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   La niña palida de ojos negros como la oscuridad observaban a su madre sentada en el césped de su patio trasero quién mantenía su mirada baja con un cigarro en la mano. Alejó su vista de ella y caminó hacia la puerta de la hbitación para ir junto a su queridísima madre.

- Mami, ¿Está todo bien? -Pregunta mirando como ella gira du cabeza y la observa a la niña.

- Sí, princesa. Todo está bien -A pesar de esas palabras, sus ojos colorados hinchados la delataban. La niña caminó un poco más y se sentó junto a su madre donde apoyó su cabeza encima del hombro de la madre.

- No llores mami.

- No lo hago, querida, solamente dormí mucho, no es nada.

- ¿En serio?

- Sí, pequeña, tranquila...

   La madre abrazó a la pequeña y quedaron así durante un largo rato. Un fuerte grito de una voz masculina resonó hasta la parte trasera de la casa. La mujer delgada y pálida soltó suavemente a la pequeña que casi dormida miró confundida, caminó a paso apurado hasta llegar a la puerta de la casa donde soltó un fuerte suspiro y entró. La pequeña Ana observó confundida la ventana donde lograba ver todo desde fuera. Miraba con detención cada movimiento que hacía su padre, como abofeteaba a su madre logrando marcar su pálida piel dándole un tono rojizo. La niña desde afuera bajó su mirada y suspiró. Se recostó en el césped y comenzó a mirar las nubes pasando imaginándose doferentes formas de ellas o historias incluso.

- ¿¡Pero qué está pasando aquí!? -Mientras estaba recostada mirando el cielo escuchó la voz de su hermano llegando a la sala donde estaban sus padres peleando.

- ¡Eso no te importa, inútil! ¡Ahora! ¡Vete! -El chico de piel dorada cerró sus puños contradiciendo las palabras de su padre maldiciéndolo por lo bajo- ¿Pero tú eres tonto o te haces? ¡Entiende! ¡Ve-Te! - Dijo acercándose a él con la mano en alto, una mano detuvo la acción que estaba por hacer el padre, la pálida mujer con una débil acción logró detener lo que su padre iba a hacer.

- A él no le hagas nada, ni se te ocurra tocarle un pelo, con él no te metas, hazme lo que quieras a mí. Haré lo que séa, pero á él no, por milésima vez que te lo repito  ¿Entendido?

- ¿Y quién te crees que eres mujer? ¿Uh? ¿Me desafías acaso? ¿Crees que no puedo hacerle nada a él? ¿O eso es lo que pienso? Verás hoy. Atormentaré a esta familia y no pensarás el mal que causaré en ustedes. En todos ustedes, y no creas que la tonta de Ana no está incluída. Verás, ya verás -Acabó diciendo dirigiéndose a la escaleras dando pasos pesados comenzando a subir escalón por escalón de la misma forma. La madre corrió hacia el niño abrazándolo con todas sus fuerzas.

- Prométeme cerrar bien tu puerta hoy ¿Sí? -Dice corriendo un mechón rebelde del chico.

- S-si, ¿Y Ana? ¿Que harás?

- Iré con ella, haré lo posible porque ese alcoholico de mierda no pase ni un pelo por ahí. Ahora, quédate aquí cerca, prepararé el almuerzo, ¿Sí?

—El niño asiente con la cabeza- ¿Papá no bajará?

- No creo, pero, no subas. Voy a llamar a Ana. -Y asi, salió de la casa y caminó hacia la niña recostada señalando las nubes y junto a sus dedos contándolas. - ¿Ana? ¿Mi niña? ¿Vamos adentro? Hay dulces~ -Dijo la última palabra alargando la e.

- ¡Sí~! - Se levantó rápidamente del suelo y corrió hacia adentro yendo a la mesa sentándose junto a su hermano quién la observaba con una sonrisa tímida, típica de él. - ¿Mike?

- ¿Sí, Ana?

- ¿Jugamos a UNO? -sonrió de oreja a oreja con el maso de cartas que sacó de su bolsillo.

- -Suspiró- Sabes que amo ese juego, pero siempre pierdo contra ti.

- ¡Pero hagámoslo igual!

- Está bien, tu ganas -Sonrió en lo que la hermana comenzó a repartir cartas a mala manera pero aún así dejándolo. Comenzaron a jugar a aquel adictivo juego, sabiendo el resultado final.
   Ambos jugaron y jugaron partida tras partida hasta que su madre acabó de hacer el almuerzo.

   Aquel día había pasado diferente a lo acostumbrado. Sin su padre todo era difefente, él era quién en el momento de cenar o almorzar, contaba los típicos chistes de papá. Aunque el alcohol fue oo que había afectado su personalidad ahora y en un futuro no muy lejano.

   La pequeña Ana se encontraba a punto de dormir, junto a su madre. Las amenazas de su padre rondaban en su cabeza, sabiendo que debe protegerla hasta que la niña crezca y "salga de su nido" antes de qur los traumas lleguen a su vida. Algo en lo que fracasó.

La madre se fue de la habitación por unos instantes para ir a la cocina por algo. Sin saber que las palabras que había dicho su esposo en aquél día, serían realidad. La puerta de la habitación fue abierta lentamente dejando ver una gran silueta alta, de hombros anchos observar todo desde la puerta. La niña dormía sin saber que una fatalidad estaba por ocurrir. El alto hombre camina hacia ella tomándola entre sus brazos y volviéndo a su habitación.

   Lo peor estaba por ocurrir...

   Actualidad 

  Manicomio, jueves 18:24

- ¿Ana? ¿Quieres decirme a qué se trata todo este problema mayormente hacia tu padre? -Dijo TaeHyung observándome con los típicos ojos de "pobrecita, debe tener un grace trauma". No hice más que soltar un suspiro y bajar mi cabeza- ¿Ana?

- Mipadremeviolóconsieteaños -murmuré hablando con velocidad y susurrando.

- ¿Qué? ¿Puedes hablar más lento, por favor?

Levanté mi vista sintiendo mi vena palpitar ante la estupidéz de el hombre frente a mí, ¡Tranquilamente se entendían mis palabras¡ ¡No es un puto sordo aún!

- ¡Que mi padre me violó a los siete años, carajo! -Grité con fuerza sintiéndo como nunca antes mis ojos cristalizarse al hablar de aquello, muy pocas veces hablaba de aquello, y en todas lograba contener mis lágrimas, pero frente a TaeHyung, algo provoca que me suelte junto a él, y a pesar de intentar asrsinarlo más de una vez, me siento segura cuando estoy junto a él en sus visitas los lunes, martes, jueves y sábados. Podría decir que eran los únicos días en los que me sentía la niña de siete años feliz de la vida y que se entretenía con sus muñecos todo el día. Y ahora mi muñeco es TaeHyung, la persona a la que de todas las formas posibles, sé y cómo, lograré hacerlo caer en la locura, hasta que acabe como un total psicópata, un masoquista, y yo como una sádica que adora verlo sufrir en lo que asesina gente. Adorando pasar un cuchillo sobre su cuello o brazos, adorando ver como él se resistiría a escapar de mí y mi locura, entrando él en la locura total, escapando yo de mi locura gracias a él. Gracias al tonto que se convierte en una bestia poco a poco. Y todo, gracias a mí. A la loca psicópata que asesinó a sus padres y a gran parte de sus compañeros de escuela con tal de venganza y pagar por todo lo que me han hecho sufrir, todo gracias a mí, gracias a una sádica, asesina y con mente psicópata que solo de centra en ver el dolor de sus enemigos y no solo ellos, toda persona que me rodeé, adoraré verlos sufrir, no importa quién, mi mente sádica solo se centrará en una sola cosa. Y esta cosa, es lograr cambiar por completo la mentalidad de TaeHyung hasta que sea un completo loco por asesinar, un masoquista por mis tratos y que sus pensamientos se vuelvan pura maldad y tristeza, pensando en queres volver a su realidad...





I'm back again

Me puse toda crasi escribiendo ese final del capítulo xd,

lamento que sea corto kbrones, espero que séan más larquitos los capítulos UwU

bai

The dream of the Psycho || Kim Tae HyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora