INOCENTE ATRACCION©(✔)

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Peyton Morgan- California-

Y si a lo que íbamos...

-Me llamo Peyton Morgan, tengo 17 años y toda mi vida eh vivido en este lugar-Digo poniendo mi mejor sonrisa falsa, estás clases de ocasiones ameritan fingir con más educacion.

-Como si tuvieras otra alternativa-Mi querida conciencia habla.

-Cállate Olivia-Mis ojos, se ponen blancos en forma de irritación.

-Sabes que te escucho ¿verdad?-Habla doña mierda.

Olivia es mi conciencia, si muy raro que tenga nombre pero, era incomodo solo decirle Conciencia, igual me agrada en ocasiones.

Suelto una risita por las cosas que llegó a pensar, justo en ese momento me doy cuenta que estaba tan distraída que no vi a la Hermana María Rosa, lanzándome balas por los ojos.

-Perdón esta distraída, sigamos-Respondo inmediatamente, antes de que su mirada me penetre y mate todos mis pensamientos.

-Bueno, Señor y Señora Smith ella es una de las niñas mas grandes que tenemos en el orfanato y como les comunico siempre vivio aquí.

-Deja de escuchar por tu bien nena-Volvió la reina de la distracción.

Sinceramente me aburre muchísimo presentarme siempre que vienen parejas en busca de adoptar a alguna niña o niño, mayormente eligen a los mas pequeños.
Mi esperanza se perdió hace muchísimos años, ¿Por qué? Por la simple razón de que mayormente adoptan niños menores a 11 años y nadie adopta a los grandes, porque ellos mismo les quieren poner sus costumbres y reglas.

Algo que es bastante entendible hoy en día.

Alguien me golpea el brazo suavemente y me doy cuenta que me están mirando, y lo peor es que creo que a Rosa se le van a salir los ojos de una ves por todas.

-Eh, perdón, ¿Que decían?-Pregunto perdida, de nuevo; la vergüenza era algo eliminado en mí.

-El Señor y Señora Smith están buscando a una niña mas joven-Dice con su voz de pena-Así que puedes volver a tu habitación Peyton.

Y como lo predije no me iban a adoptar.

Suelto una risita mientras me dirijo a la puerta de salida, sin mirar a nadie-Un gusto Señor y Señora Smith.

Salgo súper feliz de la sala de directorio y recorro los pasillos del orfanato hasta llegar a mi habitación.

Cuando estoy entrando me doy cuenta que Tom Rughet el neardental que comparte habitación conmigo, esta en la cama con una chica. Podría asegurar que sería divertido asustarlos y ver su reacción, pero no soy tan desagradable.

Entro despacio sin hacer ningún tipo de ruido, cuando mí estupido pie golpea contra uno de los mueble haciéndome soltar un chillido.

-Carajo-Suelto lo más bajo posible, pero muy obviamente ellos dirigieron su mirada a mí.

Mientras nos miramos mutuamente, la chica de pelo castaño fruncio el ceño y hablo.

-Perdón, te podrías ir-Suelta suave pero con una pista de incomodidad.

Le muestro una sonrisa, ya que común mente todas son unas perras locas. Ella no era lo que acostumbraba traer Tom.

-Si quieren mí opinión, tendrían que ir a otro lugar-Hablo de la misma manera, mientras busco un abrigo.

-Te dije-La chica recrimina a Tom.

-Okey, vamos-Se levantan y justo antes de irse hablan.

-Me llamo Bianca Lawson.