sollozos Lucas.

En el colegio no le hacía daño, es más, era donde más protegido estaba, pero si no quería meterse en líos debía ser precavido y poder fingir, aunque no lo involucrase ese ser era maligno y aprovechaba cualquier despiste o escusa para tomarlo sin compasión.

Salió de su casa con cuidado, en la calle había hombres-lobo cuidando de los jóvenes que por la mañana iban a estudiar para que no fueran atacados por los vampiros, pero aún así, Lucas no se libraba de los colmillos del sádico vampiro que lo violaba y le dejaba todas esas horrendas marcas en su cuerpo, da igual en donde fuera, la calle, en casa cuando su madre no estaba... Era imposible tomarse un descanso. Era una época de peleas, en donde vampiros y hombres-lobo estaban enfrentados, en la que los humanos eran solo simples juguetes frente a los ojos sin vidas de esos sádicos seres llenos de sed de sangre.

Un Vínculo con un Vampiro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora