El año escolar había comenzado hacia solo un mes, y tuve la suerte de estar en el mismo salón que las chicas, pero no así de poder sentarnos cerca. Ya que esto se daba por orden alfabético de apellido. Hecho que en ese momento maldije a mas no poder, aunque ya lo había maldecido antes por otros motivos.
Después de todo no niego que el estar sentada al fondo al lado de la ventana tenia sus privilegios, pero estos se veían opacados por estar rodeada de los Ceprin. A mi derecha Dylan que se veía tan pálido como todas las mañanas, mientras su cabello negro cubría su rostro brillaba como una noche sin luna. Al acercarme a este efectivamente tenia acurrucado en su regazo un gato negro, no pude evitar sonreír al ver esa escena donde el acariciaba la cabeza del minino y recordar el comentario de Nina, brujo, cuando esta se de cuenta de que el gato es negro no dudara en usarlo como evidencia. Intente saludarlo como siempre al momento de ubicarme en mi asiento, el cual ignoró para no perder la costumbre.
_ buenos días princesita, acaso ¿me extrañaste tanto que me saludas otra vez?_ y si tener a un compañero que te ignora por completo ya era "malo" tener a su primo el "pesado" sentado al frente era aun peor.
_ el profesor acaba de entrar_ le dije a Gi ignorando su comentario. Lo cual el solo volteo levemente su cabeza para cerciorarse, que, efectivamente había entrado y lo estaba observando. Volvió a mirarme para decirme:
_ gracias hermosa_ luego de guiñarme un ojo y antes de incorporase nuevamente hacia el frente.
Cada mañana la arrogancia de Gi me parecía sofocante. Después de todo, el interés que tengo por Gi esta lo suficientemente lejos de ser uno romántico. Y aunque trato de ocultarlo, Dana ya se ha dado cuenta de que ahí alguien que ha acaparado todo mi interés.
Y a pesar de que es una de mis mejores amigas esa mañana solo ignoro y esquivo mis preguntas respecto a Dimitri y lo que este le pidió por teléfono. No sirvieron de nada las caminatas por el campus durante los recesos, ni el chocolate con el que intente comprarla, ni los mensajes de textos durante las clases, finalmente luego de que terminó el examen de historia me resigne a llevarme mis preguntas al club de natación.
Después de todo tanto Nina como Dana tenían sus propios club extra curriculares. Sólo tenía que esperar para seguir intentando conseguir respuestas.
Aunque me cruce de camino a la pileta a Gi y a Dimitri en su calentamiento del club de básquet, no llegue a saludarles debido a que Dylan choco con mi brazo mientras perseguía a su gato. Por supuesto que en parte fue mi culpa por ir distraída buscando la oportunidad de cruzar miradas con mi escultura griega favorita, Dimitri. Pero él era el que corría sin tener cuidado de su entorno, asi que gran parte era su culpa.
Ademas de que ni siquiera me pidió una disculpa o se detuvo para ver que no me hubiera pasado nada.
Durante natación no pude evitar imaginar y pensar que después de tanto tiempo había originado interés en Dimitri del mismo modo que yo lo tengo por él.
La idea de que hubiera preguntado algo de mí, aunque no estaba segura de si era cierto o sólo una broma, me llenaban de intriga y nerviosismo al pensar de si era verdad y si estaba relacionado con migo. Sentimientos que se apoderaron de mi esa tarde.
Por lo que al finalizar todas mis actividades de camino a casa no pude evitar sumergirme por completo en mi celular, ajena a la alegre melodía de las hojas secas que hacían con cada uno de mis pasos y la belleza del atardecer y su entorno.
Y no podrían culparme, estaba ansiosa leyendo msj de wsp, me habían llegado bastantes, y quería leerlos todos aunque esto significara tardar mas en llegar. Por supuesto los primeros que leí fueron los de Dana. Los cuales no me daban pista alguna de si solo fue una broma o de que se trato su comentario.
Esa tarde el sendero de piedra junto a la reserva natural de la ciudad, lucia frío, a pesar de estar teñido de colores cálidos.
Y si bien la reserva era un "pequeño" bosque cercado gracias a varios grupos conservacionistas, la arboleda era espesa y altamente cuidada; debido a esto se había originado un quiebre en el paisaje. Solo el sendero de piedra y una calle dividía el bosque de algunas casas limítrofes del pueblo.
Ese sector del sendero era extrañamente poco concurrido, principalmente a esa hora de la tarde donde los rayos del sol teñían de rojo el camino. Por lo que solo se escuchaba el sonido de las hojas mecidas por el viento, y el cantar de algunos pájaros, junto con mis pisadas.
Todos los dias caminaba por este sendero, conocía de memoria el recorrido gracias a años de experiencia, y al no haber cortes de calles podía sumergirme por completo en mi teléfono sin temor a tropezarme o a que me chocaran. Iba totalmente abstraída en mis mensajes, riendo de vez en cuando por algún chiste de alguno de los grupos o algún msj delirante de las hipótesis de Nina. Sin prestar realmente atención en mi entorno. Nada fuera de lo común.
Sin embargo un msj de un número desconocido llamo mi atención. Era de Dimitri, pidiéndome salir el domingo. Era la primera vez que recibía un mensaje de él, ya que nunca tuve el valor para pedirle su número. Y de todas las cosas que pudo haberme dicho, era una invitación a ¿una cita? Casi muero de la emoción, no pude evitar saltar de la alegría que duró muy poco en realidad, ya que no llegue a contestarle gracias a que en ese momento se acabo la batería de mi celular.
Mientras maldecida mi suerte, y gritaba con un grito apagado al mismo tiempo de la emoción, me detuve unos minutos, lo suficiente para que una pequeña medalla llamara mi atención gracias a un pequeño destello del sol de media tarde.
Un extraño sentimiento recorrió mi cuerpo y no pude evitar agacharme para alzarlo, no era más grande que una moneda, pero sin embargo cuando lo sostuve en mi mano me sorprendió. No sabría decir cuanto pesaba exactamente, pero no puedo negar mi asombro al darme cuenta que algo tan pequeño pesara tanto.
Cuando me disponía a verla mejor, pude observar desde el rabillo del ojo una sombra que salía detrás de uno de los árboles, saltando en un segundo la cerca que dividida el bosque con el camino de piedra. Del susto caí hacia tras arrastrándome un poco con mis pies antes de quedar inmóvil de la impresión.
Impresión que pronto se convirtió en terror al escuchar su fuerte gruñido.
Nunca tuve miedo a los animales.Sin embargo la bestia de color negro de considerable tamaño tenia un brillo rojizo en sus ojos y se acercaba peligrosamente sin dejar de mostrar sus dientes,y emanar una increíble sed de sangre. O eso sentí en ese momento al ver sus ojos.
Todo rastro de pensamiento lógico escapó de mi mente. El palpitar de mi corazón sofoco cualquier sonido y mi cuerpo dejo de responderme. Me vi totalmente acorralada, sentí que si apartaba mi mirada de la suya sería el fin. Mientras su respiración se volvía cada ves mas agitada y lentamente se acercaba sin dejar de mostrar sus dientes, un sudor frio recorría mi espalda. Poco a poco deje de respirar. El terror se había apoderado de cada fibra de mi cuerpo. Solo podía contener el aliento.
El perro seguía acercándose imponiendo su presencia, y a solo unos metros de alcanzarme lanzó un rugido tan fuerte y horripilante que me hizo temblar del horror y solo por instinto tapé mi rostro con el brazo izquierdo y extendí el derecho en un inútil intento de protegerme.
Un insoportable dolor en mi muñeca derecha recorrió mi cuerpo y al abrir los ojos vi horrorizada como la bestia me tenia totalmente aferrada. Perdiéndose completamente de la vista mi mano entre sus dientes. La sangre comenzaba a fluir a través de las fauces de la bestia y mis fuerzas al igual que mi conciencia poco a poco comenzaron a abandonarme por completo. Los peores pensamientos surcaron mi cabeza a medida que todo se volvía gris. Mis párpados se volvieron pesados y cada bocanada de aire se sentía aun mas pesada y dolorosa que la anterior, y cuando ya todo se había ido, "esto es todo" pensé, y una enorme sombra negra se abalanzó sobre mi. Y todo quedo en tinieblas... y sin embargo... un extraño y cálido sentimiento recorrió mi cuerpo antes de perder por completo la consciencia... Tan cálido...
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