*La Fuente de el amor*
Un día en el monte Olimpo, Artemisa se encontraba sentada a la sombra de un árbol, meditando acerca de el amor, y apesar de ser la diosa de el amor no comprendía el por que si era algo tan bello, todos sufrían por tenerlo o no tenerlo, ante esta gran interrogante Artemisa corrió hasta la fuente de el amor, donde siempre estaba Afrodita con su hijo Eros, se decía que de esa agua Eros mojaba la punta de sus flechas para enamorar a los mortales, además de el toque mágico de Afrodita con el cual ella decidía cuanto duraría la relación y con que intensidad seria esta, ella y su hijo se la pasaban cortado rosas y jugando con ellas, mientras observaban el amor de los mortales,Afrodita jamas dejaría que alguien bebiera de la fuente de el amor, ya que encontraría el amor verdadero y entonces Zeus se molestaría por que el amor verdadero solo podía existir entre dioses.
-¡Oh Afrodita! diosa de el amor y todo lo bello, he venido con una duda que ha mermado mi felicidad, dime ¿Por que los mortales desean el amor y cuando lo tienen son felices, cuando lo pierden o no esta son miseros?
Dijo Artemisa recargándose en la fuente alta de mármol, acomodando sus cabellos mirando a Afrodita y su hijo, Eros comenzó a revolotear a su alrededor mirando a su madre y cortando rosas.
-Artemisa, es sencillo, no han encontrado el amor de su vida, por que las flechas solo tienen un efecto secundario en ellos, con mi toque de gracia se enamoran rápido y así como su intensidad aumenta con el poco tiempo que llevan juntos, termina lastimando a alguno de los 2 diciendo que no cree mas en el amor, pero vuelve a hacerlo.
Dijo un poco irónicamente, inclusive un poco maliciosamente, después de dialogar con Eros un poco más, comprendió que el amor era un sentimiento demasiado profundo como para que solo pudiera durar tan poco, esa misma noche mientras Afrodita y Eros dormían robo en una vejiga seca de oveja un poco de el agua de la fuente y viajo a la tierra regándola sobre todo el mundo, cuando Zeus se dio cuenta se enfureció y como castigo a los mortales que ahora tenían ese don, separo lo más que pudo a las mitades perfectas de cada mortal no solo las separo en distancia, si no en genero o inclusive también vijilandoles para que no se conocieran nunca.
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Relatos Cortos De Amor, Desamor, Perfumes, Mentiras, Caricias Y Mucho Más.
Dla nastolatków"Por Que Simplemente No Olvidamos De Todo Unos Momentos Y Leemos Una Buena Historia"