Baby Boy [l.s]

Capítulo 19

Sus boca subía y bajaba sobre mi miembro, succionaba con sus labios toda mi longitud, haciendo ruidos húmedos al separarse.

Se alejó, tomando mi miembro con su mano, empezando a masturbarme, llevándome al borde de la locura.

—Ah, ah, papi, más rápido, ya casi me vengo...— dije a duras penas, con la respiración agitada.

Mis gemidos agudos salían sin control de mi garganta, apretaba el sofá con mis manos, casi enterrando mis uñas en el.

Sentía el orgasmo muy cerca.

—Eso es cariño, córrete para papi.— susurró con voz gruesa, claramente excitado por el momento.

Empecé a mover mi pelvis, simulando estocadas en la mano de mi daddy, solo bastaron unos segundo para que por fin llegara al orgasmo.

Con un grito agudo me corrí en la mano de mi novio, liberando mi esperma entre sus dedos, llegando a caer hasta mis muslos.

Mire a mí papi, tratando de recuperarme.

Me dedicó una mirada seductora antes de meter sus dedos en su boca, quitando el semen que tenía entre ellos.

Sentí una corriente eléctrica recorrer mi columna, hasta ahora, la imagen más sexy que he visto.

Tomó mis caderas y de un tirón me acercó a él, pegando sus labios con los míos, devorándolos con ansias.

Rodeé su cuello con mis brazos, atrayéndolo más a mí.

—Te amo, Harry.—dijo sobre mis labios.

Sonreí, mi ritmo cardíaco se aceleró, amaba estos momentos con el, amaba todo de él.

—Yo también te amo, Lou.— susurré, volviendo a unir nuestros labios.

La tarde de ese día transcurrió tranquila, vimos películas toda la noche, abrazados hasta quedarnos dormidos.

A la mañana siguiente me desperté gracias al hambre, con un olor delicioso entrando por mis fosas nasales, decidí bajar a la cocina a averiguar que estaba cocinando mi daddy.

A mitad de las escaleras pude escuchar como Louis hablaba con alguien, nadie respondía, así que supuse que estaba hablando por teléfono.

Guardé silencio, para intentar escuchar mejor.

—Sí, está bien...te veré en la noche entonces.— dijo Louis, con tono de voz bajo.—¿Harry? No, no te preocupes por el, no se enterará.

Me quedé estático, no sabía que pensar o hacer.

Quise entrar a la cocina y pedirle una explicación, pero no sabía de que se trataba, así que planee otra cosa, seguiría a Louis y averiguaría las cosas por mi cuenta.

Solo esperaba que no fuera algo malo.

Entré a la cocina como si nada, haciendo algo de ruido antes para advertirlo.

—Buenos días, papi.— dije mientras me tallaba un ojo, cómo si acabara de levantarme.

Noté como se puso tenso al escuchar mi voz.

—Vale, sí, gracias, nos vemos.— colgó rápidamente, metiendo su celular en su bolsillo.—Buenos días, amor, ¿cómo dormiste?— me miró con una sonrisa en los labios.

Me acerque a el rodeando su cuello con mis brazos, dándole un beso rápido en los labios.

—¿Con quién hablabas, Lou?— dije con una mirada inocente, para que no sospechara nada.

—Con unos amigos de la universidad, tendré que reunirme con ellos hoy para hacer un proyecto.— dijo, dándome un beso en la mejilla al final.

Obviamente me mentía y se sentía horrible, pero tenía que disimular, yo averiguaría las cosas por mi cuenta.

—Vale...¿desayunamos?—cambie el tema, para evitar problemas.

Tenía un mal presentimiento, esperaba de todo corazón estar equivocado.

El día transcurrió tranquilo, estuvimos relajados toda la tarde, viendo televisión o escuchando música.

Al anochecer Louis se arregló, saliendo del cuarto muy bien vestido y oliendo mucho a su perfume favorito.

—¿No crees que es demasiado para ir a hacer un proyecto?—dije mirándolo de arriba a abajo con una ceja alzada, el solo rió.

—Sabes que me gusta arreglarme, estás exagerando.— elevó los hombros, restándole importancia.

Se acercó a darme un beso en la frente, despidiéndose para después salir de casa.

Mordía mis uñas con nerviosismo.

Tal vez tenía razón, estaba exagerando, estoy seguro que Louis no me engañaría, el me ama.

Quería confiar en el y quedarme pero no podía estar tranquilo, así que me levanté y lo seguí.

Tomé un taxi hasta el lugar donde marcaba Google Maps, pude rastrear a Louis sin problema, se encontraba en un parque un poco alejado de casa.

Mi miedo aumentó, hacía frío y era muy tarde, ¡nadie hace proyectos en un parque en estás situaciones!

Llegué, pagué el taxi y baje, empezando a caminar con cuidado en el parque, observaba por todos lados, tratando de encontrar a Louis.

Lo encontré, sentado en un banco, dándome la espalda, podía ver qué tenía el celular, estaba hablando con alguien; me escondí entre unos árboles, esperando que algo raro pase.

Louis se levantó, mirando hacia el frente con una sonrisa, seguí su mirada, un chico se estaba acercando a él.

Tenía un hoodie, no podía verle el rostro.

Louis lo abrazó y sentí como mi corazón se partía en dos, el chico tomo la capucha de su suéter y se la quito, quedé anonadado, no podía creer de quién se trataba.

¿¡Zayn!?

[...]

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