Il Mundo D'Oro... - JJBA Vento Áureo. [Giorno & DIO]

[5]DIO.

Se escuchó el sonido de unos pasos a lo lejos, el tiempo permanecía parado.

Jotaro sabía de quién se trataba. No había nadie capaz de parar el tiempo salvo él mismo y... DIO.

Llevaba mucho tiempo sin sentir la sensación de que alguien más detenía el tiempo, habían pasado años desde la última vez. Intentó moverse pero, debido a la poca práctica que adquirió entonces y su cansancio actual, no pudo tan siquiera mover la punta de sus dedos.

DIO se aproximaba por la espalda, con un caminar lento pero contundente. Cuando llegó a la altura de Jotaro, The World se encargó de lanzarlo lo más lejos posible hacia la derecha. En ese momento, Jotaro pudo sentir como su cuerpo recibía una gran presión que de la nada se desvaneció para dejar de sentir. Había alcanzado su límite de poder ver en el mundo inmóvil de DIO.

Este en cambio, se dirigía hacia Giorno, que aún seguía inconsciente tras la paliza que había recibido. DIO lo sujetó en brazos y avanzó hasta colocarse delante de la avioneta.

El tiempo retomó su curso.

Narancia y Mista quedaron asombrados al ver que un hombre de dos metros había aparecido de la nada delante de ellos, y para colmo, estaba sujetando a Giorno en sus brazos.

(N/Mista.)

Cuando giré la cabeza, a mí izquierda vi a un hombre que fácilmente compararía con un armario, lo más sorprendente no fue su tamaño, si no que hacía dos segundos no estaba ahí plantado. Estaba tan sorprendido que tardé en darme cuenta de que el hombre estaba sujetando a Giorno en sus brazos.

Volteé la cabeza hacia el otro lado, el hombre vestido de blanco que nos había dado una paliza había aparecido a tres metros a la derecha de donde estaba. Además de que, estaba sangrando bastante... Supuse que el tío alto fue quien le hizo aquello, porque nosotros tres... Ni siquiera fuimos capaces de tan siquiera cansarlo.

Narancia estaba casi inconsciente por toda la sangre que había perdido, parecía mucho más sorprendido que yo, ya que el armario estaba justo delante de sus narices.

Intenté coger mi pistola y disparar al tío de blanco, pero recordé que me había roto los dedos... Debería tener cuidado al mostrar a mi stand...

Volví a mirar al hombre alto, estaba mirando a Giorno... Parecía que se había dado cuenta de que estaba volviendo en sí. Cuando Giorno abrió los ojos parecía estar perdido, pero no tardó en sorprenderse al ver la cara del hombre. Al principio, miraba con extrañeza pero su mirada se abrió de repente. Sus ojos estaban como platos cuando pronunció el nombre de... DIO.

Giorno se quedaba observando al hombre como si hubiera estado esperando mucho tiempo ese momento. Parecía que en cualquier momento iban a caer lágrimas de sus ojos, aunque poco después volvió a quedarse inconsciente.

El hombre alto, comenzó a hablar dirigiéndose al de blanco:

—Jotaro, me temo que no tengo tiempo que perder. No obstante, acabaré contigo por haber venido a matar a mí... a Giorno...

El hombre de blanco intentó levantarse, aunque no consiguió hacerlo dada la gravedad de sus heridas.

—Vosotros—El hombre alto se dirigió a nosotros—Subid al avión, nos vamos.

De repente, Narancia y yo actuamos inconscientemente e hicimos caso a lo que nos habían ordenado.

Bucciarati y Trish se encontraban ya sentados en los sillones de la avioneta.  El hombre, quien iba a la cabeza de nosotros se presentó antes de que ellos pudieran reaccionar.

—Mi nombre es DIO.

Únicamente dijo eso.

—¿¡Quién eres!? ¿Cómo te atreves a subir de manera tan descarada a este avión?—Bucciarati se levantó furioso de su asiento.—¡STICKY FINGERS! ¡Te echaré de aquí a golpes!—Parecía estar a punto de golpear a DIO, pero este simplemente continuó andando hacia delante hasta que dijo: