Sin miedo al dolor {Tom Fletcher y tú} [PAUSADA]

Capitulo 1

P.O.V ___

—Venga ___ ... ¡CORRE!

Ahí estabas tú, otra vez escapando. Huyendo como la delincuente que eras. 

Estabas de ocupa en una casa con tus amigos, pero la policía os había encontrado y teníais que escapar como fuera. Entrasteis por una de las calles principales, y cada uno se fue por un lado. Escuchabas como a tus espaldas las botas de los policías corrían para alcanzarte. Seguías, y seguías corriendo, hasta que ya no podías más. Tus pies pedían a gritos que pararas de correr y que te sentaras, tus pulmones se hacían cada vez mas pequeño y hacían un esfuerzo por seguir un ritmo normal a la hora de respirar. Te metiste por un callejón. Te sentaste, y viste que había un contenedor, y la verdad es que te morías de hambre. Te levantaste y comenzaste a rebuscar.  

—No creo que lo que encuentres ahí dentro este muy bueno, mas bien creo que estará podrido, el olor que echa no es que sea de comida reciente.

No Te giraste, tan solo viste una sombra la cual supusiste que era de un chico después de oír su voz. Seguiste buscando, sacabas y sacabas bolsas de la basura una tras otra, el olor que salía ya no te molestaba, estabas acostumbrada, tantas noches buscando comida para sobrevivir, esto para ti era ya un modo de vida ¿La antigua? Se había quedado atrás con todo lo que dejaste y ahora te arrepentías. A la edad de 16 años decidiste escapar de tu casa. Estabas cansada de ver como tu hermano de 18 bebía y fumaba a tu lado, al lado de tu hermana de 4 años, y la trataba como si fuera una juguete, estabas cansada de ver como tu padre maltrataba a tu madre. Como cada noche después de llegar del bar le pegaba, y la dejaba sangrando en el suelo. Te cansaste de eso y decidiste escapar, ahora sabias que estuvo mal hacer eso, extrañabas a tu madre y a tu hermana, cada noche antes de dormir recordabas los poco momentos que habíais pasado juntas. 

Ahora tienes ya 22 años y no sabes nada de tu familia, vas de un lado a otro de la ciudad con amigos que han vivido cosas peores que tu en sus casa y se han ido. Con el tiempo te has ido aferrando a cosas que no son lo mejor en esta vida, el alcohol y las drogas han sido tus verdaderas amigas en estos tiempos. Las amistades en la calle son peligrosas tienes que saber con quién vas realmente, pero hasta que no conoces bien a alguien no te puedes fiar. 

—¿Me has oído? No pensé que fueras sorda o muda...— Volvió a hablar el chico.

No tenías intención de hablar con él, la verdad es que te estaba molestando su presencia. Así que te giraste y le dijiste...

—No, no estoy sorda ni muda, pero estoy tratando de comer y la verdad es que me estas molestando aquí ¿Por que no te vas y me dejas en paz?

Entonces sonrió, una sonrisa que te molestó. Ya le habías advertido de que se fuera, pero no, seguía ahí, mirándote, con su sombra por delante ya que tenía la luz detrás.

—¿Ellos te buscan verdad?— Dejaste la bolsa en el suelo y te acercaste a él.

—¿De que hablas? 

—Ellos... La policía. He visto como corrías y te perdían de vista, han pasado y han ido por el paseo marítimo. 

—Gracias por la información, ahora ¿Me haces el favor de irte?— Extiende su mano ¿El por que? Ni idea, pensaste.

—Me llamo Tom, encantado...— ¿Encantado? pensaste. Tan solo había dicho tres mierdas de frases en un callejón. No le devolviste el apretón de mano. La tuya estaba sucia, y olía mal como él decía. Te diste medía vuelta y seguiste buscando en el cubo.

—¿No tienes nombre?— Volviste a girarte.

—¿No te callas nunca, verdad? Vete me estas molestando.

—Pero tu a mi no— De tu bolsillo sacaste una navaja y se la pusiste en el cuello —Creo que me voy...

— ___ déjale...— Te dijo el chico que corría conmigo al salir de casa.

—Si ___, déjame... Se buena—  Suplicó. Le sueltas y sonríes. Él da dos pasos hacía atrás. Vuelves al cubo de basura a buscar algo para comer.

Ambos se marchan. 

Después de salir del callejón, con cuidado. Llegas a un puente. Pretendes pasar la noche ahí pero algo te detiene...