03.

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03.

Pasaron algunos meses donde Yoongi trabajó realmente duro en casa de su amigo para aprender a entender aquellas señas raras que Jimin hacía.

La madre del rubio había sido muy amable al conocerlo y no tuvo problemas en convencer a los padres de Yoongi para que le dejaran tomar aquellas "pequeñas clases" en su casa.

-Minnie, Minnie- hablo un Yoongi emocionado.
Cuando obtuvo la atención del rubio comenzó a hacer señas que había aprendido ese día. Según él, lo que le estaba diciendo era "Te Quiero", pero cuando Jimin comenzó a burlarse de aquello se dio cuenta que algo estaba haciendo mal.

Yoongi se sintió decepcionado, porque había estado toda la tarde aprendiendo y al parecer había fallado. No tardo mucho para comenzar a derramar algunas lágrimas, parecía que aunque el pequeño Yoongi se esforzara sólo hacia las cosas mal, tal y como le recordaban siempre sus compañeros.

El rubio tomó las pequeñas manos del otro y le ayudo paso por paso, en cada movimiento, para que pudiera mencionar aquellas palabras con señas, porque sinceramente Jimin también moría de ganas de que el castaño le dijera aquello.

Pero el menor cada vez hacia más corta la distancia entre ellos y Yoongi no pudo evitar las ganas enormes de plantar un beso en la mejilla del otro. Realmente no sabía de donde había salido aquello, pero lo hizo, de nuevo.. Por milésima vez, desde que lo conoció, su cabecita le pedía a gritos que besara aquellas redondas mejillas.

Y de nuevo la pequeña manzana apareció y Yoongi comenzó a preguntarse porque siempre rechazaba aquellas frutas que su madre le ofrecía.
De ahora en adelante Yoongi tenía en claro que sus frutas favoritas serían las manzanas.
Y dentro de él también sabía que ninguna manzana se compararía a el color de Jimin por cada beso.

- Te quiero Minnie... realmente te quiero.

La voz de Jimin - YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora