VI

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La habitación se sumió en el más profundo de los silencios, nadie se atrevía a mover siquiera un músculo. En especial Camila que seguía sentada en el piso con la respiración atorada en la garganta.

- ¿Qué está pasando? - con un tono apenas audible, Lauren fue la única que tuvo el valor para hablar

- Yo... - parece que ambas chicas tuvieron la gran idea de justificarse al mismo tiempo

- ¡¿Qué jodida mierda está pasando?! - el grito de Lauren hizo que ambas se pusieran de pie y se alejaran de la cama

- Yo... - ésta vez sólo Ally pudo hablar - lo siento mucho Lauren, teniamiedodequealgosalieramalyporesolepedíaCamilaquemeayudaray-

- Espera, no estoy entendiendo una mierda - la pequeña rubia había hablado tan rápido que se quedó sin aire

- Le pedí ayuda a Camila para que me dijera que hacer contigo, yo... Tenía mucho miedo de hacer algo mal - ambas chicas tenían la mirada fija en el piso y no pudieron percatarse de que Lauren las veía de arriba hacia abajo con deseo

- ¿Por qué no me dijiste nada? - la pelinegra estaba en una especie de lucha interna

Todo lo que pasaba era muy irreal e indignante, sabía perfectamente que Ally no tenía ningún tipo de experiencia y en el momento que vio a Camila ahí, pensó que era porque su novia no confiaba en ella o que le tenía miedo. Sin embargo, ahora que lo pensaba, tener a la morena ahí no era mala idea.

Después de todo era muy hermosa, con un cuerpo endemoniadamente sexy y cuando no estaba fastidiando era hasta tierna; lo que cualquiera quisiera en una novia y no, no se arrepentía de su noviazgo con Ally, pero ver a Camila llorar por su hermana le movió algo en el pecho y ya no estaba tan segura de lo que sentía respecto a la pequeña rubia. ¿Era amor o sólo quería tener la satisfacción de haber sido la primera en su cama?

Definitivamente estaba loca, se sentía mal por querer poseer a ambas chicas al mismo tiempo y estaba segura de que se escandalizarían si pudieran leer su mente, lo mejor sería fingir indignación.

- Debiste hablar conmigo del tema - finalizó apenas en un susurro

- Lo sé y lo siento mucho, pero pensé que te enojarías conmigo y-

- Bueno, yo me voy - Camila interrumpió a la pequeña y sin levantar la vista se encaminó a la puerta

Y hubiera salido sana y salva de no ser por el par de pequeños brazos que la rodearon de la cintura y la firme mano que la sostuvo de la suya para impedir que se fuera. Cuando se giró, los ojos café suplicantes de Ally y los esmeraldas lujuriosos de Lauren, penetraron su alma y deseó con todas sus fuerzas que otra parte de ella también fuera penetrada por la pelinegra.

Ally y Lauren reaccionaron al mismo tiempo y se vieron a los ojos mientras soltaban de a poco a Camila, pero sólo esa pequeña mirada fue suficiente para entender que ambas querían a la morena ahí y no sólo para observar precisamente.

- Por favor, quédate - contrario a lo que Camila pensó, esa voz era de Ally.

No podía dar crédito a lo que había escuchado, debía estar soñando o a lo mejor una de las lociones que olfateo en el baño de su pequeña amiga, tenía alguna sustancia alucinógena. Sus mejillas ardían y su mente quedó en blanco, incapaz de pensar en una respuesta lógica o siquiera para emitir un sonido.
Vio los rostros expectantes de ambas chicas y justo cuando sus labios se abrieron unos milímetros para protestar, Ally le dio un empujón a su novia en la espalda y ésta tomó de la nuca a Camila para besarla frenéticamente.

Definitivamente esas lociones tenían drogas, su amor platónico no podía estar besandola, pero se sentía tan pero tan bien, que ni siquiera se acordaba que Ally estaba junto a ellas, así que rodeó el cuello de la pelinegra con sus brazos.

Era realmente un placer probar los labios de Lauren... Por segunda vez.

Necesito ayuda (Camalren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora