Capítulo 4

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El árabe.

Esta solo, frente a ella.

El teléfono cae de sus manos al suelo cuando el ascensor chilla atascándose y de repente, todo queda a oscuras.

—¡¡Oh por dios!! —Ella grita y olvida que acaba de encontrarse con el árabe pedante.

Segundos después, la luz de emergencia deja de titilar y vuelve a encenderse, dejando al ascensor con una iluminación tenue.

Con sus manos entrelazadas y sus piernas semi cruzadas Amir deja de mirar al suelo y alza la vista a través de sus lentes viendo al frente, hacia ella.

—¿Puede callarse? —El susurra con prepotencia.

—¡¡NO!! —Ella grita— ¡Usted no entiende!

El niega con la cabeza.

—No, no entiendo. —Asegura.

—¿Cómo puede estar tan tranquilo? —Alza la voz— ¡¡Estamos encerrados!!

—¿Y?

—¿Pero qué le pasa? —Ella solloza.

—A mi nada, pero a usted sí. —Susurra— Mírese —La señala— Parece una loca, una niña.

—¿Pero cómo se atreve?

Amir deja de mirarla y cierra los ojos nuevamente, recostando la cabeza sobre la pared de acero inoxidable.

Los teléfonos de ambos comienzan a sonar pero Emily ignora el suyo por su estado de pánico.

—¿Si? —Amir contesta la llamada de su mano derecha Mihair.

—¿Señor está bien? ¿Por qué no me espero? ¿En cuál ascensor esta?

Amir observa todo el ascensor y resoplando burlón Murmura:

—No tengo idea.

—Los administradores del hotel llamaran a los bomberos. No se preocupe, lo sacaremos, dígame si está bien señor...

—Lo estoy Mihair, esto no es la gran cosa. —Susurra y luego se calla al ver a Emily llorar— Aunque... sabes qué. No me parece una mala idea que los bomberos vengan.

—¿Hay alguien más con usted señor?

—Sí. Una chiquilla llorona. —Resopla enojado.

—Señor... el gerente del hotel pregunta quién es la persona junto a usted.

—Una empleada. —Responde a secas.

Emily lo ve finalizar la llamada y con los ojos en blanco imagina como se abalanza sobre él y le cae a golpes.

¡Definitivamente, este hombre es insoportable!

Apretando los dientes ella se contiene las lágrimas y se agacha para tomar el bolso. Busca su móvil y encuentra nueve llamadas perdidas de Katherine y cuatro de Jason. Va guardarlo de nuevo cuando el teléfono vuelve a sonar.

Es Jason. Ella atiende inmediatamente, al menos, escuchar una voz familiar y muy querida ayudara a calmarle.

—¡¡Emily!! ¿Cariño dónde estás?

—¡¡Jason por favor!! —Ella chilla.

—¿Estas en el ascensor? ¿Eres tú la que está junto al árabe?

—¡¡Sí!! Por favor sáquenme de aquí... me estoy muriendo. ¡¡Tengo un ataque de pánico!!

—Dramática. —Amir susurra mientras resopla al mismo tiempo.

Moriría Por Ti © (Disponible en Dreame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora