No Puedes Ser Tu ( j.jk y tu )

12

11 años más tarde

Narra Jungkook

¡Titititi, titititi, titititi, titititi...!

Sonó el molesto despertador, ya era hora de enfrentar otro infernal día de mi aburrida vida, si, se que posiblemente no entiendan nada, así que, se los explico en un resumen.
Una semana después de "la noche larga" que tuvimos hace 11 años transfirieron a TN a mi grado, ya que su inteligencia era muy avanzada para ese grupo. Pasé 2 años con ella, tiempo en que nos hicimos los mejores amigos que puedan existir, o así me veía ella, todo iba bien, pero, se mudó a otra parte por motivos de trabajo de su padre, desde ese momento no supe nada de ella, y tampoco e vuelto a ser el mismo, ahora soy una persona diferente, un adolescente playboy de 18 años que está terminando de cursar su último año de secundaria, un arrogante que es inmune a cualquier sentimiento, y como dicen, "nadie se hace frío por casualidad, sino que atrás lleva sufrimiento", en mi caso, cargo el sufrimiento de no ser correspondido, pero, "el pasado pisado".

Si, aun no puedo olvidarla, pero no significa que me duela, es más, me impulsa a ser más fuerte, ella me recuerda que en el pasado fui débil, y ahora, en el presente, no puedo permitirme ser ese niño desequilibrado y asustadizo que fui antes.

Me levanté con pesar de la cama, y me dirigí al baño, me duché, me cambié y bajé para desayunar.
Bajé las escaleras y me fui directo a la cocina, allí estaba mi madre preparando el desayuno, que consistía en un huevo frito, tocino y pan tostado, junto con un jugo de naranja recién exprimido.
Mi madre nota mi presencia y se voltea, en cuanto me ve sonríe y se acerca a mí.

- Buenos días mi conejito - dice mamá, para luego estrujar mis cachetes, si, dije que ahora soy un tipo frío, pero solo a mamá y a Jiminie dejo que me traten así, los quiero demasiado como para ahogar ese sentimiento, pero, hasta ahora son las personas en las que más confió, mi padre...el solo se enfoca en el trabajo, su gran y reconocida empresa (nótese la ironía) es más importante que su familia, no sabe ni en que año estoy, pero, sin el estoy mucho mejor.

- Buenos días, mamá, ¿que preparaste esta vez? No dudo de que sea algo rico - digo mostrando la sonrisa que a ella tanto le gusta.

- Come y lo sabrás - dice colocando frente a mí el plato con el desayuno y luego el baso con jugo de naranja.

- Con mucho gusto - digo comenzando a armar un sándwich con todo lo que hay en el plato, cuando estoy por darle una mordida, escucho que alguien se aproxima a la cocina, levanto la cabeza y ahí está Jimin con rostro adormilado y frotándose un ojo con una mano, algo que hasta el momento no ha dejado de parecerme adorable.

- Buenos días, mamá, Kooki - dice aun con la almohada pegada en la cara (no literalmente), lo miro, porque se supone que debe de desayunar junto conmigo, así nos vamos los dos al colegio, al parecer nota mi mirada y la entiende, ya que me pone una cara apenada - Estoy retrasado, ¿verdad? - me quedo mirándolo y no puedo aguantar la risa, me es imposible mantenerme serio frente este chico.

- Solo sientate hermano, pero, la próxima vez procura levantarte más temprano - digo con una sonrisa, el me la devuelve haciendo que sus ojos desaparezcan en una linea, luego toma asiento y mamá le da un beso en la cabeza y le deja el plato en frente junto con el baso. Los ojos de Jimin brillan, y es que a este niño le encanta comer.

- Desayunen rápido, pero disfruten, ¿si? Kooki, cielo, tengo que ir a buscar las cosas para el almuerzo, terminen y se van ¿entendido?- asiento con la cabeza ya que mi boca está llena de comida - bien, los amo, cuidense, y Jimin, no comas mucho chocolate, adiós - dice mi madre al salir de la cocina.

Cuando escucho el auto en marcha, empiezo a reírme.

- Mamá no te deja comer chocolate - le digo a Jimin que me fulmina con la mirada.

- Si me deja, solo que no mucho, así que, te gane - dice sacandome la lengua, yo imito su acción y rompemos en risas.
Solo me comporto así con personas de confianza. Nadie conoce el lado que muestro cuando estoy con mamá y Jimin, todos conocen al adolescente popular, frío, presumido y playboy que soy ahora, y eso no me molesta, en absoluto.