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El sol se asomaba a través de la ventanas de la casa de nuestra protagonista, quien se hallaba en la cocina preparando un gran desayuno, nunca antes se habia levantado temprano un sabado, pero ahora que tenia bajo su cuidado a ciertos pequeños, seria una excepcion.

Mientras tanto en el segundo piso se iniciaba una crisis, el pequeño Josuke, por más que trataba darle forma a su pelo no podía.

-Haces mucho escándalo- soltó el mayor levantándose de la cama para dirigirse al baño

Haciendo caso omiso el peliazul seguía intentando, gruñido tras gruñido pero no lograba lo que se proponía, comenzaba a molestarse, su dulce carita poco a poco se llenaba de un leve tono rojo y lo que parecían ser diminutas lagrimas. No se pondría a llorar, solo tenía complicaciones, eso era algo con lo que vivía cada día.

Sus intentos se vieron interrumpidos por el sonido proveniente de fuera de la habitación, la mujer subía por las escaleras directo a donde ellos se encontraban; Nervioso, el peliazul aceleró lo que estaba haciendo, dándose por vencido y aventándose a la cama.

-Buenos días- saludó la chica entrando con una bandeja en sus manos - Veo que tu amigo no ha despertado- comentó dirigiendo la mirada hacia el que solía tener cicatrices

El pequeño no sabía que hacer, la muchacha estaba sentada a su lado revisando los raspones de su amigo, estaba muy cerca de el, tan cerca que con poco esfuerzo podía percibir el dulce aroma de su cabellera. 

-Les he preparado el desayuno- dijo alegre la chica mientras instalaba un pequeño kotasu en el centro de la habitación, invitó al peliazul a tomar asiento mientras llamaba al mayor para que los acompañara. 

No bastó mas que con abrir uno de los platos para despertar al pequeño Okuyasu, quien de un brinco llegó a donde estaban los demas.

-Gracias por la comida- agradecieron los pequeños para dar inicio a su desayuno

En sus pequeñas caras se podia notar lo mucho que gozaban la comida, se alimentaban tan rapido que parecía que no hubiesen tenido un platillo frente a ellos nunca.

¿Quien sería capaz de abandonar a unas criaturas tan bellas? Se preguntaba Tn

Su tranquilidad se vió profanada al escuchar una melodía muy conocida, se trataba del tema principal del videojuego favorito de la protagonista, que provenía del teléfono de esta.

Se levantó llamando la atención de los niños, quienes no dudaron en seguirla para estar al pendiente de cualquier cosa que pudiese pasarle.

-¿Diga?- atendió el teléfono

-Me sorprende que contestes tan temprano en pleno sábado, ¿estas ocupada hoy?- se escuchaba la voz de la pelinegra del otro lado de la línea

-Puede ser, ¿Porque la pregunta? -

-Estaba pensando en una cita doble, hoy saldre a ver a mi amado Koichi y tal vez podria convencerlo de que llame a ya sabes quien para que nos acompañe- ofreció

Desde las escaleras los pequeños veían como la chica daba vueltas al pequeño espiral del teléfono, no lograban escuchar mas que lo que ella decía, estaban intrigados.

-No lo se... estoy un poco ocupada, ademas, creo que me explotaría el corazon si tuviera una cita con el... me gusta mucho- respondió apenada

-Esta bien, igual podremos intentarlo luego- finalizó la llamada, no fue cortante, asi era siempre su amiga. 

Dejó el aparato en su lugar y se dió vuelta para acompañar a los niños de nuevo, pero no tardó en darse cuenta de que estaban ahi.

-¡Vaya, me han dado un pequeño susto! ¿Terminaron sus alimentos?- pregunto, a lo que recibió unos timidos gestos en sus caras, dandole a entender que si. Se inclino y cargo al pequeño Okuyasu - ¿Como te sientes cariño?

Handsome! Josuke Joestar x TnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora