F is For Faker.

Capítulo 2: AA'IN

Narrador Omnisciente:

El olor a tostada y café recién hecho, se dispersaba de manera rápida por la casa. Acompañado de una suave melodía, típica de la rutina diaria en el apartamento de Harry. Nuestro joven amigo, como todos los días, se había levantado a un horario que para otra gente rozaría lo inhumano pero, él era así.

Su rutina de yoga iniciaba apenas 15 minutos después de que el reloj se activara por primera vez, a eso de las 05:00 de la mañana... ¿Ahora entienden cuando digo inhumano? El ojiverde creía que la mejor manera de iniciar su día era realizando el famoso "Saludo al Sol", aunque este no estuviera en el cielo todavía.

Luego de una hora practicando y estirándose, se dirigía hacia el baño para darse un largo baño con sales aromáticas... para por fin sentarse sobre las 7 de la mañana en la pequeña mesa, junto al balcón, para desayunar mirando el poco tránsito de la ciudad que seguía sumida en un profundo sueño.

Todas las mañanas realizaba el mismo procedimiento, para después alimentar a su gato Mr. Flurflils, un lindo siamés que lo acompañaba desde que tenía 15 años. Algo malhumorado en ocasiones pero, siempre cariñoso con su amo.

Mostrándose pensativo Harry escondía a simple vista a un chico muy agradable que siempre tenía una sonrisa y un trato delicado con cualquier ser humano que se cruzara en su camino, respetuoso, y creativo... siempre alegre. Así describían a Harry.

El sonido del timbre disiparon los pensamientos del chico, quien rápidamente se dirigió a está esperando encontrar tras de sí a su mejor amigo, como todas las mañanas. La puerta se abre, y el joven ojiverde se queda con la mano alzada a medio camino, y una sonrisa congelada, observando a sus padres.

No malentiendan, Harry adoraba a sus padres, siempre era cariñoso con ellos pero, desde que se había mudado, ellos se mostraron algo reacios a aceptar la nueva independencia de su único hijo.

-¡Pastelito!- El típico saludo de su madre.

- ¡Hijo!- El típico saludo de su padre.

Dando un paso atrás, de forma casi autónoma, dejo que sus padres ingresen al departamento, quedando atrás para repasar mentalmente si durante las últimas semanas se había metido en algún problema. Ante la negativa de su cerebro soltó un suspiro.

Sus padres ya se habían sentado en el pequeño sillón de la pequeña sala de estar, del pequeño apartamento de nuestro amigo. Y con una sonrisa miraban a su hijo, la cual les devolvió, quedándose de pie junto al mueble recibidor, junto a la entrada.

-¿Quieren algo de tomar?- Su padre le ofreció una sonrisa afable, antes de asentir... su madre, bueno su madre trataba de contenerse. Digamos que ella era la más afectada por no tener en el nido a su pequeño "pastelito". Harry deja a sus padres para dirigirse a la cocina, dándoles un poco de privacidad.

-El lugar es acogedor y está limpio, ¿no te parece?- Pregunto Robert a su esposa, tratando de sacarle conversación, hacia un día que esta última no le hablaba.

-Que sea una caja de zapatos rosa pastel, con ventanas por todos lados, no lo hace acogedor, Robert. –Anne, quien nunca fue vista dirigiéndose de mal forma a una persona, hubiera tomado por sorpresa a más de uno con ese comentario. Pero a Rob no, él era su esposo, la conocía y prefería ese brusco comentario, antes de su silencio sepulcral.

-Tienes razón querida, la iluminación es fantástica- Toma la mano de su esposa y la besa, antes de dedicarle una pequeña sonrisa juguetona. Él entiende a Anne, es difícil dejar ir a Harry, es todo lo que tienen pero, el muchacho necesita descubrir al mundo por su propia cuenta. Claro que si ellos pueden hacer que ese mundo sea lo menos hostil posible, lo harán.