05.

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Han pasado ya cuatro días y todo ha marchado bien en el trabajo, sigo viendo como diariamente al señor Jorge, a Mala la veo diario para ir al trabajo y para comer, a quien no he visto es al señor Eduardo... No sube, sólo deja correos.

Camino en dirección al piso donde se encuentra Mala, debo dejarle unos papeles que le manda el señor Jorge.
Al llegar lo veo ahí parado, recargándose con sus manos en un escritorio hablando con una mujer guapísima, para ser sincera me da un poco de celos. Paso de percibida y lo ignoró, pasándolo para llegar a la oficina de Mala, a quien puedo ver desesperada leyendo unos papeles a través de sus anteojos.

Toco la puerta para poder pasar, ésta eleva su rostro hacia mi dirección y al verme sonríe, me hace un ademán para pasar y entró.

— Te noto bastante ocupada y tensada —.hablo tomando asiento en una silla que esta en frente de su escritorio.

— Estamos a nada del concierto y nos hemos atrasado con el trabajo, necesito que salga más que perfecta la cartelera, toda esa bola de idiotas dan sus ideas robadas y nada originales —.habla quitándose los anteojos.

Suelto una carcajada.— Bueno, pues el señor Jorge te manda esto —.digo sonriendo y dejando los documentos en su escritorio.

— Mira quien esta ahí... Eduardo—.hace una mirada pícara hacia un punto fuera de su oficina. — Te lo están bajando —.suspira.

— Es un idiota. Tengo que irme, debo acabar temprano porque mañana es la gran fiesta... —.pronuncio levantándome y saliendo de su oficina.

Mala me mira y me manda un beso. Comienzo a caminar mientras la miro por los ventanales, al igual que ella le envío un beso, siento chocar con alguien, alto y fuerte, rápidamente levantó mi rostro para verlo y es un chico con cabello castaño quebrado al nivel de sus hombros, nos estamos mirando con una sonrisa estúpida de culpa. Me separo de él, tapó mi rostro con mis manos.

— Lo siento, fue mi culpa, no estaba poniendo atención —.pronunció soltando una risita.

Éste ríe y niega con la cabeza.— Ni te preocupes, ¿cómo te llamas? —.sonríe y pasa una de sus manos por su nuca.

— Antonia, pero puedes decirme Tony —.digo mientras le ofrezco mi mano.

— Mucho gusto Tony, me llamo Jake, soy organizador de eventos, ¿tú de que área eres? —.pregunta sonriendo y mostrando un percing dentro y debajo de su labio inferior, se le ve súper genial, de verdad se ve guapísimo.

— Mucho gusto Jake, soy secretaria del señor Jorge Mur —.sonrió mientras lo veo a los ojos.

Éste me mira con curiosidad a los ojos y a la vez asombrado.

— Qué bien, todos hablan mal de ese puesto, dicen que es terrible como jefe, que es un mandón —.suelta una risita burlona.

Tiro una carcajada al aire y niego con la cabeza.— No lo creó, es un jefe muy genial, que mantenga una postura ante sus inferiores es otra cosa, pero bueno —.suelto un suspiro y Jake me mira con media sonrisa.

— Bueno, no importa, es lo que dicen. ¿Me pasas tu número? Para conocernos más, me caes muy bien, eres graciosa —.habla con una sonrisa de oreja a oreja.

No le veo nada de malo, me gustaría hacer más amigos, sólo conozco a Mala y necesito más, por lo menos para que cuando entre a alguna área me salude uno entre muchos.

— Claro, te lo paso —.sonrió y mientras dicto mi número celular veo a un Eduardo molesto mirandome, su ceño esta fruncido y confundido, ¿Qué le pasa?

— Genial, te mando mensaje en la noche, ¿de acuerdo? —.habla Jake guiñendome un ojo muy sonriente.

Siento como sube el calor a mis mejillas y sonrió ante él. Olvido que se encuentra ahí Eduardo, tan solo para que si le molesta, que tenga un vómito de bilis.

Necesito De Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora