CAPITULO 5

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El sol brillando en el cielo azul, resplandeciendo sobre el verde campo humedecido por la brisa matinal, el aroma a tierna hierva naciendo de la tierra fértil. Desde aquel noche en que Terry le robo un beso a Cam, parecía que en su pecho había nacido un nuevo sentimiento que hacía que le latiera el corazón cada que recordaba la húmeda boca del chico, su perfume y su suave piel. Esa mañana los alumnos tenían clase de quitación así que era de las pocas veces que podían de alguna manera disfrutar del sol y el aire fresco, no era muy común que Terry se pasera en dicha clase puesto que él tenía su establo y caballo particular, además de que él podía montar a la hora que se le pegara la gana, pero ese no era el motivo por el cual se encontraba ahí, sus profundos ojos aguamarina buscaba con desesperación algo o más bien a alguien.

- ¿Terry Grandchester en la clase de equitación? – dijo Louis al joven pelirojo con el que se encontraba.

- ¿El noble? – cuestionó curioso el joven pelirojo – el que enviaron hace varias semanas a nuestra aula – se le quedo mirando.

- Su galanura es una grosería para nosotros – Louis frunció los labios – es muy popular entre las chicas – aseguro – pero parece que no hay nadie que le interese todavía – explico – si no fuera hombre seguramente trataría de conquistarlo – suspiro.

- Deja de decir estupideces – el joven pelirojo no podía apartar la mirada de Terry.

- ¿Cómo puedes decirme eso? – respondió Louis – cuando tu no le quitas los ojos de encima – se burló – no me salgas con eres... - ya no termino la frase pues Eliseo lo volteo a ver con reproche y rabia.

- Vamos – Eliseo subió al caballo, estaba por golpear los flancos del caballo pero antes de hacerlo volteo a ver a Terry de nueva cuenta – ¡Eres muy atractivo! – dijo el jovencito e hizo reparar a su caballo para que corriera a todo galope. Terry parecía decepcionado al darse cuenta de que Cam no estaba ahí, habían pasado dos semanas desde lo que sucedió en su habitación y el joven rubio parecía haber desaparecido del colegio, no había ido a la colina, además estuvo espiando a sus vecinos, los hermanos Cornwall, para saber si les hacía alguna de sus visitas nocturnas, estaba por retirarse cuando una conversación llamo su atención.

- ¡Alistar! – un jovencito llego corriendo al donde el chico de anteojos - ¿Qué pasa con Archie? – cuestiono – acaso no vendrá a la clase.

- No mi hermano no asistirá hoy – respondió Stear algo decepcionado.

- ¿Se siente mal? – seguía los cuestionamientos.

- ¡No! – Alistar puso cara de seriedad – el muy oportunista fue a hacerle compañía a Cam – añadió con un dejo de molestia – como él no se sentía bien la directora le dio autorización de faltar a la clase – Stear sabía que a Cam no le gustaban los caballos y el tío Williams también se tomó el tiempo de informarle a la directora del problema de su hijo adoptivo – así que le pidió a mi hermano que cuidara de él – se encogió de hombros.

- ¡Vamos entonces! – el joven ya no cuestiono y e hizo dar vuelta a su caballo para ir a donde ya estaban sus compañeros, dejo a Stear observando en el bosque.

- ¡Archie, Archie! – Stear sonrió con melancolía – se bien cuáles son tus sentimientos hacia Cam – cerro los ojos – espero que todo salga como lo has planeado – suspiro – yo te quiero tal y como eres – levanto la vista y miro al cielo, del mismo modo que su compañero hizo que su caballo girara para reunirse a la clase.

- Tks – Terry chasqueo la lengua, estaba parado detrás de una árbol para evitar ser descubierto escuchando conversaciones ajenas, no supo en qué momento sus piernas empezaron a moverse con desesperación al igual que su corazón. Archie estaba sentado sobre el verde césped, junto a él estaba Cam que tenía las piernas flexionadas contra su pecho y las abrazaba.

UN EXTRAÑO Y LOCO AMOR...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora