15.

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Capítulo 15.- “Nunca te vayas de mi lado”

Ese día había estado bastante preocupado… Le pregunté a Yixing si ya había recuperado su teléfono, la respuesta fue negativa… Todo era tan extraño.

Decidí volver a casa lo antes posible. Quería descansar y dormir por largas horas.

Era una mañana fría, la lluvia se hacía cada vez más torrencial, el olor del asfalto mojado entraba por mi nariz. Apenas podía sentir mi cuerpo, en realidad no lo sentía, pero era doloroso. Tenía un gusto a sangre en mi boca. Una ambulancia de color oscuro se acercaba. Traté de ponerme de pie, pero era inútil. Miré a mi izquierda. Ahí estaba mi mano, sin embargo no estaba pegada a mi cuerpo… Sobre la palma había un corazón que latía y latía, cada vez más lento, hasta que se detuvo… Quería huir, pero era imposible… Justo antes de desvanecerme vi una luz con una silueta borrosa en ella, pero podía decir que era de un hombre alto que caminaba en línea recta hacía el origen de aquel resplandor hasta desaparecer en ella…

Desperté.

Aún no amanecía. Eran las 03:46 a.m. y estaba lloviendo, Kris dormía… Su respiración era suave, su apariencia tierna… Después de todo este tiempo junto a él me fui dando cuenta de que él no era el chico rudo con mirada amenazante y fría que aparentaba ser… No, él en realidad era amable, bromista, sincero, de vez en cuando algo torpe. Kris me hacía feliz, no podía perderlo, no otra vez… Ahora era cuando más debía tenerlo cerca… Tenerlo cerca para nunca más dejarlo ir.

Bajé a la cocina y bebí un vaso de agua, luego volví a dormir, pero esta vez junto a Kris.

Al despertar de nuevo ya era de día. A pesar de la lluvia que había caído anteriormente el clima estaba bastante agradable. Era el día perfecto para gastar mi tiempo haciendo cosas divertidas con Kris. ¿Escuela? No, esta vez dedicaría mi tiempo en aprovechar a mi asombroso novio.

- No recuerdo haberte invitado anoche… - Dijo Kris con una sonrisa. - ¿Acaso tenías miedo?

- ¿Se supone que no puedo? – Lo abracé. – Sólo quería estar contigo…

- ¿No irás a clases?

- Mi escuela está libre hoy – Mentí. - ¿Quieres salir a algún lado?

- Ya veo… - Cerró los ojos. - Me gustaría ir al parque de diversiones…

- ¿En serio? – Sonreí. – Está bien, iremos al parque de diversiones y nos aseguraremos de hacer muchas cosas…

- ¿Por qué quieres salir?

- Nunca hacemos ese tipo de cosas… ¿No crees?

- Tienes razón… - Rió. – Bueno, entonces iré a prepararme para salir… ¿Quieres que cocine algo para el desayuno?

- ¿Qué? No, será mejor que yo lo haga, tú ve a vestirte… O haz lo que sea que tengas que hacer…

- Está bien…

Kris salió de la habitación. Yo medité por un instante mirando hacia el techo. Existían muchas cosas que siempre he querido hacer con él y hoy era mi oportunidad de hacerlo…

Bajé a la cocina y preparé el desayuno, algo simple, pero delicioso. No quería perder mucho tiempo cocinado así que hice algo rápido.

Kris aún no estaba listo, así que también fui a arreglarme. Escogí algo casual, mis Vans SK8 HI negras, jeans oscuros, una camiseta gris y una sudadera con estampado de leopardo, cremallera y capucha… Así era como me vestía normalmente, colores oscuros y estampado de animales. También agregué un par de accesorios, collares, anillos y brazaletes, todo con adornos de calaveras. Era perfecto. Pero algo faltaba, era mi mochila de lona color beige con diseño… ¿Qué la hacía tan especial? La marca, era Gucci, por supuesto… Y bueno, era uno de los tantos regalos que Kris me había dado.

Cuando regresé a la cocina, Kris ya estaba preparándose para comer. Se había puesto cosas muy vanguardistas, como de costumbre. Últimamente él se veía mejor que antes, su cabello había vuelto a ser rubio y me agradaba que no perdiera su gusto por la moda. Esta vez él iba con una sudadera de cuello redondo en color vino y jeans oscuros. Por alguna extraña razón Kris llevaba las mismas Vans que yo traía puestas, sólo que en un color rojo que hacía juego con lo demás. Yo lo veía como una adorable forma de llevar prendas de pareja… En fin, Kris se veía bastante juvenil y todo lo implementaba con accesorios que lo hacían ver más moderno.

Desayunamos y hablamos de cosas casuales, el clima, noticias y de las cosas que nos gustaría hacer en el parque. Kris tenía un alma de niño pequeño, sus ideas en el parque de atracciones se veían interesantes y él se notaba bastante emocionado.

- ¿Qué te gustaría hacer? – Pregunté.

- Son muchas las cosas que me gustarían hacer – Dijo Kris. – Como pasear en la rueda de la fortuna, en la montaña rusa, que por cierto, debe ser la más extrema, carros chocones… - Sus ojos brillaban.

- ¿Por qué quieres hacer tantas cosas?

- Para serte sincero… Nunca he estado en un parque de diversiones. – Dijo con la cabeza baja.

- ¿En serio? ¿Por qué? – Pregunté. – Se ve que te gustan mucho esas atracciones…

- No sé si sabrás, pero… - Hizo una pausa, suspiró y continuó. – Cuando era pequeño mi madre falleció… Para mí es un castigo hablar de esto…

- No es necesario que…

Traté de detenerlo, iba a contar una historia que yo ya conocía. Y sabía que él sufriría contándola…

- No, - Me interrumpió. – Debes saberlo… Bueno… - Tomó una bocanada de aire. – Como te decía, mi madre falleció cuando yo era pequeño. No sabes… No sabes lo horrible que fue para mí presenciarlo. Ellos, esos malditos hijos de puta, la hicieron añicos… Yo tenía seis años… Ellos no hicieron nada, solo dejaron que yo viera como la destrozaban para luego encerrarme en un armario. – Sus ojos se aguaron. – Estuve tres malditos días encerrado sin dormir, ni comer, ni beber. Estaba muriéndome, pero eso no me importaba. Yo era tan sólo un niño, pero, en mi interior, entendía muy bien lo que sucedía. Mi madre era la única persona que me conocía tan bien… Y la perdí… Nunca fui el hijo que le decía “te amo” a su madre todos los días… Y me arrepiento de eso hasta el día de hoy… - Hizo una pausa. – En fin, después de eso, entré en una depresión muy profunda. Nunca salí de la casa de mi madrastra, ella no me quería, se aprovechaba de la enfermedad de mi padre, yo era una mierda para ella y nunca pude desenvolverme como un niño normal… Mi sueño era ir a un parque de atracciones con mi madre, más bien, eso estaba en nuestros planes, hasta que murió…

- Kris… No deberías…

- Estoy bien, el sicólogo dijo que estaba bien que le contara a alguien esto… - Sonrió falsamente. – Como sea – Secó sus lágrimas. – Será mejor que nos vayamos, debemos aprovechar muy bien este día…

- Tienes razón… Mi deseo es que este día ambos hagamos buenos recuerdos… - Sonreí. – Vamos…

- Sabes… Tú eres la única persona que amo… Y te lo diré las veces que sea necesario, incluso, lo diré aunque no lo necesite. Porque quiero que sepas lo importante que eres para mí… - Me miró a los ojos – Me aseguraré de protegerte… Eres mi novio… Nadie te dañará, daría mi vida por ti… Tú, tú eres muy especial para mí.

- ¿Dar tu vida por mí? No digas eso, es espantoso…

- Si estás conmigo no será necesario dar mi vida por ti… Así que nunca te vayas de mi lado…

- No lo haré, siempre contigo… - Sonreí.

- Te amo… - Sujetó mi rostro con sus cálidas manos  y plantó un tierno beso en mis labios.

Ambos nos miramos y reímos. Parecía que el amor nos entorpecía… Luego nos percatamos de la hora, ya habíamos perdido dos horas y media en casa.

Ambos terminamos lo que fuera que nos faltara, y salimos. Ya que no teníamos carro debíamos caminar un poco hasta poder hallar taxi. Íbamos de la mano, la gente nos observaba con horror, ¿y qué? Ambos éramos felices de esa forma…

Encontramos un taxi que nos llevó a nuestro destino. Hoy, me hice una promesa. Una promesa en la cual yo debía hacer sólo hermosos recuerdos para Kris. No más preocupaciones, no más problemas. Sólo felicidad.

Perfectamente Imperfecto [TaoRis].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora