-¡Oye, hiciste trampa!
-Claro que no, tenía los ojos cerrados mientras contaba
-Entonces ¿Cómo me encontraste tan rápido?- el pequeño ojiverde se cruzó de brazos, haciendo pucheros
-No lo se, creo que no tuviste una gran idea al esconderte atrás de los arbustos
El menor bufo y quito los mechones que tenía pegados a su sudada frente, camino ignorando al castaño y se dirigió al árbol en el que tenía que apoyarse para contar hasta cincuenta mientras el otro se escondía
-Tampoco te enojes- pidió con diversión
-Ya cállate y ve a esconder...
-¡Erick!
Las palabras del pelinegro fueron interrumpidas por el grito que dio su madre desde la puerta de la casa. Ambos niños voltearon para ver a la señora Daysi quien les sonreía desde lo lejos, sin embargo, el mayor no sonrió por que sabía que su amigo tenía que irse y dentro de poco a el también lo llamarían
-Tengo que ir a cenar- hablo primero el más bajo -¿Nos vemos mañana?
Christopher asintió al ver la sonrisita que se había dibujado en los pequeños labios del menor
-Claro, pero mañana jugamos soccer, las escondidas son muy aburridas
-Lo dices por que siempre ganas- sus ojitos verdes se entrecerraron
-Tu a veces también ganas- corrigió -Así que somos dos alfas ganadores
-Si, tienes razón- admitió con orgullo y puso la mirada en alto
El castaño sonrió al haber conseguido subir el ego de su mejor amigo
-¡Erick, ven ya!
Los dos estaban tan enfocados en su gran conversación que se habían olvidado de la mujer que esperaba desde la puerta
-¡Ya voy!- grito el nombrado y tomó su pelota de soccer
El ojimiel definitivamente no podía dejar de sonreír al ver lo rapido que Erick metía sus juguetes a la mochila. Cuando termino, se colgó la mochila al hombro y le dio la espalda al más alto para empezar a correr a donde lo habían llamado
-¡Hasta mañana, Chris!
-Hasta mañana, Erick- un susurro salio de sus rosados labios
●●●
-Mami, ya llegue- se quitó los zapatos y los dejo tirados en algún lugar de la sala
-Hola, cariño, estoy en la cocina ¿Vas cenar?
-No tengo hambre, me iré a dormir
-Te lavas los dientes antes de acostarte
-Si, si
Christopher subió a toda velocidad con rumbo a su habitación, no tardó ni dos segundo en abrir la ventana y apoyar sus brazos en esta, esperando a ver la luz que iluminaba la ventana de la otra casa
Cinco minutos después, un Erick con el cabello alborotado había abierto la ventana contraria, regalandole una adorable sonrisa a Christopher quien tenía sus ojos fijos en el
-¿No piensas dormir, tonto?- pregunto el ojiverde
-Solo los bebés duermen temprano y yo no soy uno- sonrió con diversión -Tu si
-Por supuesto que no, ya soy grande tengo ocho años- se defendió
-Pues yo soy mucho más grande, tengo diez y pronto seré un gran alfa como mi papá
Erick rodó los ojos
-Yo también seré un gran alfa
-Lo se, pero seguiré siendo mayor que tu asi que te defenderé cuando otro alfa intente hacerte daño
-No te preocupes, yo voy a poder sólo, soy muy fuerte- hizo puño su mano derecha y lo golpeó contra la palma de la otra mano
-Si, bueno creo que no nesecitaras ayuda- asintió -Hazte a un lado
-¿Para qué?
-Voy a saltar para entrar a tu habitación
-No, Chris, te puedes caer
-Claro que no
-Claro que si, nunca lo has hecho
-Vamos, sólo quiero despedirme de ti- está vez su voz tomó un tono más bajo
-¿Que?- los ojos del menor se abrieron de par en par -¿Despedirte? ¿Por qué? ¿A dónde vas? ¿Te vas a ir? ¿Por qué...
-Papá planeo un viaje a Londres desde hace mucho y a la mañana nos iremos, por eso quiero despedirme de ti
-Pero...- sus ojitos se entristesieron y no encontraba ninguna excusa para pedirle a Christopher que se quedara
-Solo será por las vacaciones, cuando empieze la escuela regresare
-¿Lo prometes?
- Lo prometo- sonrió
-Esta bien, pasa si quieres
Erick se hizo a un lado para que Christopher pudiera meterse. El mayor tomó aire, dio unos pasos hacia atrás y se impulsó, saltando de su ventana y cayendo directo en la habitacion del más pequeño
-Ves, te dije que podía hacerl...- el ojiverde lo abrazo con fuerza impidiondole continuar y hundiendo el rostro en su cuello -¿E-Erick...
-Te echaré de menos
Christopher se relajó y se dejó abrazar, llevando sus manos a la diminuta cintura de Erick, sintiendo húmedo su hombro por las lágrimas que este empezaba a derramar
-Yo también te echaré de menos
Pasaron segundos abrazados hasta que el más alto tomó la iniciativa de ver a Erick a los ojos, los cuales se encontraban rojos por el llanto
-Volvere pronto y podrás ganarme las veces que quiera
-No es lo mismo si te dejas ganar- frunció los labios
-No me dejare ganar
-De acuerdo
Sus miradas estaban fijas la una con la otra y sus respiraciones era el único sonido que se escuchaba, sus bellos y adorables rostros no dejaban de admirarse. Las manitos de Christopher fueron a parar a las mejillas del contrario, las cuales estaban rojas por algún motivo. Sus ojos estaban muy abiertos y el mayor sólo pudo concentrar su vista en los rosados labios de Erick
Un beso
Un beso, suave e inocente
Eso fue lo que Christopher le obsequió a Erick, un pequeño beso. Ninguno de los dos tenían la menor idea de por que ocurrió eso, pero por alguna razón sus corazoncitos se habían acelerado al igual que sus pulsaciones
-Y-Ya me voy... buenas noches- Chris creo distancia entre ambos y se dio la vuelta hacia la ventana
-B-Buenas noches
Christopher regresó a su habitación y cerró la ventana. Erick hizo lo mismo
Esa noche se hizo larga para los dos niños, ninguno de los dos dejo de tocarse los labios y es que eran tan pequeños que no podían pensar en nada más que no fuera ese besito que se habían dado, no sabían que pasaba y tampoco sabían lo que iba a pasar.
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Mío (Omegaverse) [Chriserick]
Fanfiction-Eres quien desata tormentas inagotables en mi entre pierna... Eres mio, mio y de nadie más Christopher y Erick son dos niños con grandes sueños, que por cosas de la vida toman caminos diferentes. Ocho años después se reencuentran y las cosas toman...