Era Niall, me causo ternura ya que se posó tan preocupado en el marco de la puerta, yo le sonreí para que se quedara tranquilo.
- Me preocupas. –dijo avanzando hacia mí y sentándose en el borde de la cama- ¿te sientes muy mal?
- No amor. –Lo mire- Quizás mañana iré al médico, asi que no te preocupes, son mareos estúpidos, cuando era pequeña pasaba muchos días con mareos.
- Ok amor. ¿No saldrás otra vez?
- La están pasando bien. –Sonreí- dile a los chicos que no se vayan muy tarde porque sus madres los pueden retar. Pero yo no quiero, me siento mal, y solo quiero que sea mañana para ir al médico.
- Ok amor- besó mi frente y salía de la habitación, me dio algo de nostalgia porque imaginé que él se quedaría conmigo haciéndome cariño hasta que se me pasaran los malditos mareos, pero en vez de eso prefirió salir a pasarla bien mientras yo lo único que quería era estar ahí, pero mis mareos le ganaban, nuevamente la puerta se abrió y apareció mi Niall-
- Volví amor. –Me sonrío- le avisé a los chicos que estaría contigo, que aun te sentías mal. –Le sonreí-
- Pensé que querías disfrutar con los chicos.
- Amor, si tú no estás, para mí no es disfrutar, porque si tú estás enfermita, estaré todo el rato preocupado de lo que te está pasando.
- Que eres tierno… ven. –Me hice a un lado para que se recostara conmigo en mi cama- ¿me haces cariñito? –le pregunte con ternura-
- Obvio mi bebé. –Se recostó junto a mí y me abrazo muy fuerte-
- Te amo. –Le susurré observándolo tiernamente-
- ¿Y yo? ¿Tú crees que yo no te amo? Yo te amo mucho más. –Me dijo entre dientes sonriéndome-
- Claro ¿tu mas? No yo… -fui interrumpida por otro mareo- ahuch, mareos estúpidos.
- ¿Estás bien?
- Si bebé –le sonreí- quiero que sea mañana luego, para que me den las pastillas y no marearme más.
- ¿Quieres que te acompañe al doctor?
- No bebé. –Dije entre risas- voy solita, no tengo problemas.
- Bueno ya. –Dijo enojado-
- Además escuché decir a Harry que mañana tendrían un día de “Machos”
- Se me olvidaba. –dijo Niall- oh, mañana te extrañaré.
- Yo te extrañaré más mi hermoso. .-le dije triste-
Pasaron las horas y sin querer nos quedamos ambos dormidos, al otro día Niall se levanto de golpe.
- Oh, tuve una pesadilla. –Dijo asustado-
- Solo fue una pesadilla –me acerqué a el yo abrasé-
- Despertar de una pesadilla contigo, es mejor que cuando lo hacía con mi madre.
- ¿Tu crees? –le pregunté entre risas-
- Obvio…
- Amor, se me hace tarde, tengo que ir al médico.
- Y yo a la casa de Harry, ya sabes el día de machos.
- Claro…
Tomamos desayuno con mis hermanos y el emprendía su viaje, yo el mío.
Llegué a mi típico doctor de siempre, y me recibió muy alegre.
- ¿Por qué estás aquí hoy?
