U n o.

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— ¡¿Ya te podés ir?!

— Wey, me tomé la molestia de venir a verte y así me pagas.

— ¡A las 5 putas de la mañana! — Contestó entre gritos, México desvio la mirada algo nervioso, Argentina tenía razón, pero tampoco podía simplemente irse de allí.

— Es una larga historia. — Contestó con simplesa. — ¿Me dejarás pasar o no?

Argentina se recargo en el porte de la puerta, le dedicó una mirada seria y Preguntó. — ¿Por qué debería?

— Seas mamón... Porque te lo estoy pidiendo amablemente.— Comenzó a contar con los dedos.— Porque es lo menos que puedes hacer por mi, porque me amas, y porque lo necesito.

— ¿Por?

— Porque quiero estar contigo.

— ... A las 5 de la mañana.

— Exacto. — Sonrió tranquilamente, ocultando completamente la verdad.

Que había estado bebiendo y que hace poco había despertado a un par de cuadras del barrio donde vivía el de colores celestes. Sabía que si aquél país se enteraba de lo que en verdad pasó recibiría un pequeño regaño y vería la clara preocupación en su rostro, lo prefería enojado que angustiado.

El viento frío soplo nuevamente, al ser tan temprano ni siquiera había salido el sol y las temperaturas eran bajas. Esto se demostraba con el chico de sol. Que literalmente llevaba puesto casi todos sus abrigos juntos, y lo que más resaltaba era su camperón y bufanda, no saldría a esas horas para aguantar a su pareja y además pasar frío.

— ... ¿Y si me niego?

— Tu sabes lo que pasa, Argy.

— ... Chupame la pija México. — Se hizo a un lado de la puerta, y movió su cabeza en señal de que ingrese a su hogar.— Pasa, dale.

— Si quieres lo hago carnal, yo gustoso.— Comentó entrando.

Sin embargo el pie que puso su novio para que caiga lo hizo detenerse. Habia golpeando su cara, se sentó sobre sus piernas rápidamente dispuesto a reclamarle aquello a gritos pero nuevamente Argentina lo interrumpió.

Cerró la puerta sin dejar de mirar a México. — Mi cama tiene tres frazadas, ¿te sirve o querés más?

— Chinga tu madre.

— La tuya en vinagre, amor. — Respondió con naturalidad.

—  Y después quieres mimos hijo de la chingada.

— Seguí y te dejo afuera.

Novios. [MexArg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora