Memorias y otras batallas

Svellia, día 10 de la Tercera Era, año 1083

Las tropas del Imperio Umbrío han cruzado un paso estrecho para llegar a la costa norteña. Estaría muy bien, si no fuera porque la Compañía del Águila se ha opuesto a este movimiento. Y a Danna Skorgarim, a pesar de ser la más ferviente aliada del emperador Theogar, también.

Es por ello que los Reyes han movilizado a las huestes del noreste del Reino para situarse en el estrecho paso y evitar así el paso de las tropas umbrías. Hati y Danna temían que la respuesta del emperador se hiciera notar con fuerza en el Reino, pero aun así, han decidido no tentar a la suerte y atacar a las fuerzas imperiales con tal de tratar asegurar el dominio en los mares del Oeste.

Nuestros guerreros consiguieron posicionarse en el estrecho paso de forma que sirvieron como tapón. Un poco más tarde se nos unieron escudos de la Compañía del Águila, y esperaron la llegada de las huestes imperiales.

Y llegaron.

Eran el doble de los nuestros. No me han especificado el número de combatientes, pero un enorme ejército que trataba de abrirse paso por el camino.

Nuestros hombres fueron dirigidos por Sobek, quien dispuso defender el lugar con una formación en cuña de nuestros escudos, posicionando las lanzas detrás. En el centro puso a los aguileños, más experimentados, y a ambos laterales nuestros escuderos. Así, cuando sus escudos cargaron contra ellos, trataron de abrir una brecha en su perfecta falange para cuando pudieran cargar. Y así estuvieron un buen rato, sin conseguir sin embargo gran cosa. De este modo, Sobek intentó hacer la jugada inversa: hizo una media luna con la resistente línea sonatiense y nuestras defensas a ambos laterales, de forma que pudieran flanquear a los guerreros imperiales cuando estos cargaran. No obstante parece ser que esto fue visto de antemano por los umbríos, pues la perfecta y férrea formación pudo ocuparse de cada uno de los soldados sonatienses.

A pesar de los esfuerzos de Sobek y de nuestra tenaz resistencia, finalmente el elevado número de nuestros enemigos ha podido con los nuestros. Tras numerosas bajas, hemos tenido que abrirnos paso para dejar pasar a las huestes umbrías.

Afortunadamente los reyes han podido arreglar las cosas con el emperador gracias al pago de un cuantioso tributo. Desde luego, es innegable que sería imposible no sentirse orgulloso de un ejército que en poco tiempo ha podido hacer frente a las tropas imperiales. Tenemos mucho, mucho potencial.

Este mismo día, la reina ha presidido una ceremonia, donde se ha nombrado a Sobek Guardián del ejército de Sonata, debido a sus dotes de mando y de estrategia.