Capítulo 2.

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En Athenas, Grecia, los jóvenes caballeros del Santuario tenían una resaca terrible los que habían bebido demaciado, ya que siguieron el concejo del viejo maestro que ahora estaba más bueno que el pan.

-Muchachos tenemos una nueva vida disfrutenla a lo máximo, hay que beber qué como si no hubiera un mañana para nosotros-

Su exelencia estaba en la cámara esperando a que la resaca bajará un poco.
En la primera casa de Aries no había nada de extraordinario, desde la mañana Mü estaba entrenando a su discípulo Kiki.
Aldebaran había salido a buscar a Shaina, ya que a esa mujer simplemente le gustaban los hombres fuertes o ya era su obsesión.
En géminis los gemelos peleando por una simple taza.

-Ya te dije que es mía Kanon-
-Claro que no es mía-
-Entiende... Me estoy muriendo de una fuerte jaqueca y tú solo piensas en pelear-
-Saga... Yo quiero mi taza para tomar café... Si no lo entiendes te enviaré a otra dimensión, haber si así dejas de joderme la vida-
-Kanon, él que te enviará a otra dimensión por babosadas tuyas voy a ser yo, nací primero soy el mayor...-
-Por solo 1 minuto... Saga...-

Siempre había una escusa para que ambos pelearán.
En Cancer Máscara Mortal estaba peor que nunca, la cabeza le iba a estallar y claro recordaba lo que había dicho anoche tras unos cuantos tragos.
-¡Por santa Afrodita!- tocó su cabeza -Este es mi fin-
Por su parte el de la quinta casa dormía plácidamente, mientras los de bronce entrenaban en el coliseo.
Sexta casa y Shaka meditaba.
El santo de libra no estaba en su casa.
Después el escorpio estaba cuidando a su pequeña mascota un escorpión grande pero para el era hermoso.
Llegamos al Sagitario donde estaba un muy pensativo Aioros.

-Shura ¿Por qué huyes de mi?- se preguntaba al borde de su cama sentado.

-Tu no hiciste nada, si te sientes mal por mi muerte... yo sé que no hiciste nada, fue por órdenes del patriarca impostor que era Saga una pieza más en el rompecabezas para que esto se cumpliera así, Shura yo no te odió, te veo como un hermano más o creo que va más aya de eso-
El suspiró del Sagitario mostraba preocupación ante algo.
-Tal vez sea yo el que te pida perdón no puedo estar más así, viendo cómo te estás apagando por mi culpa, recuerdo que eras un niño muy risueño y juguetón y ahora pareces un amargado, tal vez este es el daño que yo te provoque con mi muerte, pero no es así, yo no mori con tu famosa "Escalibur" si no con el golpe que me había provocado al subir el risco para llegar ante la pequeña diosa, somos piezas del cruel destino pero por que te quiero a mi lado Shura, está inconsciente necesidad de hablarte no me deja en paz, será que hay algo más oculto en mi, siempre te ví como un chico noble y de corazón justo, no debes pagar por cosas que ocurrieron en el pasado al menos no por mi culpa ¡Shura!- un suspiro nuevamente inundó la habitación que estallaba en silencio.
Los pensamientos de Aioros están inciertos, confundidos y eso era desesperante para el.

La casa de capricornio estaba igual inundada de silencio.
Shura sostenía una carta entre sus manos, mientras se le escapaba una lágrima del ojo derecho para darle continuidad a sus abruptos pensamientos.

30 de Noviembre 1995

Aioros perdóname, nunca quise hacerte daño, lance mi Escalibur hacia ti con un poco de precaución para no hacerte daño, sentí el cosmos de la bebé y creí en ti pero ya era demasiado tarde para arrepentirme, tú ya habías caído por ese risco, ahora tú estarías festejando tu cumpleaños con ese pequeño niño llamado Aioria que ahora está entrenando duro para convertirse en uno de nosotros, perdóname por favor, nunca quise lastimarte, estabas tan vulnerable que aunque mi ataque fuera leve te daño, es mi culpa que hayas muerto sin cumplir tu misión, ya es tarde para arrepentimientos y yo mismo nunca me lo perdonaré, cada noche recuerdo ese día lleno de oscuridad, como si hubiera sido ayer, mi garganta parece tener un nudo atorado y lloró, lloró por tu pérdida... Soy un completo idiota.
Att:Shura.

Lágrimas por parte del Capricornio manchaban aquella hoja que sostenía en sus manos.
Recordaba que cuando la escribió tenía catorce años cuando escribió aquellas palabras.
Suspiró pesadamente y la guardo junto a otras.
Todas escritas para Aioros o al menos en sus pensamientos eran para Aioros era una forma de desahogarse pero ahora tenía una nueva oportunidad para convivir con el y arreglar el cruel pasado.
Sin embargo cada vez que intentaba hablar con él para pedirle perdón sus piernas flaqueaban y los nervios lo invadían y no sabía el por qué de tal situación.
Cada vez que veía a Aioros su corazón parecía palpitar demaciado rápido, cuando intentaba hablarle simplemente se quedaba estático.
La mente se le borraba y se le ponía en blanco.
-Sabroshura...- Grito Afrodita.
El capricornio se limpio las lágrimas y dejo la caja de lado.
-Pasa Afro...- no termino de decir el nombre cuando el santo de Piscis ya estaba en su habitación.
-Shuris no sabes lo que hizo el idiota de Milo y Death Mask, no lo cre...- la vista del peliceleste se fijó en una caja dorada. -¿Qué es esto?- Shura intento detenerlo para que no tocará nada del interior pero tarde, Afrodita ya estaba leyendo la carta. -Shura esto es lo que creo que es-
-¡Basta Afrodita! Eso lo escribí cuando tenía catorce años-
-Shura que haces guardando las listas del mercado- a Shura le volvió el corazón al pecho.
-¿COMO?- Grito histérico.
-No... Mentira... Jaja encerio no sabía que Aioros te gustará Shura... Cada quien sus gustos-
-¿Que dices Afrodita?-
-Cada palabra escrita aquí da una sensación de sentimientos tristes, pero ante todo yo lo que leo aquí es amor-
Shura maldijo el momento en el que Dita entro a su habitación y tomo su caja de secretos.
¿Amor? ¿Amor hacia Aioros?
Eso eso no era nada verdadero... Simplemente eran cartas que había escrito en su adolescencia.
Su pregunta más acertada era la siguiente.
-¿Encerio es lo que siento por Aioros? Ja, por favor si yo lo mate con mi poderosa Escalibur, lo único que haré es arreglar muy bien mis pensamientos- pensó.
-Shura...- Death Mask lo saco de sus pensamientos.
-No le digas que estoy aquí... Te lo ruego Shura y te juro que te ayudo a conquistar a Aioros, pero a ese ni le menciones mi nombre a ese maldito cangrejo-
-¿Pero que te hizo...?- Shura guardo silencio al ver como Death Mask entraba.
-Hola amigo... Ven vamos a desayunar- Afrodita escondido bajo su cama daba gracias al cielo, pero seguía siendo un idiota ya que estaba extraño.
-Pero Shura... Tú no...-
-Vamos, vamos tienes una gran resaca y te daré un café y ya me cuentas tus cosas- Suspiró Shura.
Pero ante todo tenía que hablar con la diosa y explicarle hasta el último detallé.

Perdoname... (Aioros x Shura) (YAOI) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora