Sin miedo al dolor {Tom Fletcher y tú} [PAUSADA]

Capitulo 9

P.O.V Tom

-¡Hey! ¡___! Espera... - Corrí a cogerla en brazos.

- ¿¡Pero que te pasa!? ¡Bájame! - Comenzó a gritar. - ¡Ayuda! ¡Me están secuestrando! - Al escuchar eso no pude evitar reírme.

Al entrar, subí a mi habitación con ___ en brazos. Al principio se resistió, pero sin saber por que se quedo quita al entrar en el cuarto.

- Tom, encontrare la forma de salir, así que tu intento de secuestro nofuncionará... - Reí. - No te rías idiota.

- Voy a vestirme, no salgas de aquí, quiero hablar contigo. - Puso los ojos en blando y me enseñó el dedo de en medio junto a una sonrisa bastante falsa.

Coji la ropa de encima de la cama que había dejado antes y entre en le baño. Después de cambiarme volví a salir. Ella seguía ahí, estaba observando las fotos que habían por la habitación. Sin hacer ruido me acerque por detrás y la abrace por la cintura.

- Deja de hacer eso Fletcher... - Reí.

- ¿El que? - Dije sin soltarla.

- Lo de abrazarme por la espalda...

- ¿Porque? ¿Te pone nerviosa? - La gire para que quedáramos viéndonos.

P.O.V ___

Tenias a Tom tan cerca pero a la vez tan lejos...

El saber que en ese momento le podías comer la boca a besos pero que después no volvería a pasar por que el se casaría, te hacia sentirte como la persona mas estupida de este mundo.

Tom te miraba, estaba a tan solo centímetro de tus labios.

- ¿Nerviosa? Pero que dices... - Te separaste de el. - ¿Bueno de que querías hablar? - Te sentaste en la cama.

- Pues... Sobre la tarjeta. Quiero que te la quedes, sin compromisos y esas mierdas, quiero que la tengas para tus cosas.

- No.

- Pero... - Le interrumpí.

- No Tom, he dicho que no y es que no. - Me levante - Si solo era eso, ya me voy... - Comenzaste a caminar a la salida de la habitación.

Saliste de la habitación sin problemas, Tom no se digno a seguirte y eso lo agradeciste. Bajaste las escaleras.

P.O.V Tom

Ya no sabia que hacer para que ___ no se fuera. No quería perderla, algo me decía o mas bien me prohibía dejarla marchar, algo me unía a ella y aun no sabia lo que era.

Salí corriges de la habitación y la vi como estaba abriendo la puerta para irse ya. Baje lo más rápido las escaleras, la abrace por la espalda rodeando mi brazo izquierdo en su cintura y con la derecha cerrando la puerta.

- Quédate conmigo este fin de semana. Tu y yo, solos... Por favor, di que si. -Besé su cuello suavemente.