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Ally estaba loca, de eso no había duda. Camila no esperaba que la situación diera un giro tan radical, ella sólo iba a ayudar a su amiga a que tuviera su primera vez y se iría a llorar a su casa mientras veía películas románticas y se ahogaba en helado.

Sin embargo, la petición de Ally no era algo que la molestara, al contrario, le halagaba el hecho de tener que enseñarle como complacer a su amor platónico. "Si lo pienso así es deprimente" agitó su cabeza levemente y decidió ponerse a nivel de su amiga para tomar entre sus labios el erguido y bello pezón de Lauren.

Se permitió cerrar los ojos un instante para disfrutar la sensación; no había nada mas placentero en ésta vida que tocar los pechos de Lauren Jauregui. Eran del tamaño perfecto para una chica con pene, su textura banda y su piel blanca le daban un toque tan especial, que deseó llenar de marcas ambos pechos.

Todo a su alrededor se desvaneció al sentir las fuertes manos de la ojiverde en su cabello incitandola a continuar con su labor, sus gemidos eran cada vez mas sonoros y excitantes y juró no haber oido nunca unos mas hermosos.

- Oh... Ally... - fue el quejido que la regresó a la realidad, Lauren era la novia de su mejor amiga y ella... sólo estaba haciéndole un favor

Con dificultad irguió su cuerpo y se alejó unos pasos de la cama, le daban ganas de borrarle la sonrisa tonta a Lauren de una bofetada, pero cuando se fijo en su amiga la excitación volvió de una manera extraña.

Ally la veía atenta con las pupilas dilatadas y las mejillas teñidas de rojo, de alguna forma se las arreglaba para verse tan tierna y terriblemente sexy a la vez. Un pensamiento un poco alocado asaltó su mente, pero agitó su cabeza para desecharlo de inmediato; era imposible pensar en ello.

Camila sonrió de lado y con un movimiento de cabeza le dio a entender que era su turno para encargarse de la pelinegra. Lo que no se esperaba la castaña era que, al tiempo en que Ally se volvía a trepar a la cama con Lauren, la tomó de la mano y la posó en su seno; en una clara invitacion a que la acariciara y no se quedara sólo observando.

El calor de la habitación había subido considerablemente y los gemidos de Ally y Lauren no cesaban.
La cabeza de Camila daba vueltas, se sentía totalmente drogada y no entendía la magnitud de la situación; su mejor amiga estaba invitandola a la formar parte de ese acto tan íntimo junto a la chica que le gustaba. Definitivamente no estaba lista para eso

Con pasos atolondrados, Camila se alejó de la cama sin depegar la vista de ambas chicas en ropa interior. Una cosa era jugar a que era una perra y otra diferente era serlo realmente. Sin embargo sus pasos se vieron interrumpidos por un mueble de Ally y terminó cayendo al piso en un ruido sordo.

- ¿Qué fue eso? - sin dar tiempo a nada más, Lauren quitó la venda de sus ojos - ¡¿Camila?!

Necesito ayuda (Camalren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora