Svellia, día 17 de la Quinta Era, año 1082

5 1 0
                                    


Es el fin.

Nuestra reina, Raelith Belgram, ha muerto esta noche. Que Yahvé se apiade de su alma. 

Las tropas del reyezuelo han comenzado la invasión del Reino. La mitad del territorio forma ahora parte de sus dominios. Todos los pueblos y ciudades que había en su camino han caído sin apenas resistencia tras oír el fallecimiento, sin descendencia ni sucesión, de Raelith.

El general Owen Belgram, tras oír la muerte repentina de su nieta, se ha marchado de la capital poco después de oír la noticia. Nadie sabe qué va a ser del veterano militar. Con él se ha marchado la mitad del ejército. No tenemos unas huestes poderosas ni muchos recursos con los que mantenerlas tras la pérdida de nuestro territorio. Estamos prácticamente indefensos.

La mano derecha de Raelith, Hati Skorgarim, y su esposa, Danna, han sido proclamados en un consejo sumario como regentes debido al vacío de poder que ha provocado este acontecimiento, pues la reina no había designado a nadie como su sucesor, y han convocado una audiencia real para dentro de tres días. Los nobles que aún permanecen fieles a la corona asistirán para decidir el futuro del Reino. Hati tendrá un mensaje para ellos: sumisión o firmeza ante los enemigos. Su respuesta es aún incierta. ¿Querrán afrontar las consecuencias de mantenerse en pie como Reino? ¿O preferirán vivir de rodillas para asegurar sus privilegios y sus vidas?

Terminaré esta página diciendo sólo una frase: los caminos de Yahvé son inescrutables.

Memorias y otras batallasWhere stories live. Discover now