Capitulo 4

672 77 12
                                        

Seguía caminando sin detenerse, Todoroki iba detrás de él pero no decía palabra alguna. Ya habían salido de la Yuuei y por más que Izuku no quería que Todoroki se metiera en problemas por su culpa, no quería que se fuera. De un momento a otro se detuvo, sus pies involuntariamente lo habían llevado hasta allí, en aquel parque en el que se conocieron él y Shouto, en el parque en el que habían estado anoche.

—Escucha bien, Todoroki —dijo Izuku con voz seria, mientras miraba el sitio exacto donde se conocieron, podía verse a él llorando de pequeño y a Todoroki extendiéndole la mano—, mi relación con Kacchan está llegando a sus últimos días, semanas o meses. Lo siento aquí —señaló su corazón—. Llevo toda mi vida enamorado de él y a pesar de eso, ahora ya no es como antes, todo su amor ya no va dirigido a mí. Es obvio que me sigue queriendo, lo sé —se giró y miró a Todoroki, este le miraba sorprendido e Izuku le sonrió tiernamente—. Me dejará por Kirishima —dijo seguro, haciendo que Todoroki frunciera el ceño— Te pido por favor que no le digas a nadie todo lo que te estoy diciendo, que quede entre nosotros. Sé que para todos ustedes, mi relación con Kacchan no es buena y que quieren terminar con ella. Por favor, no lo intenten, lo único que harán será reforzarla y por mero orgullo Kacchan se aferrará a mí, dejen que el tiempo haga su trabajo ¿si? no queda mucho —explicó mientras ponía una mano en el hombro de su amigo.

—Midoriya... —dijo sin saber nada más que decir, estaba fascinado con aquel chico, la manera en la que se tomaba las cosas, la manera en la que sabía afrontarlas; era por eso que lo quería, su forma de ser, su sonrisa sincera, sus voz—. Cuando, tu relación con Bakugō acabe... ¿podrías darme una oportunidad para intentar enamorarte? —preguntó mirando a los ojos esmeraldas del más pequeño.

Izuku sonrió, su amigo era tan así, tan directo e inconsciente de todo lo que sus palabras podían provocar, y poco le importaba al chico de cabellos bicolor las consecuencias de sus palabras.

—Te pediría que dejaras pasar un poco de tiempo después de haber terminado mi relación con él ¿si? —sonrió dulcemente. Y en ese momento Todoroki era el hombre más feliz del mundo ¿enserio Midoriya le daría una oportunidad?—. Las clases ya empezaron, si volvemos nos dará tiempo a llegar a principio de la segunda hora... No hacía falta que vinieras detrás de mí —Izunu le sonrió al Shouto.

—Yo... quería hacerlo —dijo seguro de aquello mientras una fugaz sonrisa aparecía en su rostro.

Izuku clavó su mirada en él, no quería admitirlo pero de vez en cuando ese pelirrojo hacía que su corazón latiera rápido, desde el día en que lo conoció. 

¿Y si en lugar de estar destinado a Katsuki, estaba destinado a Shōto? Sonrió levemente a su amigo y se lanzó encima de él para abrazarlo.

—Gracias, por quedarte conmigo —comentó en un sollozo mientras se aferraba a su cuello.

—Siempre —aseguró mientras abrazaba por la cintura al Midoriya.

Izuku se sintió feliz y triste a la vez, triste porque se sentía feliz en los brazos de Todoroki, pero seguía queriendo a Katsuki con toda su alma.

***

—Hola —dijo el peliverde mientras entraba a su casa acompañado de su novio, quien estaba enojado por haberse ido quién sabe donde con Todoroki.

—Hola chicos —dijo la madre recibiendo a los adolescentes—. Katsuki, hablé con tu madre. Dice que ella volverá inmediatamente a Japón y que tu padre se quedará con los asuntos pendientes, te quedarás esta noche a dormir aquí —dijo Inko con una sonrisa mientras miraba a la pareja que daba una aura muy tensa, a pesar de eso Inko no dijo nada.

—Muchas gracias —agradeció Katsuki sonriendo.

—De nada, pequeño —Inko y le dio una leve caricia al chico de cabellos cenizos—. Ahora vayan a ponerse algo cómodo que el almuerzo ya estará listo —sonrió.

Los chicos se dirigieron a la habitación del peliverde. Izuku sacó un poco de ropa suya y unas prendas que se dejaba Katsuki alguna vez cuando se quedaba a dormir en su casa. Le pasó las ropas a su novio y comenzaron a vestirse en silencio, nadie dijo nada e Izuku estaba incómodo y dolido. Pensar de que aquella bonita relación que había durado dos años estaría apunto de acabar. Quería asegurarse que lo que pensaba era cierto, pero no sabía como iniciar esa conversación.

—Si tienes algo que decir, dilo sin más —pidió el rubio cenizo poniéndose la camiseta.

—¿Sientes algo por Kirishima, aunque esa el más mínimo sentimiento? En el sentido romántico me refiero —preguntó directo y sin rodeos, como Todoroki lo hacía—. No intentes mentirme Kacchan, la mentira a veces duele más que la verdad —dijo conectando miradas con su novio.

—Sí —respondió desviando la mirada.

Era obvio, no podía mentirle a su novio, a su amigo de la infancia, a aquel que lo conocía mejor que nadie en todo el puto mundo. Izuku soltó un suspiro, lo sabía, no le pegó de sorpresa y supo como sobrellevarlo.

Se acercó a su novio y lo besó ferozmente, se aferró a él, a su cuello y hacía roces con el miembro de su novio y el suyo, haciendo que Katsuki diera leves gemidos —que de leves no tenían nada—, ¿Por qué lo hacía? quería un poco de él hasta de que su relación acabara, pero no podía ser ahora, no en ese momento. Se separó de su novio y lo contempló, estaba levemente sonrojado, con la boca entreabierta y los ojos cerrados.

—Serás un buen pasivo para Kirishima —comentó el peliverde en tono burlón y se dirigió a la puerta—, date prisa, tengo hambre —sonrió encontrándose con el ceño fruncido de su novio.

Eso confundió bastante a Katsuki ¿sólo eso? ¿Qué significaba? ¿Lo estaba terminando de una manera indirecta? Definitivamente el rubio se esperaba de todo, menos esa reacción por parte de Izuku. Ese tipo de comportamientos con Izuku era extraño, pero luego, en un momento más calmado le preguntaría. Se dirigió a la cocina, la comida ya estaba servida. Katsuki se sentó e iba a comenzar a comer pero la voz de Inko lo detuvo.

—A lavarse las manos —Katsuki sólo bufó y se fue al baño, iba a entrar pero de repente algo le hizo detenerse.

—Se pueden cansar... —comentó Izuku entre sollozos—, esto es ridículo —escuchó cómo sorbía con la nariz y luego sintió el agua de lavamanos.

Luego de un silencio, sintió los pasos de Izuku.

Abrió la puerta antes de que Izuku lo hiciera, Katsuki lo miró, parecía completamente normal, como si nada le hubiera pasado, como si no hubiera estado llorando y si no hubiera escuchado nada, se lo hubiera creído. En ese momento se preguntó cuántas veces podía haber estado Izuku llorando y pasándola mal mientras él ni siquiera se había dado cuenta.

Izuku sonrió.

—Lávate las manos rápido, de verdad tengo mucha hambre —salió del baño tranquilamente.

No, definitivamente algo raro estaba pasando allí y Katsuki Bakugou hablaría con su novio esa noche.

----------------
No tengo nada que decir :).

EquivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora