Doce horas
Lo hermoso de una primera cita, era lo mucho que se podía aprender de la persona que se encuentra en el corazón, por ejemplo, Jungkook en aquel desayuno aprendió que su rubio era un mimoso en las mañanas.
Jimin permanecía con un puchero constante, pidiendo estar entre los brazos de Jeon y que lo alimentase con delicadeza entre caricias, lo cual, obviamente hizo con mucho gusto. Compartir el calor corporal era cerciorarse que, en efecto, la fiebre había bajado considerablemente. Luego de optar por recostarse nuevamente en la pequeña cama de su apartamento, es que el menor frunció el ceño, después de todo, parecía que Park estaba acostumbrado a ese actuar, ¿sería parte de su día a día solicitar mimos de alguien al amanecer? ¿Vivía con alguien? ¡¿Cómo es que no había preguntado eso antes?!
No era momento de pensar en ello, todavía quedaba mucho por hacer, mucho de qué hablar. Un suspiro se coló por sus delgados labios al ver el reloj en su mesita de noche, ya eran pasadas las trece y veinte, su estómago rugía una vez más.
–Minnie. – Susurró acariciando los rubios cabellos de su chico, para acercar su rostro y besarle la frente, nariz, y bueno, todo el rostro en realidad. Tenía que aprovechar, ¿no? – Hay que levantarse de nuevo. –
–Mh...no. – Sonriendo, medio somnoliento, el mayor llevó sus manos a la espalda ancha del pelirrojo para apegarse más a él. – Cinco minutos más, Taetae. –
¿Taetae?
–Jimin. – Pronunció con el ceño fruncido, para ladear el cuerpo más pequeño y ubicarse sobre éste. – Estás con Jungkook, Jimin. –
Y sólo eso bastó para que el nombrado abriese los ojos, sonrojándose al instante. ¡Diablos, que había hecho!
–¡Kookie! – Llevó sus manos hasta su rostro para ocultar su vergüenza. – L-lo siento, Kookie. –
–Tsk. – Chasqueando la lengua, el menor se apartó conteniendo sus celos. Pasó su lengua por el interior de su mejilla, golpeando un par de veces antes de levantarse. – Como sea, iré a preparar algo ya que estás mejor. –
El cuerpo de Park se sintió ligero y al retirar sus pequeñas manos, pudo notar la espalda tensa de su no novio, ¡oh, no, lo había arruinado una vez más! Medio enganchado en las sábanas, se levantó rápidamente para abrazarse a su menor, apoyando su frente en la trabajada espalda de Jeon.
–N-No... no te enojes, Kookie. –
–No estoy enojado. – Su voz sonó tosca, pues a pesar de que se había sorprendido por el contacto, no negaría que seguía ligeramente molesto. –Pero no vuelvas a mencionar a tus otros ligues en mi cama o en el resto de la cita. –
¿Ligues?
Jimin parpadeó un par de veces y soltó el agarre, sólo para desenredarse de las suaves telas de cama que seguían entre sus piernas, con tal de poder caminar hasta quedar frente al de cabellos rojizos.
–Taetae no es un ligue, Kookie, no vuelvas a decir eso. – Las mejillas del rubio se abultaron y sus cejas se juntaron con ligereza, mientras posaba sus manos en sus caderas.
Rayos, Jeongguk desfallecía con la ternura de su chico, sin embargo, no cedería.
–Bueno, tu amigo con el que duermes, tu ex que no te ha superado, lo que sea. – Cruzándose de brazos, acabó su palabrería desviando la mirada.
–¡No digas eso de mi sobrino! ¡Él es un niño! – Y el rostro de Park enrojecía, mas lejos de ser fiebre, no era nada más que ira. Nadie se metía con su familia, nadie se metía con su adorado sobrino.
¿Sobrino?
– Quizás me apresuré con aceptar esta cita... será mejor que me vaya. – La furia desapareció del pequeño cuerpo del rubio, tan pronto como había llegado, dejando en su lugar una sensación de tristeza. Sus manos se relajaron y procuró voltear para caminar fuera de la habitación.
Un momento, ¿qué había pasado?
Jeon se quedó estático, con sus brazos cruzados, hasta que notó como la dulce figura de Jimin desaparecía tras la puerta de su cuarto, y sólo allí atinó a moverse, aproximándose a alcanzarlo.
–¡Lo siento, Minnie! – Dijo con desesperación, abrazándolo por detrás con fuerza. –¡Perdona, perdona! –
–Dijiste...c-cosas feas. – La voz de su mayor sonaba suave y sus orbes ya estaban cristalizados. – Eres mi novio... ¿p-por qué me dices esas cosas? –
¿Qué?
–¿Tu novio? – Fue lo único que pudo pronunciar el pelirrojo.
–Sí...lo somos, ¿verdad? – Y entonces Jimin tembló, ¡había confundido todo! – ¡Oh, que vergüenza! – No tardó en soltar volver a cubrir su rostro con ambas manos. – ¡Por favor olvida lo que acabo de decir! –
Sólo un par de segundos más y Jeon procesó, negando con la cabeza para apretar más al rubio contra su cuerpo.
–Ni creas, ya dijiste que eras mi novio, no puedes retractarte. – Una risilla se le escapó y apoyó su mentón en los sedosos cabellos dorados de su pareja. – Lo siento...hyung. – Mordió su labio inferior al decir aquello, ya comenzaba a acostumbrarse a ignorar los honoríficos, no obstante, quería que Jimin comprendiese que estaba verdaderamente arrepentido. – No volveré a decir nada así de tu sobrino. –
Por su parte, Jimin parecía derretirse entre los músculos de su menor, relajándose con el latir del corazón contrario resonando contra su espalda. ¿Latía así por él? Y el rostro de Park se encendió una vez más.
–E-Está bien, Kookie. – Asintiendo, suspiró para soltarse y poder girar, necesitaba ver el rostro de su novio. – No más palabras feas para mi familia, ¿bien? –
–Claro, no más palabras feas para la familia de mi precioso novio. – Sus dientes relucieron en una amplia sonrisa antes de que acercase sus labios a los ajenos en un casto beso. Definitivamente el beso había sido dulce, a pesar de que poder pronunciar aquella frase había sido incluso más apetecible.
Kook planeaba volver a atacar los esponjosos belfos ajenos, pero el gruñido desde su estómago cortó todo el ambiente, obligándolos a reír en el abrazo.
–Será mejor que pidamos algo de comer, Kookie. – Dijo el rubio. – No debemos seguir desperdiciando tiempo de nuestra cita, ¿verdad?
–Además de tener al novio más sexy, tengo al más eficiente, me saqué la lotería. – Tenían al menos media hora para poder aprovecharla en lo que llegaba la comida, ¿no? Y Jeon sabía perfectamente qué quería hacer. Una sonrisa se dibujó en sus labios mientras sus ojos parecían oscurecerse producto de las imágenes subidas de tono que pasaban por su mente.
Pero claro que el teléfono de su Min sonaría una vez más.
–¡El trabajo! – Y claro que Jimin correría a responder. Bueno, ya que, pediría algo de sushi y se conformaría con diez minutos de besos por parte de su inocente novio.
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Just one day [KookMin]
Romance¦ ❝ Sólo un día no es suficiente para sostener tu mano, veinticuatro horas es muy poco para que estemos juntos.❞ ¦ ✿ Minific KookMin ✿ Continuación de mi OS homónimo ¦ ¦ Just one day fue publicado el 16.03.2019 en el libro MATE ¦ ¦