Prólogo

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Nos encontramos en un día nevado en la ciudad de kuoh, es aquella ciudad o mas especifico en una de sus calles se encontraba una mujer de cabellos tan brillantes como el oro, cojeando mientras se apoyaba de una pared y se sostenía parte de su abdomen el cual estaba sangrando.

—Señorita, ¿está bien?  —una voz masculina se hizo presente con un tono de sincera preocupación mientras la mujer caía al suelo inconsciente.

"Se dice que los opuestos se atraen, y más si pareciera que son de diferentes mundos".

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Todo era oscuridad hasta que de repente una luz aparece en medio de todo ese negro para luego ver un techo.

La mujer de cabellos color oro alzó su torso de un sillón para luego escuchar una música agradable para sus oidos.

Los ojos color zafiro de la mujer pusieron su mirada en una rocola de la cual provenía tan agradable sonido.

Intensidad, timbre, dinámica, textura, melodía, ritmo, armonía, todo el contexto era distinto a la música que solía escuchar, es como si fuera de otro mundo y eso le agradaba.

Una sonrisa se formó en los carnosos labios de la mujer mientras cerraba los ojos y hacía movimientos con su mano, no eran movimientos erráticos, tenían un orden. La mujer estaba siguiendo el ritmo de la canción.

—Que bueno que por fin despiertas —la mujer fue sacada de su trance para luego ver a un hombre de cabellera castaña con unos lentes y unas tasas en las cuales salía un vapor.

La mujer instintivamente retrocedió en el sillón poniéndose a la defensiva.

—Tranquila, hice té —el hombre le extendió una taza a la mujer la cual temerosa la aceptó.

El hombre al tener su mano libre se dispuso a injerir el liquido ante la mirada de la mujer la cual al ver eso se dispuso a hacer lo mismo para después sonreír por el sabor agradable ante la mirada del hombre el cual devolvió la sonrisa.

—¿Cómo se llama señorita? —preguntó el hombre.

—... Anna...

—Mucho gusto Anna, mi nombre es Gorou Hyōdō.

"Huir de un matrimonio que no te gusta para enamorar perdidamente a un buen hombre con una vida por delante... para después irte sin decir adiós".

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Nos encontramos en la sala de espera de un hospital, en ella podemos ver a un infante de cabellos oscuros con ojos color azul mientras tenía puestos unos audífonos que estaban conectados a un walkman, el niño em particular tenía un ojo morado mientras a su lado estaba una niña de cabellos oscuros con ojos color violeta y estaba vestida con un kimono mientras miraba con tristeza al niño a su vez que lo tomaba de la mano.

Nos encontramos en la sala de espera de un hospital, en ella podemos ver a un infante de cabellos oscuros con ojos color azul mientras tenía puestos unos audífonos que estaban conectados a un walkman, el niño em particular tenía un ojo morado mien...

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—Issei... —un hombre de cabellera negra con algunas canas se puso de cuclillas para mirar al niño no sin antes darle una mirada de asco a la niña. —Tú padre quiere hablar contigo.

El niño parecía ignorar al hombre mientras miraba al suelo.

—Ya basta Issei, ya quítate estas cosas... —el hombre le quitó los audífonos para luego devolvérselos.

En niño entró a la habitación de un hospital para luego ver a varias personas de cabellera negra entre ellos una mujer muy parecida a la niña de la sala.

En niño entró a la habitación de un hospital para luego ver a varias personas de cabellera negra entre ellos una mujer muy parecida a la niña de la sala

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Todos veía con tristeza a un hombre calvo y con los ojos sumidos mientras tenía puesta una intravenosa.

—¿Por qué estuviste peleando con los demás niños Ise? —el mencionado simplemente miró al suelo —Issei...

—Mataron a un sapo que no les hizo nada... —contestó el niño mientras lagrimas amenazaban por salir al ver el estado del hombre.

—Eres igual a ella... te pareces mucho a tu madre y ella era una reina... la persona más bella que haya visto.

—Gorou, tienes algo para Issei ¿Verdad? —interrumpió el hombre.

—Claro... —el hombre tocó algo en sus sabanas que estaba envuelto en papel de regaño. 

—Aquí lo guardo Ise... —el hombre tomó el obsequio y lo puso en la mochila del niño.

—Ábrelo después de que me haya ido... —el niño se esforzaba por contener sus lagrimas mientras sus labios hacían un gesto de tristeza —Tu abuelo va a cuidar muy bien de ti, al menos hasta que tú madre regrese por ti mi pequeño mini rey, ella prometió regresar...

El niño comenzó a sollozar mientras lagrimas corrían por sus mejillas.

—Issei... tu mano —el hombre en camilla mostro su palma mientras veía el niño el cual miro a otro lado mientras lloraba —Issei...

—Ise, obedece —dijo el hombre mientras el niño negaba con la cabeza.

—Dame la mano I...Issei... —fue lo último que dijo el hombre para después un pitido de hiciera presente mientras los ojos color miel del hombre se empezarán a cerrar.

—No, no, ¡¡nooooooo!! —gritó el niño desesperadamente mientras era abrazado por las personas presentes.

"Dejar atrás a aquella persona que más te amaba con un hijo mientras le dabas una falsa esperanza que se aferró hasta el día de su muerte"

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—Mmmmmmm... ¿Por dónde empiezo?... mi nombre es Hyōdō Issei, tengo 17 años, estudio en Inglaterra... Ah, casi lo olvido... soy el hijo ilegítimo de Lady Pendragon.

 soy el hijo ilegítimo de Lady Pendragon

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