Capítulo 32

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Después de haber sentido dudas sobre si casarse con Aioros era bueno o malo, Shura se encontraba tomado de la mano del Sagitario, quién lo veía con una gran sonrisa.

Sin duda Afrodita había hecho un buen trabajo al escojer aquellos colores de trajes, Shura y Camus usaban el mismo modelo en color perla, la diferencia eran las corbatas, Capricornio llevaba una roja al igual que la rosa del bolsillo izquierdo mientras que Acuario una azul eléctrico que hasta podía hacer juego con el cabello de Milo.
Por el otro lado Aioros y Milo usaban uno negro con camisa blanca y la misma diferencia, las corbatas y rosas del mismo color que su respectiva pareja.

Milo y Camus tenían una sonrisa de felicidad y amor.

Ambas parejas enfrente con todos sus invitados acompañandolos en ese momento más importante de sus vidas.
El patriarca llegaba junto con algunos documentos en manos, la ora de dar el sí estaba cerca.

—¡Buenas tardes a todos!— saludo —Estamos reunidos aquí para unir a estas parejas bajo las leyes de la sociedad...— como era su costumbre de todo juez cuando casa a los novios dijo todos los artículos en los que se basaba un matrimonio ante los ojos de la sociedad —... Dicho esto se considera que lo que ambos hagan de ahora en adelante como bienes materiales sede a la cláusula de "Lo que es mío es tuyo y lo tuyo es mío" basándose en la unidad como pareja— siguió hablando sobre norma y de más —Bien... Milo aceptas a Camus como tu esposo, para juntos formar una familia con los valores y normas de la sociedad— sonrió al ver a Milo.
—¡Aceptó!— tomó el bolígrafo y firmo donde se le indico.
—Y tu Camus aceptas a Milo...—
—¡Aceptó!— interrumpió a Shion y todos sonrieron ante aquella expresión del caballero de acuario.
—Bien... Bajo las leyes yo los declaró Marido y Esposo— sonrió con una idea en mente —Milo puedes besar a Camus—

Milo sin pensarlo dos veces se acercó a Camus lo tomo de la cintura y lo besó, saboreando aquellos fríos y dulces labios de su querido acuario.
Todos aplaudieron en ese momento.

—¿Hyōga por qué lloras?— preguntó Shun observando la escena del beso y a su compañero de batallas.
—Es que ambos me han enseñado bastante y veo que al fin Camus a dejado de lado esa coraza fría para estar con la persona a la que ama— sonrió con lágrimas bajando por sus mejillas.

—Pueden venir los testigos—
Mü y Shaka pasaron a firmar aquel papel gustosos de ver a sus amigos, también Shaina y Aldebaran gustosos por qué de aquí a unos meses ellos también celebrarían su matrimonio religioso a diferencia de ellos.

—¡Bien ahora!— suspiró y sonrió con mayor felicidad pues era un gran honor casar a Aioros y a Shura, debido a que a esos dos tuvieron que pasar por múltiples pruebas para estar juntos.
Desafiaron la vida y la muerte, lágrimas y recuerdos felices como tristes —Aioros...— suspiró —Aioros a llegado el momento, las mismas palabras que le dije a Camus y Milo también son para ustedes— miro a ambos —Aioros aceptas a Shura como tu legítimo esposó y formar una familia juntos bajo las normas y obligaciones que deben mantener como pareja y matrimonio—
—Patriarca... Eso no se pregunta sabe que estoy dispuesto a hacer feliz a Shura— volteó a ver al que en unos segundos sería su esposo.
Noto un leve sonrojo en las mejillas de Shura y una sonrisa.
—¡Aceptó!— soltó la mano de Shura que durante todo el discurso que Shion tenía que dar mantuvo entrelazada con la de el.
Tomo el bolígrafo de tinta negra y firmó con la delicadeza de que los trazos de lo que era su firma.
—Shura... No me vallas a interrumpir como Camus— advirtió el peliverde —Aceptas a Aioros como tu marido para verlo en las buena y en las malas, apoyarse mutuamente y formar una familia...—

—¡Aceptó!— al igual que Camus también lo interrumpió en las últimas palabras.
Suspiró y tomo el lapicero en sus manos firmando el documento que desde ese momento en que terminó de firmar.
—Bien... Pasen los testigos—
Death Mask, Afrodita, Aioria y Marín pasaron a firmar.

—Patriarca... Se le olvidó un pequeño detalle— hablo el cáncer sonriendo.

—Tienes razón... yo los declaró  Esposo y Marido— sonrió—Aioros puedes...— nuevamente interrumpieron sus palabras.

Shura jalo de la corbata a quien ya era su esposo y lo besó.
Al igual sus invitados aplaudieron al ver su felicidad.

—¿Shiryū y tú por qué lloras?— preguntó Seiya.
—¡Por... Por nada!— dijo limpiando unas cuantas lágrimas.

—¡Por fin juntos!— sonrieron al separarse de aquel romántico beso con aplausos de fondo.
—De ahora en adelante podemos estar juntos y puedo decir que eres mi esposo— Aioros lo tomo de la cintura y lo volvió a besar.

La comida se basaba en un platillo griego tradicional y vino tinto de los mejores en la región.

Afrodita se había lucido en todo hasta en el más mínimo detalle, la decoración, la comida y en la bebida.
Claro que se aprovechó de aquella tarjeta negra que Atena le había proporcionado, de Aldebaran para la comida y de su querido Death Mask con el vino.

Las parejas estaban en una mesa especial para ellos.
—¡Te amo Shura!— susurro Aioros a su oído.
—¡Yo te amo más de lo que puedas imaginar Aioros!— Sonrió y le dió un beso en la mejilla.

El día tan más esperado por Aioros estaba siendo un completo sueño, no creía que tenía a la persona que amaba a su lado y ahora siendo maridos.

—Caballeros alcen sus copas— hablo Saori sonriendo y levantándose de su asiento —Quiero brindar por mis cuatro caballeros dorados que por fundieron el siguiente paso uniendo sus vidas, venciendo las barreras más altas que el destino les puso para que al final su amor triunfará sobretodo lo ocurrido, por fin el amor llego al santuario y me siento tan orgullosa de ellos... ¡Salud!— todos hicieron aquel brindis esperado bajo la melodía de una pieza clásica.

—¡Camus... No te lo dije pero te vez hermoso!— sonrió el escorpión sonrojado.
—¡Tú no te quedas atrás querido!— le devolvió el gesto y lo besó.
—¡Después de esto juro que por fin voy a poder hacerte el amor!— le hablo al oído recorriendo unos mechones de su cabello aqua marina.
—¡Milo!— se sonrojó de inmediato el acuario.

[...]

—¡Las estrella están hermosas mi vida!— hablo Aioros abrazando por la espalda a Shura.

El capricornio lo había dejado con todos los invitados adentro ya que salió a respirar un poco.
Se estremeció al sentir como el abrazo de su esposo.
Cerro los ojos recordando aquella noche y las lágrimas no se hicieron esperar.

A diferencia de aquella noche en la que le arrebató la vida está estaba estrellada y no con nubosidad.

—¡Shura no llores!— dijo Aioros.
—¡Compréndeme!—
—Bien cuéntame ¿Por qué estás así?—
—Es que aún no puedo creer que hace catorce años estuvimos distanciados separados por la barrera de la vida y la muerte y ahora parece que estoy en un sueño... El mejor sueño de mi vida— tocó las manos de Aioros que reposaban sobre su cintura.
—¡Pero no es un sueño, es la realidad!— sonrió y beso el cuello de Shura.
—¡Sabes que te amo con todo mi corazón, mi cuerpo y mi cosmos!— suspiró al sentir esas caricias del amor de su vida.
—Y por eso ya estamos casados, por que también te amo de la manera más descabellada posible y sabes que a mi lado no va a ver una vida normal como en otros matromonios—
—Tambien por eso uní mi vida a ti, por qué lo que me queda de vida no va a ser normal si no diferente a tu lado— se separó del abrazó y se giró para ver los ojos verdes azules de Aioros y abrazarlo por el cuello mientas este lo tomaba de la cintura.

—¿Me concede esta pieza a la luz dela luna y las estrellas, sin los ojos chismosos de nuestros compañeros?— hablo Aioros.
Estaban a las afueras de trigésimo templo pero aún así se escuchaban las notas musicales de las melodías de piano.
—Seria un placer, caballero Aioros de Sagitario—  dijo sonriendo.
Comenzaron a bailar de forma lenta al compás de la música.

—❅—
Son 1400 palabras ahí arriba (↑)
Lamento si no esperaban algo así... Pero su escritora no va a bodas por el civil solo eh ido a una  cuando tenía diez años y ahorita ya pasaron seis años y ya no me acuerdo🤣 así que disculpen ese detallito ya que también me dió flojera buscar algo en internet.

Espero y lo hayan disfrutado 🤗.

Perdoname... (Aioros x Shura) (YAOI) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora