Capítulo I

143 6 0
                                    

Era un día de otoño, voy tranquilamente por la calle intentanto despejar mi mente ya que mi novio me acaba de dejar por una ex suya. Su ex se llama Fabiola (es la típica chica creída, de mucho dinero y con un cuerpo que vuelve loco a cualquier chico).

Pienso en todo, en nuestros momentos más felices, los viajes a Barcelona... Andando por la calle en mi mundo de repente me choco con alguien, miro hacia arriba y veo a un chico de unos 23 años aproximadamente, alto, es moreno pero de ojos azules y me quedo mirándole fijamente a los ojos pero al final consigo decir unas palabras...

-Eh lo siento mucho yo...-y de repente me interumpe.

-No pasa nada la verdad fuí yo quien tuvó la culpa por no mirar por donde iba.-Tiene una voz muy dulce, yo cojo y le dedico un sonrisa tímida como si estuviese diciendo que no pasa nada y después cada uno va por su lado.

Llevo todo el camino pensando en el chico con quien tropecé, esa sonrisa que tenía y la mirada oscura como si tuviese algún secreto. Me pregunto que es lo que tendrá que esconder. Decido irme a la casa pero por alguna razón no dejo de pensar en ese chico.

-No le he preguntado como se llama pero dudo que lo vuelva a ver así que la verdad no importa mucho- me digo a mi misma.

Llego a casa y veo que mi mejor amiga todavía no ha llegado. Mi amiga se llama Amy y nos conocemos hace unos 6 años. Es mayor que yo por 3 años pero nos entendemos muy bien y nos conocemos la una a la otra como si nos conociéramos desde siempre. Hemos estudiado juntas antes pero ahora vivimos en un piso solas porque en poco tiempo vamos a empezar nuestro primer año de universidad.

Como no esta decido darme un baño. Enciendo el grifo y hecho una esencia de jazmín de modo que por encima del agua se forma espuma y el olor del jazmín invade el baño. Mientras la bañera se va llenando yo enciendo la música de mi IPod y me empiezo a quitar la ropa, primero mi camiseta favorita de seda color turquesa, a continuación el pantalón negro y las sandalias de modo que estoy sólo en ropa interior. Me miro al espejo y mi mente sólo piensa en George mi ex de hace menos de 24 horas y el hecho de que me haya dejado.

-No entiendo porque has preferido a Fabiola... Ella se ha acostado con todos los chicos de la Universidad y eso sería decir poco. Es una cualquiera, sólo busca sexo y yo te quería... Te quiero de verdad-me digo a mi misma mirándome al espejo y por mis mejillas empiezan a caer unas gotitas, son lágrimas que llegan hasta mis labios con un sabor un poco salado.

Intento despejar mi mente y veo que la bañera ya se llenó, apago el grifo y me empiezo a quitar la ropa interior quedando completamente desnuda igual como nací. Me meto en el agua mientras la música sigue sonando. Ya que la canción es alegre empiezo a cantar y mi estado de ánimo va mejorando. Me hecho un poco de champú en la mano y lo voy esparciendo por mi cabello dandome un pequeño masaje en la cabeza mientras sigo cantando.

Cuando acabo me aclaro el pelo y empiezo a lavarme el cuerpo. Desplazo la esponja por todo mi cuerpo empezando por el cuello, el pecho y acabando por las piernas.

Salgo de la ducha y me pongo una toalla en el pelo como se lo ponen en las películas y una toalla un poco más larga en el cuerpo. Me miro al espejo y veo reflejados mis ojos que están rojos por haber llorado.

Voy camino hacía el salón de estar y Amy está sentada en el sofá concentrada en un libro llamado "Mi doctor". Está tan viciada con ese libro que no lo suelta en ningún momento. Supongo que el libro está muy bien y me lo estoy pensando leer también. Mi amiga me siente y levanta la cabeza para mirarme.

-Hola ¿Que tal estás?- me dice pero en cuanto me ve los ojos rojos se dió cuenta de que lloré y empieza su investigación.-¿Por qué has llorado?-me pregunta bastante preocupada. No la puedo mentir, es mi mejor amiga.

-George me ha dejado...-le digo entre sollozos y ella se queda petrificada al oír mis palabras.

-¿Cómo que te ha dejado? ¿Por qué?

-Ha vuelto con Fabiola-le digo intentando aguantarme las lágrimas. Su mirada se oscurece y refleja sólo odio.

-Pero si ella no se puede ni comparar contigo, esto no se puede quedar así-me hace una señal para que me siente a su lado y yo le ago caso, me abraza y en ese momento ya no puedo contenerme las lágrimas y empiezo a llorar como un niño cuando le quitan su caramelo.

-Se que siempre estuvo enamorada de ella pero no pensé que iba a caer tan rápido en sus juegos.

-Siempre supe que te merecias algo mejor-dice entre suspiros.-Le advertí que no te hiciese daño o se las va a tener que ver conmigo y pienso cumplirlo.

-No, te lo ruego. Sabes que lo quiero.-La conozco muy bien y se de lo que es capaz.

-Tengo una idea, hay que hacer que se arrepienta de haberte dejado por esa.Pero ahora ve a dormir tienes que estar muy cansada.

-Vale buenas noches.

-Descansa-me dice mientras me da un fuerte abrazo, de esos que sólo ella sabe darme y que me tranquilizan.

Me dirijo a mi habitación y me quitó las dos toallas quedándome totalmente desnuda. Me pongo el pijama e intento dormir, se que mañana me toca un largo día porque tengo que ir a trabajar. Trabajo como secretaria en una empresa. Cierro los ojos y después del día que he tenido hoy con tantas emociones me quedo dormida a los 10 o 15 minutos mas o menos.

Estoy en callejón que apenas tiene luz, estoy muerta del miedo y sudando. Al final del callejón en la carretera veo a alguien pero no se quien es porque está muy oscuro. Intento acercarme pero parece que cada paso que doy estoy más lejos.

Oigo una voz, y enseguida me doy cuenta que es la voz de mi padre. Me esta llamando por mi nombre repite varias veces "Leila" e intento acercarme pero parece imposible llegar hasta el. Veo un coche que va con mucha velocidad y lo atropella.

Me levanto sudado y llorando. Mi padre murió atropellado y siempre tengo la misma pesadilla una y otra vez. Al darme cuenta que sólo fue una pesadilla me tumbo de nuevo en la cama y al cerrar los ojos me quedo dormida.

Cuando menos te lo esperas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora