Capitulo 3

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Los días pasaron y en el instituto aparentemente nadie se enteró de lo sucedido, León y Machu actuaban igual que siempre, ignorándose. Lo único que cambió fue la relación con Keiko y con Ulises quien a pesar de ser empleado de los Rubio asistía a la misma escuela aunque en último año. Machu y Claudio se hicieron amigos de ellos.

Todo era como siempre hasta que un mes y medio después.

-¡NOOO!- el gritó de Machu hizo correr a Claudio hasta su habitación, la encontró de rodillas en el piso llorando sosteniendo algo en su mano que Claudio ignoró, solo corrió y abrazó a su hermana

-¿Qué pasa?- dijo preocupado

-¿Qué voy a hacer Clau?- Machu lloraba

-No entiendo… ¿Qué pasa?- la miró por todos lados para buscar alguna herida, pero cuando vio la cosa en su mano, deseó que estuviera herida en lugar de eso.

Machu sostenía una prueba de embarazo que mostraba una cara sonriente. –Tranquila Machu, todo estará bien- sonó mas seguro de lo que se sentía.

-Un bebé Clau… esto no puede estar pasando- ella continuó llorando en el pecho de su hermano, mientras Claudio pensaba en que hacer, ahora él tenía que tomar decisiones, sus padres, como siempre, no estaban en casa y sabía que de ellos Machu solo recibiría reproches y malos tratos, y eso él no lo permitiría.

Cuando Machu se quedó dormida la acostó en su cama y llamó a Keiko para que la acompañara, cuando la pequeña duende llegó, él no le contó pero ella supo por su expresión que no era nada bueno.

Claudio fue al trabajo de su padre y le informó lo sucedido, como él lo esperaba, su padre llamó de todas las formas despectivas posibles a su hermana y después telefoneó a su esposa para informarle,

Claudio pudo escuchar más palabras impropias de una dama, como se llamaba así misma su madre, después escuchó una palabra que lo aterró, eso si no se lo esperaba. "¿Desheredar? Es su hija con un demonio" pensó Claudio furioso y dolido.

Supo que su hermana no obtendría apoyo de ellos.


Como zombi salió de la oficina de su padre, escuchó una voz femenina saludándolo pero él solo levantó la mano en forma de saludo pero no miró de donde provenía ese saludo.

Iba de regreso a su casa, pensando en todo lo que su hermana sufriría y le pareció injusto, dio un volantazo y se dirigió al otro extremo de la ciudad.

Llegó a una enorme mansión, respiró profundo y se convenció a si mismo de no ser violento, cosa difícil para el humor que tenía en esos momentos, bajó del carro y se dirigió a la puerta, llamó y cuando le abrieron la puerta todo su autocontrol desapareció.

Un muy sonriente y despreocupado León le abrió, que cuando miró al Argentino su sonrisa desapareció al igual que su recta nariz, Claudio no soportó ver el rostro del imbécil que desgració la vida de su hermana así que le fracturó la nariz con un puñetazo.

Aunque Ulises disfrutó ver a su insensible patrón sangrando por la nariz se interpuso entre él y León.

-Si mi hermana va a sufrir por cargar a tu hijo… tu te harás responsable- soltó Claudio dejando a todos estupefactos.

-¿Qué estas diciendo muchacho?- dijo Brenda, cuando Claudio la miró se tranquilizó un poco ella lo miraba de una forma que su madre nunca lo había hecho.

-Siento venir de esta forma, pero no me parece justo que mi hermana cargué sola con el problema- le dijo respetuosamente

-¿Quién me asegura que es mío?- dijo León con la cabeza hacia atrás sosteniendo un papel en su nariz para detener la hemorragia.

Al escuchar eso Claudio casi se le hecha encima de nuevo si no es por la mano de Brenda que sostenía su brazo.

-¡CALLATE!- gritó Baldomero –algún día tus locuras te traerían consecuencias.

-Yo solo digo que no me acuerdo de nada, bien podía ya haber estado embarazada y solo me quieren culpar por el milagrito- dijo León

-Mira pedazo de idiota, será mejor que te calles sino me quitaré de en medio y yo mismo ayudaré a Claudio a romperte tu estúpida cara- dijo Ulises entre dientes dejando a Claudio y a la familia Leon helada.

-¿Ulises?- dijo Baldomero

-Lo siento Señor, pero yo conozco a Machu y sé que ella jamás se hubiera acostado con Leon si no hubiera sido por lo borracha que estaba y estoy seguro que León no estaba tan borracho como para no acordarse de lo sucedido- explicó

-¡ERES UN MALDITO TRAIDOR!- gritó León

-¡BASTA!- gritó Baldomero –primero tenemos que asegurarnos que ella si esta embarazada- dijo fulminando a León con la mirada, suspiró y miró a Claudio -Muchacho, ¿podrías llevar a tu hermana al hospital en una hora?, nos encontraremos ahí- dijo tranquilo.

Claudio asintió y salió de la casa.


Continuara....

OBLIGADOS (Lechu)Where stories live. Discover now