Capítulo 8

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Un día desapareció.

Ya no estaba su sonrisa. Ya no estaban sus regaños. Ya no estaba su frialdad. Ya no la podía sentir.

"Prométeme que vivirás"

Fue lo que decía el papelito mal cortado sobre la camilla. Pero una vez más él intentó romper su promesa; ésta vez adrede.

Sus amigos la odiaron porque no podían dejarlo solo ni al dormir; cualquier cosa era una posible arma y cualquier situación era buena para morir.

Porque él no quería vivir sin ella.

Por su parte, la fe ciega que ella poseía le impedía creer que él fuera a romper esta promera.. perdón, la fe ciega que tenía en sus amigos, impedía creer que fueran a dejarlo romper esta promesa.

Porque si uno moría.. el otro también.

Fue difícil, el único hábito que no pudo cambiar fue el esperar en la puerta de entrada para escuchar sus pasos. Pero eso nunca pasó.

Dos años bastan para olvidarse de alguien al que ya no hablas..porque las personas van y vienen; porque un día es la única persona que te entiende, y al otro es un completo desconocido.. y viceversa... porque un desconocido puede convertirse en tu mejor amigo. Es un ciclo.

Pero eso tampoco pasó; siguieron aquellas imágenes clavadas en sus mentes como aferrandose a lo único que los mantenía vivos.

Ella no volvió a tener heridas frescas en la piel. Él no volvió a romper una promesa ni a sus vicios.

Y así como se fue.. regresó. Un día sintió aquellos pasos en el departamento; nunca pudo mudarse o cambiar de llave.

Entonces cuando la vio, desvió la mirada. No sabía que sentir, pues sentía demasiado, tanto que era abrumador. Ella se acercó a él, como siempre lo hacía cuando iba a ser regañado.

Pero se notaba el cambio.. ella ya no iba a regañarlo solo para tener su dependencia y él ya no iba a llorar para ser perdonado.

El abrazo que se dieron dolía.. dolía porque ella estaba apretando su cintura con las piernas y él apretaba sus brazos en la de ella.

Luego sus labios dolían por la intensidad de sus besos. Sus ojos dolían por el escozor de las lágrimas. Sus corazones dolían porque, muy en el fondo de su ser, creyeron que sería mejor estar separados. Pero sonreían.. sonreían porque estar separados, había sido la experiencia más cercana a la muerte que pudieron vivir.

Sintiéndose nuevamente, sabiendo que habían sobrevivido sin el otro, era como volver a respirar. Y supieron que todo iba a estar bien desde ahora;  porque no volverían a ser los mismos tóxicos de antes, y eso daba miedo; era como volver a iniciar; era descubrirlo y autodescubrirse una vez más, porque dos años es tiempo suficiente para cambiar hasta ser irreconocible.

"Mucho gusto.. Soy Lee Minho.. aceptarías mi solicitud?"

"Será un placer conocerte.."

"Es tu hora de prometer.."

"Prometer qué?"

"Que ya no te irás.. al menos sin avisar"

"No pensaba irme a ningún lado.. pero... lo prometo"

~●~●~●~●~●~●~●~●~

Espero les haya gustado~ ustedes saben que amo ésta forma de escribir~.. disfruté mucho hacerlo.

Por favor.. diganme si hay algún error o algo.

Sé que aún no terminé las otras.. pero necesitaba escribir esto! Jejeje..

Nuevamente, espero que lo hayan disfrutado!!

Cekyu ♡

||Promises|| (Lee Know) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora