Perfectamente Imperfecto [TaoRis].

21.

Capítulo 21.- “¿Eso es todo?”

Ya había amanecido. Eran las dos de la tarde y había despertado con un fuerte dolor de cabeza, casi como una horrible resaca, con la diferencia de que no había bebido… No tenía ganas de moverme ni de abrir los ojos.

Estiré el brazo hacía la izquierda tratando de palpar y sentir a Kris, pero no estaba ahí. Lo único de él en la cama era su aroma impregnado en las sábanas y yo… Sí, yo. Porque yo le pertenecía.

Quería seguir durmiendo, pero también quería estar cerca de Kris. Porque simplemente en mi interior sentía la necesidad de estar cerca de él y no dejarlo ir nunca… No parecía algo fuera de lo normal, pero algo me decía que aprovechara cada segundo…

A pesar del jodido dolor de cabeza hice el intento de levantarme, buscar ropa interior y algún pantalón e ir al baño. Casi muero al ver mi reflejo en el espejo ya que era espantoso. Normalmente solía despertar algo despeinado y nada más, pero esta vez era diferente. Mis ojeras eran aún más notables y mi cara estaba extrañamente más pálida… Solía despertar así cada vez que tenía una horrible pesadilla, pero no recordaba haber tenido alguna en el transcurso del sueño.

¿Y si quizás todavía estaba durmiendo y todo lo que pasaba hoy era solo una parte de un sueño? Todo se veía real, así que descarté esa posibilidad.

Bajé las escaleras para encontrarme a Kris muy concentrado en la cocina preparando algo que parecía ser spaghetti… Supongo…

- ¿Ya despertaste, bebé? – Preguntó Kris cariñosamente sin perder la vista de lo que preparaba.

- Sí, con un poco de dolor de cabeza… - Me acerqué a él. - ¿Qué haces?

- Spaghettis… Creo que los estoy haciendo muy bien. – Dijo con una sonrisa de orgullo. - ¿Quieres que busque algún medicamento? Tampoco te ves muy bien… ¿Quizás estás enfermo?

- No creo que me haya enfermando…. Tampoco necesito medicamentos…

- ¿Seguro? – Preguntó mientras servía la comida en platos bonitos y los dejaba en algún lugar de la cocina.

- Sí… - Me acerqué más. – Puede que solo necesite esto…

- ¿Qué c-… - Dijo siendo interrumpido por un suave beso.

Me alejé y sonreí débilmente.

- ¿Eso es todo? Ven acá, Zitao…

Kris me tomó de la cintura apegándome a su cuerpo y comenzó a lamer y besar lentamente mis labios y mi cuello.

- Puede que también necesite esto… - Dije soltando una pequeña risa.

Me llevó a la mesa de la cocina donde me senté separando mis piernas para que Kris se acercara más. Posó su mano izquierda en mi rodilla recorriendo mi muslo mientras con la derecha sujetaba mi rostro y acariciaba mi cabello de vez en cuando.

- Me estoy sintiendo mejor de apoco… - Dije. – No te detengas…

- Te haré sentir mejor que nunca, Panda… - Dijo mientras subía su mano izquierda desde mi rodilla al botón de mi pantalón. – Como si ese dolor de cabeza nunca hubiera estado ahí.

Mi torso estaba desnudo y tampoco quería ser el único en estar en esas condiciones, así que le quité la camisa a Kris y acaricié su cuerpo… Su piel se erizaba, podía verlo… Me gustaba ser el único capaz de hacer eso.

Quitó por completo mis pantalones lanzándolos en algún lugar de la amplia cocina, luego también quitó los suyos tirándolos cerca de los míos.