Primeras tres horas
La fresca brisa nocturna era incapaz de quitar la sonrisa del par de jóvenes, que caminaban tomados de la mano por las desoladas calles. Jeongguk sentía que caminaba entre las nubes al tener la cálida y pequeña mano del rubio entrelazada con la suya, andando a paso tranquilo hasta llegar a su modesto complejo de apartamentos. Ventaja suya, la de vivir relativamente cerca a su lugar de trabajo.
–Recuerda que te reportarás enfermo mañana, eh, Minnie. – Bromeó el menor abriendo la puerta con delicadeza.
El nombrado soltó una suave risilla asintiendo para entrar al lugar, no ingresando demasiado, pues sus modales se lo impedían.
–Tú tendrás que llamar a mi jefe... o de lo contrario no me cre...¡achís! – La frase del rubio fue interrumpida por un adorable estornudo, casi como si un gatito se hubiese resfriado.
Jeon mordió su labio inferior, sintiendo como su interior se derretía producto de ternura, en definitiva, Jimin era el ser más precioso que hubiese tenido la dicha de conocer. Cerró la puerta tras de sí, para quitarse las zapatillas y dejarlas en la entrada, al instante en que su acompañante realizaba la misma acción para poder dirigirse por fin, hacia el interior del lugar.
–Oh, debí haber comprado snacks o algo para comer. – El mayor susurró con un dejo de pena y un ligero rubor sobre sus mejillas.
–Descuida, tengo algo de jajjangmyun que podemos comer ahora. – Mencionó el dueño de casa, encendiendo las luces hasta llegar a la cocina para hervir un poco de agua.
–Mañana te compraré más, Kookie. – La lengua del mayor pasaba tentativamente por sus labios resecos, producto del nerviosismo, después de todo no imaginaba encontrarse en el hogar de su amor platónico, luego de esperar por él toda una semana. – No quiero que te quedes sin comida por mi culpa. –
El pelirrojo parpadeó un par de veces, perdiéndose un poco en la exorbitante imagen frente a sus ojos, diablos, se moría por volver a probar esos dulces labios. Sin embargo, alejó sus perversas ideas de la mente, no quería que Park pensara cosas que no eran, aun así, suspirando con suavidad, se acercó hasta el más bajo, quedando frente a frente, para rodear su cintura con ambos brazos y así apegarlo a su pecho, disfrutando de la esencia y el calor ajeno.
–Debes dejar de preocuparte, Minnie. – Susurró con suavidad, cerrando sus ojos. – Quiero compartir mi comida contigo. – Sus manos inquietas comenzaron a trazar figuras en la espalda contraria, sintiendo como los músculos deliciosos se tensaban bajo la ropa, con aquel roce.
–Pe-Pero... la comida es tuya. – Trató de refutar el mayor, llevando con algo de temor sus manos hasta la ancha espalda de Jungkook, tomándole la ropa.
–Minnie, en serio quiero que cenemos y no te preocupes por nada más que no sea yo. – Jeon apartó su rostro sólo un poco para poder contemplar las facciones contrarias y sus sonrosadas mejillas. – Vamos a recuperar todo el tiempo que perdí en esta semana. Realmente te extrañé. –
Los almendrados orbes de Park brillaban ante las palabras de su compañero, sonriendo de manera automática; sintiendo como la temperatura de su cuerpo se elevaba sin precedentes. Jeon por su parte, un tanto encandilado con la belleza etérea de su mayor, comenzó a disminuir la distancia entre sus rostros, dispuesto a saciar sus deseos y volver a saborear al rubio.
El sonido del agua caliente estando lista, los obligó a separarse, con un Jimin encendido de la vergüenza y un frustrado Jungkook, ya habría tiempo de besarse, tendrían muchas horas para eso y más.
–Deberíamos comer y después ver una película o algo, ¿no? – Propuso Jeon, buscando en sus alacenas, los paquetes del alimento instantáneo que prepararía. –El baño es la segunda puerta del pasillo, si es que quieres lavarte las manos o algo. –
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Just one day [KookMin]
Romance¦ ❝ Sólo un día no es suficiente para sostener tu mano, veinticuatro horas es muy poco para que estemos juntos.❞ ¦ ✿ Minific KookMin ✿ Continuación de mi OS homónimo ¦ ¦ Just one day fue publicado el 16.03.2019 en el libro MATE ¦ ¦