Svellia, día 3 de la Séptima Era, año 1078

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Hoy Lorenzo ha marchado a la batalla. Se ha llevado una buena cantidad de soldados sanos y ha dejado reposar a los heridos. Desafortunadamente, nuestras fuerzas están mermadas por la batalla contra Midgard, así que tan sólo ha podido reunir a unos cuantos para combatir.

La importancia de esta batalla es suma. Aún no tengo claro ni el enemigo ni el fin del enfrentamiento. Sólo sé que han asistido combatientes de bastantes lugares de Svellia y de diferentes partes del mundo, desde Isla Tormenta hasta las Tierras del Norte. Luchadores del Imperio de la Madre; del Imperio Umbrío, tropas del Consejo Regente de la Isla del Dragón e incluso el poderoso clan norteño de Guardia del Cuervo, además de guerreros de otras naciones como los de Lorenzo de Silva.

Como ya sabrán, no he podido acompañar al duque debido a mis heridas, aún abiertas y dolientes, que me provocaron en la batalla contra los mirdcenses. Pero puedo asegurarles, palabra de mestario, que, en cuanto regrese al campo de batalla, la cosa será bien distinta. Pienso derramar hasta la última gota de mi sudor por mi señor.

Memorias y otras batallasWhere stories live. Discover now