Capítulo 6.

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-¡Hermano pensé que no vendrías!- grito Aioria al lado de Marín.
-Sabes a lo que voy...-
-Bueno si-
-Hola Marin- dijo Aioros.
-Hola Aioros-
Para Aioros Marín era la mujer perfecta para Aioria, ya que no era posesiva o así.
-Nos vamos- dijo Aioria.

Aioros suspiraba cansado, solo estaba estorbando entre la relación de Aioria y Marín así que los dejo solos por un momento.

El fue el último en llegar a la plaza, después todo el público completo y alguno que otro santo de Athena sin armadura.
Afrodita estaba con Death Mask, Milo con Camus, Marin con Aioria, Los gemelos y Mü junto a Kiki.
El corazón se le detuvo al ver a aquel caballero de Capricornio ondeando una muleta.
Valla que el atuendo le quedaba perfecto.

-¡Es idiota! ¿Que hace ahí?- pensó Aioros.
-¡Hermano!- Aioria hablo.
-Shura...- solo pronunciaron sus labios.
Aquel joven estaba más concentrado en la corrida que en ver quiénes estaba ahí.
-¡Olé!- gritaron todos los presentes.
-¡Olé!- ante las fintas que le hacía Shura al toro todos se emocionaban... Menos él, tenía un pensamiento malo, algo le podría pasar a ese tonto de Shura.
-¡Olé!-
Todo era regocijo y alegría en el mini coliseo que así le solían decir los caballeros.
La plaza estaba a reventar.
El toro ya estaba en el suelo...
Listo para recibir la espada final...
-No soporto ver esto... Me voy Aioria- el santo de Sagitario no podía ver cómo Shura clavaba la espada que le llevaba un mozo para darle la muerte a aquel animal.

-¡Oh no Aioros... Tu te quedas!-
Algo en falso pasó... Cuando Shura iba a darle el golpe de gracia el toro se puso de pie nuevamente embravecido y logró cornear al torero Español, dejándolo inconsciente en en piso sangrando.
-Te lo dije Aioria...-
-El fue el idiota... Nadie lo obligó a hacer eso, será el mejor santo que a tenido la casa de capricornio pero en esto está más tarado que nadie... aunque venga de su madre patria... Él es caballero no torero-

Aioros quería ayudar a Shura, pero no podía hacer nada, nadie lo dejaría pasar.

Antes de salir a dar su espectáculo... Shura puso sus sentimientos en orden.
Cada célula de su cuerpo estaba concentrada en aquel joven griego que había llegado a sentarse en la primera grada.
Estaba claro... Él, Shura de capricornio estaba enamorado de aquel joven griego que utilizaba una bandana roja en el cabello para que su cabellera castaña no le impidiera ver.

-¡Aioros! ¿Que diablos haces aquí?- suspiro.
-Bien supongo que debo ser tolerante ante tu presencia aquí, no me dejas en paz ni en mis sueños-
-Cinco minutos Shura- dijo el organizador sacándolo de sus pensamientos.
Se sintió tan feliz vestir un traje de un deporte Español o que al menos se llevaba a cabo en España.
Las espadas eran lo suyo... Lo sabía simplemente esta vez no debía emplear su cosmos y pelear contra la bestia.
Le pareció gracioso comparar a ese toro con la armadura de Aldebaran.
De pronto todo el público le gritaba con regocijo y atención a el.
Prácticamente traía consigo una rosa roja que sostenían sus dientes... Según él lo hacía lucir más. (Concejo de Afrodita)

Los "Olé" no faltaron en aquel recinto.
Toda esa bulla la había armado el con solo colocar unas cuantas espadas en lo que era la espalda del toro y unas cuantas fintas con la muleta.
Llegó la hora de Matar a la bestia pero el salió herido.
Todo se nublo pues desde que vio al griego sentado ahí en aquella grada, no salía de su pensamiento.
Y sobretodo la mirada penetrante que este le tenía.
Estaban a metros pero para él era estar a centímetros.
La felicidad lo inundó de solo pensar qué tal vez lo fue a buscar al pueblo y al dar su descripción le dijieron que estaba en la plaza.
Su mirada se nublo y cayó al piso como tal costal de papas.
Solo volteo una vez más a ver a Aioros.
Semejante imbécil desearía verlo.
Era claro no tenía experiencia con esos animales.
No tenía experiencia de tal deporte de contacto entre hombre y bestia.
Todo se esfumó para el.
Si la desconcentración se la debía a Aioros.
Una vez más fue el causante de dicha herida sobre el.
De ahí no supo nada más, su conciencia lo abandonó.

-¡A...Aioros!- suspiro pesadamente Aioria que no supo en que instante el caballero de sagitario, su hermano había saltado la grada con ayuda de su agilidad como caballero de Athenea.
-¡Déjalo... Solo busca ayudar a Shura!- dijo Marín -No es que quiera separarte de tu hermano pero ambos sabemos que tanto Shura como Aioros nunca tuvieron esa amistad que se decía, no mal entiendas me refiero a que una persona hace todo por amor recuerda cuando me salvaste de Shaina- sonrió.
-Tienes razón-
Nadie se movía de su lugar... Querían ver cómo terminaría eso.
Llegaron algunos paramédicos lo llevaron a lo que eran camerinos para un torero.
Aioros no lo dejo en ningún momento
-¿Usted es su amigo o algo?- preguntó el organizador.

-Si... Yo soy... Su amigo- las últimas palabras las dijo en un tono bajo y prácticamente el mismo se había mandado a la Friendzone. -Shura... ¡Eres un tonto! Disculpe señor... Se qué tal vez le dijo que era español y sabía sobre una corrida de toros, pero no es lo mismo tener la dicha de ver una corrida desde las gradas que... Ser un torero-
-Comprendo amigo... Ahora mismo lo están atendiendo-
-Si me disculpa yo soy doctor... Se como detener esa hemorragia rápidamente- tercera y última vez que Aioros mentía.
-Esta bien... Quien más que un buen amigo para ayudarlo-
Todos salieron de ahí dejando solos a Aioros y Shura.
-¡ERES EL IDIOTA MAS GRANDE DEL MUNDO!- habló.
-Agh- Shura se quejaba mientras estaba inconsciente.
-¡BIEN SABES LO QUE UN CABALLERO DEBE HACER!-

Aioros debía recordar en qué punto de su cuerpo Shura tenía la estrella central de su constelación guardiana.
Recordó rápidamente y presionó con su dedo índice y medio el corazón de Shura, está era una técnica para que dejara de sangrar.

-¡Eres un gran idiota! ¡Casi te matan!-
Aioros no podía contener su rabia... Sabía perfectamente que Shura se había dado tiempo de organizar sus sentimientos.
Shura dejo de sangrar y empezó a recobrar el conocimiento.

-Semejante idiota como te atreves a hacer esto...- suspiro.
-Aioros... ¿Qué... Demonios haces... Aquí?- le costaba hablar.
-Eres un gran estúpido Shura...-
-No tanto como tú-
-Hoy mismo regresamos al santuario y que Afrodita consiga algo para sanar esa herida-
-Dejame ya no soy un niño-
-Te estás portando como tal Shura-
Cuando menos lo pensó ya estaba a centímetros del rostro de Shura y de degustar esos labios carnosos color durazno.
-¡Basta Aioros!- Shura volteo a ver a otro lado.
Se sintió incómodo por tal cercanía.
Ya eran dos veces que Aioros estaba con el a diminutos centímetros de su rostro.
Un color carmesí apareció en sus mejillas.

-Nos vamos Shura... No puede ser que tú mismo te quieras matar Shura-
Afrodita llegó en el peor momento.
-Ya no soy un niño Aioros y ahora soy peor que ese niño de nueve años que te dió el golpe de gracia-
-¡SHURA DE CAPRICORNIO! ¡Insolente como te atreves a decirle eso a Aioros después de lo que me dijiste!- Afrodita estaba muy molesto con aquel Español.
Aioros lo único que hizo fue salir de ahí.
-Eres idiota o que... Aioros estaba triste... Ah.. Shura todavía que se preocupa por ti y eso...-
-No es mi madre o algo parecido-
-¡Ahh cabra terca!-Suspiro. -Aioros despide amor hacia ti hasta por los poros... Cuando te observo ahí tirado no dudo ni un poquito y salto de las gradas hasta llegar aquí-
-Nadie se lo pidió-
-Shura... ¿Qué pensaste? El amor es amor-
Afrodita también lo dejo ahí para que aprendiera la lección no lo llevaría cargando hasta el décimo templo... Ya que verdaderamente este debía ver lo que había a su alrededor.

Perdoname... (Aioros x Shura) (YAOI) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora