09. FINAL

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Tomó sus maletas las cuales había hecho un día antes, miro por última vez su habitación, y la persona que tanto extraño durante 8 años, apareció frente a él. Ese pequeño niño de cabello rubio, enormes mejillas y sonrojos momentáneos. Aquel niño se acerco lo suficiente para tomar su mano, y cuando por fin el tacto iba a ser correspondido, pudo darse cuenta que de nuevo... estaba sólo.

Después de algunos días de inscripción, alojamiento y de conocer, llegó el primer día de clases. Con el pasar de algunas clases y presentaciones por parte de los profesores, también llegó la hora del almuerzo.
Se dirigió a la cafetería de la escuela y pidió lo primero que vio en el menú, tomó su almuerzo y se encamino a alguna mesa cercana. Él no tuvo compañía alguna, no había formado amistad con ninguno de sus compañeros y pensándolo bien, realmente nunca había hecho amistades.
Así había sido siempre, su único amigo solo había sido él, y cada que Yoongi lo recordaba, tenía sentimientos encontrados. Le deprimía y molestaba, muchas veces prefería mantener esa amistad como un simple sueño, solo un sueño el cual nunca había sucedido realmente; algunas otras veces, anhelaba volver a esos tiempos, tiempos donde era feliz, donde no estaba sólo.

—¿Puedo sentarme aquí?— habló un chico a su lado, sacandolo de sus pensamientos. Yoongi asintió un poco tímido, sin mirar al otro chico y solo se dedico a terminar su almuerzo para regresar a sus clases.

—¿En qué clase estás?— Yoongi prefirió no contestar, se limitó a seguir comiendo y no prestar atención a su acompañante, este comenzaba a molestarlo un poco y es que el castaño siempre había tenido miedo a las demás personas.

—Hey, no debes ignorar a alguien cuando te habla— pudo notar como su voz se escucho un poco cortada, cuando intentó mirar un poco con su vista periférica y tal vez intentar disculparse, el chico tomó sus cosas y caminó lejos sin mirar atrás.

Decidido, quiso voltear completamente, el chico ya iba varios pasos lejos, era un poco alto, su cabello era corto y castaño. Algo dentro de Yoongi se rompió, en esos momentos pensó que era la persona más mala e inhumana del mundo, era seguro que aquel chico no volviera a dirigirle la palabra nunca más.

Después de aquello, decidió terminar su almuerzo y después planeaba ir a la biblioteca para terminar un trabajo, cuando se dio cuenta de algo, aquel chico, el de hace unos segundos, olía a aquellos dulces de sandia que él y Jimin amaban tanto, una absurda idea cruzó por su mente. Sonrió entristecido, pues era obvio que aquel chico no era su Minnie. Jimin tenía el cabello rubio, Jimin no le hubiera saludado de esa forma... Jimin ni siquiera podía hablar.

La última clase del día había llegado, el tonto Profesor les había pedido a todo el grupo presentarse, cada uno comenzó diciendo su nombre, edad, y cosa favorita. A Yoongi le había parecido absurdo todo eso, ya no eran unos niños, aún así, cuando el hombre frente al escritorio lo señaló, él se levantó de su asiento y habló.

—Mi nombre es Yoongi, Min Yoongi, tengo 15 años, pero realmente no tengo nada favorito en el mundo— con la mirada baja, regreso a su posición inicial y soltó un suspiro, estaba harto y quería irse a su dormitorio ahora.

Después de algunas cuentas personas, el timbre anunciando la salida sonó, todos comenzaron a tomar sus cosas cuando la voz del profesor sono en todo el salón.

—Esperen, aún falta un compañero, ¿qué les parece si le dejamos que haga su presentación y después todos podemos irnos? — esbozo una sonrisa y giro para darle la palabra al último chico.

Yoongi se apoyo sobre su banca y cerró los ojos, decidido a descansar un poco, sin querer prestar algo de atención.

—Hola, Mi nombre es Park Jimin ...— aquellas palabras hicieron dar un salto a Yoongi, esto no podía ser cierto. Levantó la cabeza y dirigió su mirada hacia la persona del último asiento, lo miro un par de segundos, parpadeo varias veces y hasta un pellizco sintió en su mejilla.

La voz de Jimin - YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora