Capitulo 2.-

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Es muy temprano. Por alguna razón me he despertado y no consigo volver a dormirme. El sol todavía no ha salido. Por mucho que deseo que el tiempo pase rápido este no avanza. Reviso el móvil. Ningún mensaje nuevo. Qué raro. Podría ir a la playa.  Podría ir a ver a Calum, mi mejor amigo. Me incorporo. Me doy una ducha rápida, me visto. La casa está en silencio y lo odio. Enciendo la radio y me dirijo a la cocina. Corro las cortinas para que la poca claridad que hay entre por la ventana. Limpio una manzana en mi camiseta y la muerdo. Doy vueltas al anillo que llevo en el pulgar derecho. Cuando termino la manzana cojo las llaves de casa y de la moto y salgo. La calle está desierta. Me decepciona ver que en la casa de Enma y la rubia todavía están durmiendo. Recuerdo la cara que puso Enma al irse en coche. Me pregunto cómo será verla sonreír. O  mejor, escucharla reír. Sacudo la cabeza para quitarme esos pensamientos de encima. No me puedo permitir pensar tanto en ella. Comienzo a andar y por la brusquedad de mis pasos me mareo y tropiezo con una piedra que se interpone en mi camino. Si no hubiera pensado en ella hubiera visto la piedra – aprieto los puños- Una risita me llama la atención ¿Es ella? Me giro y la veo asomada en la ventana con una taza entre las manos. Cuando se da cuenta aparta la mirada de mí y bebe de la taza para disimular. Me acerco ¿Esto no te lo esperabas eh?

-¡Buenos días preciosa!- He gritado más de lo que pretendía.

Veo la sorpresa en su cara y el rubor vuelve a sus mejillas. ¿Esto es lo que te provoco?

-Hola Logan-

Vuelve a beber de la taza. No aparto la mirada de ella, consciente de que la incómoda.

-No sabía que eras tan madrugadora-

Me doy cuenta del grado de estupidez de la pregunta cuando ella levanta una ceja. Ahora mismo pensará que soy idiota. Sonrío para distraerla. Lo consigo. Ella me corresponde con otra. Pero enseguida desvía la mirada. Oh. Mi moto es  la dueña de su atención. Eso tengo que cambiarlo.

-¿Te gusta?-  quería sonar seductor pero la intriga me ha superado.

Me mira, pero no contesta. Pagaría millones por saber lo que piensas preciosa. No se cómo salir de esto. Tengo que seguir hablándola para estar más tiempo con ella.

-Un día podríamos dar una vuelta-

-Vale- acepta.

Me sorprende la rapidez con la que ha respondido. Intento ocultar una sonrisa mordiéndome el labio inferior. Fija su atención en mi piercing. Paso la lengua por mis labios perfectamente consciente de lo que hago. Quiero provocarla. Nuestras miradas se encuentran. Me da un vuelco el corazón. Es tan preciosa. Si no nos separara una ventana ya la habría traído hacia mí. Sus labios. Quiero besarlos. Quiero sacarla de allí. Llevarla a mi cama. Poder disfrutar de ella. Se me acelera el pulso solo de pensarlo. Una puerta detrás de Enma se abre. Ella suspira.

-¡Logan!- una voz estridente se acerca a nosotros. Es la rubia.

Sam se llamaba ¿No? Tampoco le doy importancia. Aparta a Enma de la ventana y se coloca ella.  Enma parece estar aliviada. Poco a poco se aleja de la ventana. Se ruboriza de nuevo. Oh ¿Qué estará pensando? Antes de  salir de la cocina se gira y me mira. Le guiño un ojo a Enma. Sam no parece darse cuenta ya que no ha parado de hablar desde que me ha visto. Enma me dedica una sonrisa y desaparece. Esto es como una tortura. Ella en cualquier lado de la casa con poca ropa, leyendo, duchándose… Quién sabe. Y yo aquí fuera. La única forma que tengo de acercarme a ella es aprovechándome de Sam. Bajo la mirada y asiento. Ella se ríe. He perdido el hilo de la conversación varias veces. Bueno, del monologo. Solo habla ella. Si no fuera porque es atractiva no la estaría aguantando. La última vez que llevé a una chica con esas características a casa está tan lejos en mi memoria que me resulta imposible ponerle fecha. Miro el reloj. ¿Las 9:30? Tengo que irme.

Shades.[Dead or alive?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora