Necesito ayuda (Camalren)

VIII

Despues de dar su consentimiento todo pasó muy rápido, sin saber cómo, tanto Camila como Ally se abalanzaron sobre Luren que de suerte cayó sobre el colchón. La besaron de tal manera que la dejaron encerrada en el beso de 3 más ardiente y excitante que jamás había dado.

La poca ropa que aún conservaban empezó a salir lentamente de sus cuerpos. La primera en quedar completamente desnuda fue Ally y los dos pares de labios de sus acompañantes no tardaron en cubrir ambos pezones, decir que lo estaban disfrutando sería un eufemismo; estaban en el mismísimo paraíso del que tanto hablaba Ally y en el que estaban seguras, no entrarían jamás.

- AHHH - el pequeño gemido que quería lanzar, se transformó en grito de placer cuando sintió como Lauren metía todo lo que podía de su pecho izquierdo, en su boca

Sus manos se posaron en las cabezas de ambas chicas incitandolas a no alejarse, el placer era inexplicable y quería que durara para siempre. Pero no contaba con que los dedos de Lauren fueran a explorar su intimidad con algo de atrevimiento, acarició su clítoris con insistencia y dio un ligero masaje en su entrada que la hizo tensar los músculos pero dejándola con ganas de más.

- Dios... Estás muy mojada - susurró Lauren mientras lamía sus dedos de manera provocativa, Ally la tomó de la muñeca y sin pensarlo introdujo un dedo en su boca, succionando y lamiendo hacia arriba y hacia abajo, probándose por primera vez.

Camila no quería quedarse atrás, así que hizo un camino de besos por el cuerpo de Ally hasta llegar a su entrepierna, inhaló y sus fosas nasales se llenaron del olor tan excitante de la pequeña, no demoró mucho en hundir su boca en la intimidad de Ally y comenzar a mover sus labios y lengua para escuchar como la pequeña gemía mucho más alto.
Su lengua  recorrió con gran placer todo el territorio y al final introdujo lentamente su lengua sintiendo la estrechez de Ally que la calentó aún más.

Mientras tanto, Lauren había tomado una mano de Ally para que subiera y bajará por su tan necesitado pene.
No habían dejado de verse a los ojos y era confusa la mezcla de emociones que tenían, sabían que había amor entre ellas antes de empezar, pero ahora la lujuria era lo único que se palpaba en el aire y lo mejor era que no les importaba en absoluto. Pero algo sí les quedó claro, Lauren quería poseer a ambas chicas  y Ally  además de eso, quería hacerlas rogar.

Ahora Lauren estaba de rodillas a un lado de Ally con una potente erección suplicando por un poco de atención y la pequeña sonrió al mismo tiempo atraía el pene de la ojiverde hasta su boca aprovechando que Camila la hizo gemir muy fuerte.
Ally no tenía ni idea de lo que hacía, pero antes, cuando Camila le quiso enseñar la página porno, pudo ver de soslayo que una chica tenía el pene de un chico en la boca y lo tomaba con una mano, asi que lo intentó, el gritó que soltó Lauren la paralizó y justo cuando iba a apartarse ella la tomó del cabello para que no lo hiciera.

Camila al oír ese grito se separó de la intimidad de Ally y lo que vió la encendió más. Con una mano Lauren la atrajo hacia ella y se besaron intensamente, a la vez que la acariciaba por completo y metía dos de sus dedos en su vagina húmeda y caliente.

Gimió con sorpresa al sentir la estrechez de la morena en sus dedos, lo que la llevó a pensar que su hermanastra no era lo que tanto presumía 

- Verónica es una habladora - apenas lo susurró pero Camila logró oírla y soltó una pequeña risa

- Lo es - después de decir eso, se alejó y se puso al lado de Ally para que ambas le hicieran sexo oral a la pelinegra.
Apenas habían pasado un par de minutos cuando Lauren quiso advertirles que iba a venirse

- E-esperen... Yo no- empezó, pero al bajar la vista vio que ambas chicas pasan su lengua sobre su glande y se besaban dejándolo en medio de sus labios. Cuando quiso apartar la cadera se dio cuenta que era tarde, su miembro se sacudía dejando un rastro blanco sobre las lenguas de las chicas y las sábanas

Luego de unos segundos se desplomó sobre la cama mientras veía como Camila y Ally se besaban con hambre y tocaban sus cuerpos con necesidad. Por un instante se odió por no hacer mucho, pero al menos su pene no la había hecho quedar mal porque seguía arriba.
De pronto sintió dos pares de manos sobre ella, supo que esto no era el final.

-No me digas que los rumores eran falsos y la gran Lauren Jauregui no aguanta más de 15 minutos - provocó Camila mientras envolvía con su lengua el pezón izquierdo de la pelinegra

- N-No me provoques morena, haré que te arrepientaahh - no pudo terminar de hablar porque sintió de nuevo los cálidos labios de Ally sobre su miembro subiendo y bajando sin piedad

- Estoy lista "mi amor" - Ally dijo esto último con total intención y ambas chicas agrandaron los ojos al entender a qué se refería la pequeña rubia

Lauren apenas pudo reaccionar cuando sintió como el cuerpo de Ally se acomodaba sobre el suyo, su corazón estaba latiendo a un ritmo infernal y sus ojos no querían perder detalle, pero no contaba con que sería su misma novia la que tomara el control de la situación.

- Camila, ponte frente a mi por favor - la morena no lo pensó dos veces y se colocó igualmente a horcajadas pero sobre el pecho de Lauren, viendo directamente  a los ojos a su amiga. Se preguntaba cuándo exactamente es que ella se volvió tan hermosa y sexy.

Con una lentitud mortal para las tres, Ally tomó el miembro de la pelinegra y con una mano lo alineó con su entrada, y la otra la entrelazó con la de Camila. Soltó varios suspiros y maldiciones que en su vida había dicho hasta que la propia Lauren alzó sus caderas y terminó por introducirse en esa cavidad tan estrecha que casi la estrangula pero que la recibió con mucho calor y humedad.

- ¡Maldita sea! - Ally se inclinó hacia adelante callando sus lamentos en los labios de Camila y arañando el estómago de la pelinegra.

Lauren se quedó estática, su cabeza dando vueltas y con el panorama que más de una vez la tuvieron con la mano acalambrada, el trasero de Camila estaba justo frente a ella y sería un pecado no aprovechar la oportunidad. La tomo con fuerza de la cadera y la obligó a sentarse sobre su rostro, mientras su lengua recorría todo a su paso, Camila y Ally gemían en la boca de la otra.

Al sentirse cómoda, la pequeña comenzó a moverse hacia adelante y atrás, buscando más placer y su inminente liberación. Rápidamente la habitación se llenó de gemidos ahogados y el sonido húmedo propio de cuerpos y lenguas chocando entre sí.

Varios minutos después, la mano de Camila bajó por el cuerpo de Ally y comenzó a acariciar tanto el pene de Lauren como el clítoris de la pequeña que no paraba de gimotear hasta que sus movimientos disminuyeron y la pelinegra sintió algo mojar parte de su abdomen y su pelvis, una vez que Ally cayó de espaldas dejándola libre, Camila rápidamente tomó su lugar y Lauren tuvo que reprimir sus ganas de correrse por segunda vez, estaba extasiada por la estrechez de la morena que la montaba sin piedad a la vez que Ally, ya recuperada, le daba besos intensos en los labios y la masturbaba como lo hizo anteriormente con ella.

Camila no duró mucho más, su cuerpo dio pequeños espasmos mientras mojaba más a Lauren que la alzó de las caderas para salir de ella con urgencia, no hizo falta ningún estímulo y derramó toda su esencia sobre su propio abdomen.

- Que jodidamente bueno - suspiró mientras sentía a ambas mujeres recostandose sobre su pecho

- Estoy de acuerdo - apenas susurró Camila mientras cerraba los ojos

- Oh sí, gracias por tu ayuda  - dijo Ally antes que las tres compartieran otro beso y se quedaran plácidamente dormidas