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México observó a Rusia quién bebía un poco de chocolate caliente. El ruso se encontraba de visita en casa del tricolor y como hacía algo de frío este le había preparado un poco de chocolate.

El más alto se sentía algo raro, México estaba muy callado y tenía un mal presentimiento sobre eso. El latino siempre estaba alegre, sonriendo, cantando, bailando, haciendo desastre... Pero simplemente el mexicano se mantenía callado y algo cortante.

¿Habrá hecho algo malo?.

—México, ¿Estás bien?— Habló el más alto dejando su chocolate de lado, el menor se sorprendió ante esto. Ambos se miraron un poco y un silencio neutral abundó en la sala de estar del norteamericano.

—Eso debería preguntarte yo tripaloski. ¿Desde cuando hablas español? ¿No que solo sabías hablabas inglés y ruso, pinche muro?. — El soviético rió, apenas había entendido algo, pero le causaba risa el tono que había usado el latino.

El había aprendido algo de español pasando tiempo con el mexicano y poniéndole atención en todo , solo que no se atrevía hablar en español por temor a equivocarse y tener pésimo acento e pronunciación.

—Aprendí algo de español.— Habló algo lento, sintiéndose algo inseguro de haberlo dicho bien.

—No mames wey hablas español y yo aquí de pendejo tratando de sacar mi gringo y tripaloski interno— El ruso volvió a reír pero está vez junto al mexicano. Amaba los momentos así, dónde podía pasar tiempo con el país latino sintiéndose muy... Bien.

Pararon de reír y volvió de nuevo ese silencio neutro. México decidió romperlo e aclarar esa duda que hace días lo estaba matando.

—Tripaloski, Tú...¿jotearias conmigo?—

Silencio total. México se sintió atrapado por el mar de emociones que traía ese silencio. En momentos como esos se sentía como idiota por preguntar cosas que no eran necesarias preguntar, pero sin duda tenía ganas de saber que pasaba. Tenía que saber si Rusia estaba dispuesto a reforzar y mejorar su relación como amigos.

Más aquello no le quitaba el posible arrepentimiento que podía sentir crecer en su interior, en ese momento solo podía maldecir internamente y esperar no tener consecuencias por su tremenda pendejada.

«Verga wey, no dice nada..» pensó ya nervioso.

Agradecía a los dioses que podía mantener su firmeza ante el silencio que atrajo su pregunta. «Vamos di algo Rusia..» pidió con la mirada.

Pero Rusia estaba como piedra, su cara no decía nada... Se encontraba sin expresión alguna identificable. ¿Se había molestado? ¿Sentía indiferencia? ¿Le daba igual? ¿Tenía asco?.

Lo vio fruncir el ceño extrañado.

—¿Qué es jotear?— El latino lo miro neutral, no sabía que sentía en ese momento. Sí felicidad, frustración o cualquier cosa con la que se identificará en ese momento.

—No es nada rascacielos.

Vió como Rusia asentía y parecía relajar su cuerpo, por la confusión se tensó. El pequeño silencio indicaba que todo terminaría ahí.

—Sonó como algo importante, te veías nervioso. ¿Qué es "jotear"?.

—N-no es n-nada.— El ruso lo miro en silencio y decidió dejar el tema de lado e continuar tomando su chocolate. México suspiró aliviado y encendió la televisión, esperaba concentrarse en el lamentable programa de Televisa y dejar morir el tema.

Pero su subconsciente era mamón, y supo cómo joder aquel rato. Lentamente se le fue formulando en como llegaría a explicarle a Rusia que era jotear si es que llegaba nuevamente a preguntar.

Si era así, el tendría que decirle a Rusia lo que era jotear, lo cual le ponía nervioso. ¿Qué tal si no entendía su manera de reforzar la amistad? ¿Qué pasaría sí mal entendía las cosas? Lo asustaría y lo alejaría de el... O también estaba seguro que se ganaría su odio y asco.

El pánico parecía empezar a devorarlo por dentro. En cambio Rusia estaba tranquilo, pues, aunque no le hablase México; el después se enteraría de que era jotear.

Jotear Entre Compás.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora