05.

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—En serio, puedo jurarlo, era de este tamaño— Habló un pequeño Yoongi emocionado por haber ido al zoológico.

Ambos niños se encontraban acostados debajo de un gran árbol del parque, ese árbol se había convertido en el favorito de los pequeños, debajo de el había sucedido un pequeño secreto, uno que por ahora sólo ellos dos sabrían, pero desde aquel día ese enorme árbol sería cómplice de sus pequeñas aventuras.

—Me hubiera encantado que estuvieras ahí conmigo— el castaño tomó la mano del rubio con fuerza, deseando el no poder soltarlo nunca.

Mientras el pequeño Jimin escuchaba atento todo lo que su amigo le decía, sus pequeñas manitas jugaban con los dedos de el otro, observando cada parte de ellos y amando lo suaves que se sentian contra su su piel.
En su mente imaginaba todo lo que Yoongi le contaba, le encantaria poder verlo algún día con sus propios ojos, tal vez si después le decía a sus padres su deseo por ir, solo tal vez sus padres lo considerarían.

El realmente amaba a sus padres, siempre le demostraban lo importante que era para ellos, siempre lo cuidaban y le entregaban todo el cariño que Jimin pudiera recibir, pero muchas veces, llegaba un punto en el que el pequeño rubio se sentía asfixiado, como sino fuera capaz de hacer nada por su propia cuenta. Eso llegaba a molestar un poco a Jimin, él ya se consideraba un niño grande con sus apenas 6 años de edad.
Para el muchas veces era injusto el no poder comer lo que quisiera, el no poder jugar todo el día, o en una ocasión, el no poder ir a la casa de su adorado Yoongi.
Cosas como esas le parecían molestas a él, y aunque no fuera un niño de berrinches, el solo ansiaba el día en que pudiera hacer todo lo que quisiera, todo lo que el mundo le permitiera. Tal vez algún día salir de viajes como su papá lo hacía, poder ir a la tienda él solo y comprar todos los dulces que quisiera, poder ir a la casa de Yoongi y organizar una pijamada entre ellos, jugar con las demás personas sin preocuparse de sí su madre estaba de acuerdo o no, comprar todo los peluches que el quiera, y visitar a su abuela todo el tiempo. Cosas así eran los pequeños sueños de Jimin, pequeñas cosas que podían hacer feliz al rubio... pero pensándolo bien, el sabia que ya era feliz.

Era feliz de tener a Yoongi a su lado, porque ahora lo único que Min quería para siempre, era poder tener una amistad eterna con su adorado Hyung.

Oye... ¿me estás escuchando?
El rubio sólo asintió y soltó una sonrisa .

La voz de Jimin - YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora